Las primarias del Partido Demócrata para elegir a un candidato o candidata que compitan contra Donald Trump en las presidenciales de noviembre han empezado con mal pie. Los resultados de los llamados 'caucus' de Iowa, en los que los candidatos se someten por primera vez a la elección de los simpatizantes y militantes demócratas, se han retrasado por supuestas "inconsistencias" en el recuento.
Los responsables del partido a nivel estatal están teniendo dificultades para explicar qué ha pasado, según explican los medios estadounidenses. "La integridad de los resultados es fundamental", ha afirmado Mandy McClure, director de Comunicación, en un mensaje de correo. Al parecer, se han encontrado "inconsistencias" debido a un problema "en la transmisión de tres tandas de resultados", pero no se trata de un "hackeo o una intromisión" en el sistema.
McClure ha explicado que, "además de los sistemas informáticos para introducir los resultados, estamos utilizando fotografías de los resultados y pruebas en papel para asegurarnos de que todos los resultados coinciden".
Caos en el Partido Demócrata
El arranque de las primarias demócratas, a las que concurren 11 candidatos, empezaba sin un claro favorito, aunque los nombres que más sonaban como ganadores en Iowa eran los de Bernie Sanders y Joe Biden. Ambos aspirantes representan las dos alas del Partido Demócrata: el izquierdismo de Sanders frente al progresismo moderado de Biden. Pete Buttigieg, alcalde de South Bend (Indiana), y la senadora Elizabeth Warren les seguían en las encuestas.
Una vez cerradas las votaciones, el equipo de campaña de Biden ha enviado una carta al Partido Demócrata de Iowa denunciando "fallos por todo el estado" y reclamando que no se publiquen resultados ahora. "Consideramos que las campañas merecen una explicación completa e información relevante sobre los métodos de control de calidad que se están utilizando [para el recuento], y una oportunidad para responder, antes de que se publique ningún resultado oficial".
Sanders ha ironizado ante sus seguidores sobre su confianza en que el partido publique los resultados "en algún momento". En las primarias para las elecciones de 2016, Sanders acusó al partido de manipular los 'caucus' para beneficiar la candidatura de Hillary Clinton.
Por su parte, Buttigieg ha decidido no esperar más y se ha declarado vencedor. La mayoría de los candidatos ha abandonado Iowa en dirección a New Hampshire, donde tiene lugar el segundo asalto de las primarias.
El Partido Republicano también celebró este lunes sus primarias en Iowa, pero no mediante asamblea, sino con votación con papeleta. Como se esperaba, Trump salió victorioso con un 97% de respaldo. El actual presidente no se enfrentaba a ningún rival significativo, aunque el exgobernador de Massachusetts Bill Weld y el excongresista de Illinois Joe Walsh lograron arrebatarle algunas décimas, informa Efe.
Tras su victoria, Trump no ha dejado pasar la oportunidad para comentar con sorna en Twitter el "desastre sin paliativos" de los demócratas. "Nada funciona, igual que cuando gobiernan el país (...) La única persona que puede reclamar una gran victoria en Iowa la pasada noche es Trump".
Iowa, un estado rural que se ha convertido en protagonista de las primarias
El fiasco en el recuento priva a los demócratas de una plataforma para lanzar sus primarias. En lugar de hablar de los candidatos que parten como mejor situados en la carrera hacia la Casa Blanca, "hoy la noticia es el caos del Partido Demócrata", ha explicado en el Canal 24 Horas Anna Bosch, excorresponsal de TVE en EE.UU. y reportera de En Portada.
Iowa, un estado rural del Medio Oeste, con tres millones de habitantes, tiene desde 1972 una importancia en el proceso electoral estadounidense que no corresponde con su peso real en el país. Desde ese año es el primero en celebrar elecciones para las primarias demócratas, y cuatro años después se convirtió en el primero en votar en las del Partido Republicano.
Los demócratas han habilitado este año 1.678 puntos para los 'caucus' o asambleas. Los simpatizantes e inscritos en el partido deben formar grupos de apoyo a cada candidato, y cada aspirante debe reunir el respaldo de al menos el 15% de los asistentes en cada lugar de votación. Si no lo consigue, esos simpatizantes pueden sumarse a otra de las opciones o declararse "indecisos".
Otro factor a tener en cuenta es el grado de participación de los 'caucus', a los que suele acudir solo uno de cada cinco votantes registrados. Los medios estadounidenses especulan que, con lo que ocurrido este lunes, el sistema de asambleas y la importancia que se da a Iowa pueden tener los días contados.