España vive desde este miércoles un episodio de ola de calor que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha calificado de "excepcionalmente adverso". Los meteorólogos señalan que lo que se espera estos días va más allá del calor propio de la estación estival y alertan de los peligros para la salud que puede entrañar. Las autoridades sanitarias piden que la población -sobre todo la más vulnerable- tome las medidas oportunas para combatir las altas temperaturas.
Los expertos señalan que esta ola de calor es especial por varios motivos. El primero, el mes del año en el que se inicia. "Que tengamos una a finales de junio no es tan frecuente", señala Albert Barniol, meteorólogo de TVE, que destaca que "en los últimos 40 años ha habido diez, cinco de ellas en la última década, lo que indica una cierta tendencia".
Otro punto a tener en cuenta son las elevadas temperaturas, que van a ser "excepcionalmente altas". "De momento, los pronósticos nos indican que en muchas capitales de provincia se van a batir récords de temperaturas máximas para un mes de junio", afirma Barniol. Los modelos muestran que en muchos lugares se superarán los 40 grados, en incluso los 42 grados.
La Aemet espera que eso pueda ocurrir entre el viernes y el domingo. "En el valle del Ebro, en La Rioja, Navarra, Aragón y parte de Cataluña, pueden saltar algunas efemérides del mes de junio y se podría decretar la alerta roja por altas temperaturas", señala Fernando García, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, a TVE.
La ola de calor podría seguir durante una semana
Con este calor, que va a afectar a al menos un tercio del territorio español, se vivirá durante prácticamente una semana, un periodo muy prolongado de tiempo (una ola de calor se considera como tal cuando las temperaturas son muy elevadas durante al menos tres días consecutivos).
"Los modelos dicen que probablemente seguirá hasta el lunes y que, previsiblemente, continuará como mínimo hasta el miércoles, pero eso todavía no lo tenemos claro", afirma Barniol, quien recuerda: "Esto no quiere decir que luego refresque y estemos súper bien".
La causa de esta ola de calor es la irrupción de una masa muy cálida y muy seca procedente del norte del continente africano -que trae, además, polvo en suspensión- que se suma a la época en la que estamos, con una mayor radiación del sol y a que los días son más largos.
Esto no es lo que ocurrirá en puntos de Cantabria, Asturias, Galicia y Canarias, que se quedarán fuera de los efectos de la ola de calor. Y tampoco en lugares que normalmente son muy cálidos como Extremadura o el oeste e Andalucía, donde tendrán temperaturas altas, pero no extremas.
Las olas de calor pueden convertirse en la nueva normalidad
El meteorólogo de TVE incide en que, en la actualidad, una ola de calor no es algo tan común. "Desde 1975 ha habido 58 olas de calor en España", señala Albert Barniol, que alerta de la tendencia que se observa.
"Aunque no tenemos la capacidad de decir que esto es consecuencia del cambio climático, sí que podemos señalar que si se cumplen los pronósticos y las proyecciones de los estudios del IPCC [el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático creado por la ONU], estas olas de calor durante los próximos años van a ser más frecuentes, más extensas y mas intensas", advierte.
Barniol asegura, además, que "si se cumplen los peores escenarios" esta ola de calor ya no se considerará en el futuro una ola de calor, "si no una situación normal de verano", algo que puede sudecer tan pronto como 2050.
Recomendaciones para las olas de calor
Ante este panorama, las autoridades sanitarias recuerdan la importancia de la hidratación (hay que beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed), pero también el permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados; usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar y reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas.
"Yo, que soy una persona saludable, salgo a correr casi todos los días", cuenta Albert Barniol. "Yo estos días no corro desde las 7 de la mañana y hasta las doce de la noche porque las temperaturas que se van a registrar son malas", afirma el meteorólogo de TVE, que pone este ejemplo para subrayar la importancia de reducir la actividad física.
Además, Sanidad pide no abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, que pueden hacer perder más líquido corporal, y hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales minerales eliminadas con el sudor, como pueden ser verduras, frutas, ensaladas o zumos.
Si una persona tiene síntomas relacionados con un golpe de calor (sudoración, dolor de cabeza, vómitos, palpitaciones, etc), las autoridades recuerdan que se debe llamar al servicio de urgencias. Los médicos recomiendan, mientras, trasladar al enfermo a un lugar fresco, quitarle la ropa y enfriarle con gasas de agua fría.
Ancianos, enfermos -como son las personas con cardiopatías y con enfermedades crónicas- y niños son los colectivos más vulnerables y los que necesitan una especial atención. También los trabajadores que desarrollan su labor al aire libre, que deben protegerse y hacer descansos periódicos para hidratarse.