Kirk Douglas no solo fue uno de los mejores actores de Hollywood sino que también ejerció de productor, lo que le permitió escoger sus papeles, logrando una filmografía envidiable en la que destacan grandes películas de la historia del cine. Eso también le permitió interpretar papeles muy variados en los que encarnó desde los villanos más maquiavélicos (El gran carnaval, Cautivos del mal) hasta los mayores héroes (Espartaco, Senderos de gloria), e incluso genios en lucha contra la locura como Van Gogh (El loco del pelo rojo) Pero, a pesar de esa variedad, todos sus personajes rebosaban autenticidad. Vamos a recordarle en 10 inolvidables películas, en esta lista subjetiva.
"El ídolo de barro" (Mark Robson, 1949)
Kirk Douglas consiguió la primera de sus tres nominaciones al Oscar con esta inolvidable película en la que interpretaba a un boxeador obsesionado con ser campeón aunque para ello deba utilizar a la mafia, a las mujeres, e incluso a su propio hermano. El actor confesaba que nunca pensó que actuar fuera tan difícil hasta que se enfrentó a este papel. Pero el Oscar se lo arrebataría Broderick Crawford por su papel en El político (Robert Rossen), que también se alzaría con la estatuilla a Mejor Película.
'El gran carnaval' (Billy Wilder, 1951)
Otro de los inolvidables villanos de Kirk Douglas es el de este ambicioso periodista, que atraviesa una mala racha por su adicción al alcohol y que se encuentra con la historia de su vida, el derrumbe de una mina en la que un minero se queda atrapado, con grave riesgo de morir. Entonces, el personaje de Douglas convertirá la tragedia en un gran espectáculo mediático, en una de las mejores críticas contra el periodismo sensacionalista de la historia del cine. Otro de los grandes títulos de Wilder.
'Cautivos del mal' (Vincente Minnelli, 1952)
Cautivos del mal es uno de los mejores retratos del lado oscuro de Hollywood y sigue tan vigente como el primer día (ahí está Wenstein para demostrarlo). El retrato de un despiadado productor que manipula y abusa de un director, un guionista y una actriz, a los que, por un lado destroza su vida personal pero, por el otro, les hace lograr sus mejores trabajos. Un personaje fascinante que es tan despreciable como seductor. La película fue nominada a seis Oscar, y ganó todos menos el de mejor actor al que aspiraba Kirk Douglas (se lo arrebató Gary Cooper por Solo ante el peligro). La escena en que Jonathan (Douglas) encuentra a Georgia (Lana Turner) inconsciente y borracha (tras haberle destrozado la vida) y la recoge con todo cariño (suponemos que para llevarla a la cama) pero acaba arrojándola sin miramientos a la piscina, demuestra del talante de un personaje inolvidable.
'20.000 leguas de viaje submarino' (Richard Fleischer, 1952)
Douglas también protagonizó grandes títulos del cine de aventuras, sobre todo los dos que rodó a las órdenes de Richard Fleischer (20.000 leguas de viaje submarino y Los vikingos) como esta versión de Disney de la novela de Julio Verne, la mejor que se ha rodado y que fue una gran superproducción para la que se llegó a construir el Nautilus, que se convertiría en una de las principales atracciones del Disneylandia. Douglas interpreta a un ballenero que espera matar a la bestia que hunde los barcos sin saber que se trata del invento del Capitán Nemo.
'El loco del pelo rojo' (Vincente Minnelli, 1956)
Gracias a su nueva colaboración con Vicente Minelli, Kirk Douglas volvió a quedarse a las puertas del Oscar con su maravillosa e inolvidable interpretación de Van Gogh en El loco del pelo rojo. Y en el que relataban como la ansiedad, la sensación de fracaso y la soledad terminaron por llevar al pintor a la locura. Esta vez el Oscar a Mejor Actor se lo arrebató el Yul Brynner de El rey y yo. Anthony Quinn, que interpretaba a Paul Gauguin, si se llevó el Oscar a Mejor Secundario.
'Senderos de Gloria' (Stanley Kubrick, 1957)
Stanley Kubrick le debe mucho a Kirk Douglas, que lo descubrió gracias a la película Atraco Perfecto (1956). Douglas le llamó inmediatamente para preguntarle si tenía algún otro proyecto. Kubrick le envió el guion de Senderos de gloria y el resto es historia. Una de las mejores películas antibélicas de la historia, que sigue siendo imitada y homenajeada. (Sin ir más lejos en 1917, de Sam Mendes, la favorita a los Oscar de este año). Por lo visto Douglas le dijo: "Stanley, esta película no va a hacer un centavo, pero tenemos que hacerlo". No recibió ni una sola nominación al Oscar en una edición en la que arrasó otro drama bélico: El puente sobre el río Kwai.
'Duelo de titanes' (John Sturges, 1957)
Uno de los grandes westerns del cine, que reunía a los dos tipos más duros del Hollywood de la época: Kirk Douglas y Burt Lancaster, para recrear la famosa historia de Wyatt Earp y John "Doc Holliday" y el mítico duelo en OK Corral. Una maravillosa película a la altura de Pasión de los fuertes (John Ford), que contaba el mismo hecho histórico.
Los vikingos (Richard Fleischer, 1958)
Para mí, una de las mejores películas de aventuras de todos los tiempos, la historia de un poderoso guerrero vikingo (Douglas) y un esclavo (Tony Curtis) que se odian profundamente pero se ven obligados a colaborar para rescatar a la princesa que ambos aman. El duelo final entre ambos, en las torres de un castillo, sigue siendo uno de los mejores de la historia. Y contiene una revelación que, aunque nadie lo mencione, es la principal inspiración de la famosa escena de "Yo soy tu padre", de El Imperio contrataca. La aventura en estado puro.
'Espartaco' (Stanley Kubrick, 1960)
Kirk Douglas volvió a colaborar con Stanley Kubrick en otra obra maestra de la historia del cine: Espartaco, la historia del esclavo Tracio que se atrevería a enfrentarse al todopoderoso Imperio romano. Otro de los grandes héroes del séptimo arte. Tampoco fue nominado a los Oscar en las principales categorías aunque se llevó cuatro estatuillas. Pero con esta película Douglas consiguió un hito histórico a la altura de las hazañas de Espartaco: puso en los créditos al guionista Dalton Trumbo, que estaba en la "Lista negra" de Hollywood.
'El día de los tramposos' (Joseph L. Mankiewicz, 1970)
La mezcla perfecta de comedia y western con una dirección espectacular de Joseph L. Mankiewicz y un duelo interpretativo alucinante entre Douglas y Henry Fonda. La historia de un ladrón (Douglas) que, tras robar medio millón de dólares, ingresa en una prisión en mitad del desierto. Está obsesionado por fugarse para recuperarlos, algo que no le permite el nuevo alcaide de la prisión (Henry Fonda). Sin duda, la mejor comedia de Douglas.