Desde el mismo momento de su firma, se sabía que era una frágil tregua. Sin embargo, el alto el fuego en Siria despierta tantos temores como esperanzas. Pese a que en términos generales está siendo respetado, varios choques en la provincia de Idlib, el noroeste del país y el último bastión de los opositores al régimen del presidente Bachar al Asad, amenazan su continuidad. Hasta ahora, los enfrentamientos han causado más de una decena de muertos.
La presidencia de Siria ha informado a través de un comunicado emitido este viernes que el alto el fuego en Idlib, acordado entre Rusia y Turquía, valedora de la oposición siria, puede relanzar el "proceso político" en el país, que se encuentra en guerra desde 2011.
El anuncio, se ha hecho público después de una llamada de Bachar al Asad con el presidente ruso Vladimir Putin, la primera reacción oficial de Siria tras el anuncio del cese de hostilidades.
Es el decimocuarto cese el fuego en el conflicto sirio
Es nada menos que el decimocuarto acuerdo de este género y hay sospechas de que pueda fracasar como los anteriores. Las ambiciones de la Rusia de Putin y la Turquía de Erdogan sobre Siria parecen irreconciliables.
Después de seis horas de discusiones que ponen de relieve la dificultad para llegar a un acuerdo, el presidente ruso y el turco firmaban un acuerdo mínimo de tres puntos que deja a Turquía en desventaja. En especial, el acuerdo para la creación de un corredor de seguridad de 12 kilómetros.
Èste, un borrador que luego habrán de definir los ministros de defensa de ambas partes, contempla el desalojo de los rebeldes pro-turcos que controlan la zona cediendo su lugar, a partir del 15 de marzo, a patrullas conjuntas ruso-turcas. Este punto supone una pérdida de terreno para Turquía y permite a Damasco consolidar sus posiciones.
Los refugiados, una cuestión menor
Respecto a los refugiados del conflicto, el compromiso es vago y sin dar detalles, se habla de facilitar tanto su regreso como el acceso a la ayuda humanitaria siempre que sea posible
La ofensiva lanzada desde hace meses por el régimen de Bachar el Asad para el último reducir el bastión de los opositores que consituye Idlib, ha causado más de 900.000 desplazados que han mericido la consideración de la ONU como una de al. Empeñado desde hace meses en rometerlo.
Un alto el fuego para evitar el mal mayor
Con independencia de lo que pueda durar, el alto el fuego en Iblib evita de momento el peligro principal: el enfrentamiento directo entre los rusos y turcos que combaten apoyando bandos enfrentados en Siria. Turquía, a los insurgentes mayoritariamente salafistas y Rusia, al régimen del presidente sirio Bachar el Asad.
Sin embargo el turco Erdogan, en debilidad en este pulso de intereses frente a Rusia, ha advertido que Turquía responderá con toda su potencia cualquier ataque que venga del régimen sirio.
La Unión Europea, entre tanto, ha saludado el acuerdo ruso turco en el noreste sirio como "un signo de buena voluntad" y ha anunciado una ayuda humanitaria de 60 millones de euros para la región.
"Veremos como marcha" ha dicho el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell a su llegada a la reunión de ministros de exteriores europeos de Zagreb.