La OCDE rebaja sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año y las deja en el 2,9%, lo que supone un descenso de siete décimas con respecto a 2018. Se trata del menor avance desde la crisis financiera en 2008.
En su informe de perspectivas interinas, que revisa las previsiones semestrales lanzadas en mayo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recorta tres décimas su proyección para este año y otras cuatro para el que viene, en línea con la tendencia a la desaceleración en las principales economías.
Esos mismos descensos se aplican al G20, el grupo de grandes países desarrollados y emergentes, con un crecimiento previsto del 3,1% y del 3,2%, mientras que en la eurozona el ajuste es más leve, de una y cuatro décimas, hasta una subida respectiva del 1,1% en 2019 y del 1% en 2020.
Tras un ascenso de la economía mundial del 3,6% en 2018, sus conclusiones para el corto plazo son tajantes. El panorama se ha vuelto "cada vez más frágil e incierto", atizado en gran parte por las tensiones comerciales y políticas, que minan la confianza y la inversión.
En mayo ya había rebajado sus perspectivas, y en este nuevo informe la organización con sede en París ratifica que, según los últimos acontecimientos económicos y financieros, la ralentización durará más de lo previsto.
Guerra comercial y Brexit
La incertidumbre se alimenta por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la perspectiva de un Brexit sin acuerdo.
La introducción de tarifas bilaterales entre Washington y Pekín desde principios de 2018 seguirá arrastrando la actividad y el comercio global en los próximos dos años y "podría reducir el incremento global del PIB en entre 3 y 4 décimas en 2020 y entre 2 y 3 en 2021". Aunque esos dos países anotan dos de las alzas más elevadas para los próximos dos años, la OCDE subraya que también serán los más afectados.
La OCDE calcula que la economía estadounidense crecerá un 2,4% en 2019 y un 2% en 2020, cuatro y tres décimas menos que en las previsiones de mayo, y que la china avanzará un 6,1% y un 5,7%, lo que supone un recorte de una y tres décimas.
La posibilidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin acuerdo es otro de los factores más desestabilizadores, con costes sobre el comercio y un impacto sobre la economía británica que podría hacer que el país cayera en la recesión.
Frenan Alemania, México y Brasil
La OCDE mantiene su proyección para 2019 para Francia (1,3%) y le quita una décima para 2020 (1,2%), mientras que en Alemania el ajuste es de dos y seis décimas (0,5% y 0,6%). No se libran de su pronóstico a la baja México, cuya economía se prevé que crezca un 0,5% este año (-1,1 puntos) y un 1,5% en 2020 (-0,5), ni Brasil, con recortes respectivos de seis décimas, hasta el 0,8% y el 1,7%.
El impacto de esta coyuntura sombría se deja sentir también en la calidad de vida de los ciudadanos. Las perspectivas de una mejora continuada de los ingresos a medio plazo es más débil que antes de la crisis financiera, y el crecimiento per cápita en los últimos años también se ha mantenido por debajo.
La OCDE subraya que la necesidad de políticas macroeconómicas adicionales ha aumentado en la mayor parte de economías y concluye que deben aplicarse con urgencia políticas que fortalezcan la confianza, calmen las tensiones comerciales, estimulen la inversión e impulsen el crecimiento potencial.