Las primarias del Partido Demócrata llegan este martes a su cita más decisiva: 14 estados eligen a su candidato preferido para disputar la Presidencia de Estados Unidos a Donald Trump. La megajornada electoral del supermartes repartirá el 34% de los apoyos en liza, es decir, 1.357 delegados -los representantes de los votantes que apoyarán a uno u otro candidato en la convención de julio- de los 3.979 en juego.
[Guía para entender las primarias en EE.UU. ]
El senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, lidera hasta ahora la carrera demócrata pero la resurrección del exvicepresidente Joe Biden en Carolina del Sur con 48 delegados amenaza con complicarle su hasta ahora tranquila carrera a Sanders. El Partido Republicano celebra también primarias en varios estados, pero no hay ningún candidato que aspire a arrebatar el liderazgo del partido al presidente estadounidense.
¿Por qué es importante?
El supermartes es la segunda cita electoral más importante después de la propia votación en noviembre. Después de los caucus y las primarias en los estados de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, el voto de los 14 territorios y los demócratas en el extranjero a la vez arroja por primera vez en pleno año electoral información clave sobre la tendencia de los electores.
En concreto, votan California, el estado más poblado del país y de fuerte mayoría demócrata, Texas, Colorado, Carolina del Norte, Virginia, Alabama, Arkansas, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y el territorio de la Samoa estadounidense. California reparte 415 delegados, frente a los 274 que reparte Nueva York o los 228 de Texas.
La jornada puede servir para afianzar la ventaja de Sanders o incluso poner fin a la campaña de uno de los otros cuatro precandidatos en liza: Joe Biden,la senadora Elizabeth Warren, el multimillonario y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg y Tulsi Gabbard.
Dado que los precandidatos necesitan obtener un mínimo del 15% de los apoyos, los bajos resultados en las primeras citas llevaron al millonario Tom Steyer y al exalcalde Pete Buttigieg a retirarse de la carrera durante el fin de semana. El lunes, la senadora Amy Klobuchar también anunció su salida. Ambos apoyarán a Biden en un intento por frenar el ascenso de Sanders.
El ex número dos de Obama podría beneficiarse del abandono de tres rivales, por lo que la cita supone toda una prueba de fuego tras el impulso que supuso el apoyo del voto afroamericano en Carolina del Sur.
Sanders contra Biden, la batalla ideológica demócrata
Las primarias demócratas de 2020 dibujan así dos escenarios posibles tras el supermartes: el imparable ascenso del socialismo de Sanders hacia la candidatura demócrata o un resultado más repartido entre los precandidatos. Esta segunda opción podría dificultar que alguno de los seis logre la cifra mágica de los 1.991 delegados necesarios para asegurarse la victoria y podría desembocar en una "convención rota", en la que el candidato dependa de las disputas internas del partido entre la corriente moderada y la socialista.
La campaña de Biden confía en una tercera opción: que el centrista llegue a emerger como una alternativa contundente a Sanders, pero está por ver si logra el impulso suficiente más allá de Carolina del Sur para lograrlo. Las encuestas dan como favorito a Sanders en al menos ocho de los 14 estados, incluidos los grandes premios de California, Texas, Colorado y Utah.
El propio Biden reconocía el domingo que no cuenta con tanta infraestructura en todos los estados por la falta de fondos, aunque confía en ganar en Carolina del Norte y Virginia. Su objetivo será Florida, Georgia y otros estados en disputa en los próximos meses.
El estreno de Bloomberg
Pero la gran incógnita de esta megavotación reside en el papel que desempeñe el magnate Mike Bloomberg, que se estrena en las primarias tras no concurrir en las cuatro votaciones anteriores. El exalcalde de Nueva York, una de las personas más ricas del mundo, ha inundado las cadenas de televisión de anuncios y está dispuesto a destinar hasta 1.000 millones de dólares de su fortuna para ganar en noviembre a Donald Trump.
Sus rivales le han acusado de querer "comprar" la candidatura y su pobre actuación en el debate de Nevada podría mermar sus posibilidades de emerger como la gran alternativa moderada a Sanders. Las encuestas no le dan como ganador en ningún estado, aunque tiene opciones de imponerse en Arkansas.