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'Amazing grace': Aretha Franklin por fin es una estrella de cine

  • Se estrena en cines el documental sobre la grabación del mítico disco góspel de Lady Soul

ESTEBAN RAMÓN
4 min.

Más que Lady Soul, Aretha Franklin era en 1972 una auténtica diosa. “También quería ser una estrella de cine”, opina el cineasta Alan Elliott. Y era lógico: Diana Ross iba a estrenar La dama del blues, por la que sería nominada al Oscar, y Barbara Streisand ya había triunfado con Funny Girl y Hello Dolly!.

Si no una película, sí iba a protagonizar un documental histórico: la grabación de Amazing Grace (1972), el disco clave de la historia del góspel. A cargo de la filmación, una elección irreprochable: Sydney Pollack, que ya había sido nominado al Oscar por Danzad, danzad, malditos!.

Durante dos noches, Aretha se encerró en el New Temple Missionary Baptish Church (Los Ángeles) junto al rey del góspel -el reverendo James Cleveland- y el coro dirigido por Alexander Hamilton para escribir en piedra un canon de la música popular. Era un disco, pero también un oficio religioso y el cenit de una voz única.

Solo que Sydney Pollack olvidó ordenar a su equipo usar la claqueta antes de cada plano. Resultado: horas y horas de grabación imposible de sincronizar audio con vídeo (además de nerviosa en movimientos y planos demasiados cortos de duración). El sueño de Aretha y la vergüenza de Pollack durmió en cajas durante décadas. Hasta que Alan Elliott supo del asunto en 1990 y comenzó a luchar por un proyecto que, casi 30 años después, ve la luz.

“Hubo dos momentos: en 1990 yo era joven y tenía energía, pero Pollack no me lo ofreció en serio hasta 2006. Me ocultó que había olvidado la claqueta. Pollack era un actor del método, usaba muy bien las pausas y los silencios. La última conversación que tuve con él, yo sabía que tenía cáncer de páncreas y le dije que sentía su enfermedad”, recuerda Elliot. “No, estoy enfermo. Me estoy muriendo, joder”, le contestó Pollack. “Sé por qué me llamas: he hablado con la productora y les he permitido que acabes la película”.

Una entrada vip a un concierto histórico

Y la palabra cantada de Aretha fue revelada. La filmación, más que aportar capas a la grabación, es una entrada privilegiada a un concierto histórico. Pura energía térmica (literalmente, el sudor cubra cada centímetro de piel) que no se quisieron perder, por ejemplo, Mick Jagger y Charlie Watts, presentes entre público.

“Para montar usamos los planos largos, para que se viera quién estaba en la iglesia. El objetivo es sentir que estás en esa habitación. Pero también usamos todos los planos en movimiento, eran muy útiles para captar esa energía”, explica Elliot. “La idea es estar encerrado con Aretha y no querer salir nunca”.

El cineasta propuso en un momento filmar una escena adicional a cargo de Michel Gondry, pero Aretha pidió nada menos que cinco millones de euros. “Aretha era también productora y le gustaba tener el control. La grabación ha estado oculta 46 años, ella quería ser una estrella de cine y nunca perdonó que le negasen esa oportunidad. Estaba muy enfada”.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - La asombrosa gracia de Aretha - Escuchar ahora

Franklin murió hace dos años (a causa de otro cáncer de páncreas) pero llegó a ver la película. “Estaba ya muy enferma y fue duro para ella. También es una película sobre ella: sale su padre, James Cleveland fue quien le enseñó a tocar el piano”, enumera Elliot. “Era la historia de su vida y no estoy seguro de que quisiera relacionarse con eso”.

Elliot pone nombre y apellidos a la diferencia de escuchar y ver Amazing grace. “Alexander Hamilton. En el disco es solo una línea que dice que es el director del coro. En pantalla es una revelación. La energía es indescriptible. He pasado 11 años montando esta película, quizá podría haber hecho 10 películas mientras, pero de esta estoy orgulloso y será que permanecerá cuando yo me haya ido”.

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