La Comisión Europea ha activado este miércoles el procedimiento para sancionar a Italia por no haber adoptado medidas suficientes para reducir su deuda pública, que supera el 130% del PIB y seguirá creciendo en los próximos años, en un paso que abre la puerta a una multa de unos 3.500 millones de euros en última instancia, el equivalente al 0,2% de su PIB.
La decisión del Ejecutivo comunitario de que se inicie el procedimiento de déficit excesivo a Italia se justifica en que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento fija que los estados miembros de la Unión Europea (UE) no deben tener un déficit público que supere el 3% ni una deuda pública que sobrepase el 60% del PIB y esta no se reduce "a un ritmo satisfactorio".
Es lo que sucede con Italia, cuya deuda pública fue del 132,2% del PIB en 2018 y que, según las últimas previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea, crecerá hasta el 133,7% del PIB este año y al 135,2% en 2020. "En el caso de Italia, el análisis sugiere que se debería considerar que se incumple el criterio de la deuda y que, por lo tanto, un procedimiento de déficit excesivo por la deuda está justificado", señala.
Bruselas considera "justificado" que se le expediente a Roma
Será el Consejo Europeo el que tome la decisión final, previsiblemente en su reunión de julio. "Para ser claros, hoy no estamos abriendo un procedimiento por déficit excesivo", declaró en una rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis, quien subrayó que ahora los estados miembros deberán analizar las conclusiones del informe realizado por el Ejecutivo comunitario.
Pero Dombrovskis ha advertido de que "es mucho más que únicamente un procedimiento". "Cuando miramos la economía italiana, estamos viendo el daño que están haciendo las recientes decisiones políticas", ha señalado el letón, quien más tarde ha avisado de que "lo que le pasa a un país de la eurozona le afecta a todos los demás".
Dombrovskis ha enfatizado que el nivel actual de deuda pública italiana representa una carga media de 38.400 euros para cada ciudadano, a los que hay que añadir 1.000 euros por habitante por los costes de los servicios de deuda. Y que el país paga tanto por los intereses de la deuda pública como por el sistema educativo.
Problemas de confianza de los mercados
Además, el informe aprobado este miércoles advierte de que una deuda pública tan elevada "expone al país a problemas de confianza de los mercados", lo que supone un impacto en los tipos de interés y en los costes de financiación de la economía real.
Aunque Bruselas también ha aprobado informes similares sobre Bélgica, Francia y Chipre, el Ejecutivo comunitario pone el acento en el caso italiano y señala que está "justificado" abrir un expediente a Roma por su excesiva deuda pública.
Es la segunda vez en los últimos meses que las autoridades comunitarias denuncian la incapacidad del Gobierno italiano para reducir el endeudamiento del Estado. En la anterior ocasión, a finales de 2018, Bruselas rechazó el prespuesto de Roma, que tuvo que enmendar su presupuesto para este año para adecuarlo a las reglas fiscales europeas.
Italia hablará con Bruselas pero defiende sus políticas
El Gobierno italiano, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, dialogará con la Comisión Europea para intentar evitar un procedimiento por déficit excesivo, pero sigue defendiendo sus políticas para impulsar el crecimiento. El vicepresidente del Gobierno y líder del M5S, Luigi Di Maio, ha responsabilizado en las redes sociales al anterior Gobierno del Partido Demócrata (PD) y su mala gestión de la elevada deuda pública actual.
"Es inconcebible que a un país con seis millones de desempleados reales y miles de empresas que producen por debajo de su potencial se le ponga una cruz porque quiera invertir en crecimiento, trabajo y recortes de impuestos", ha opinado antes de advertir de que la rebaja de la edad de jubilación que prevén aprobar "no se toca".
El también vicepresidente del Gobierno además de ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha dicho en una nota que "la única manera para reducir la deuda creada en el pasado es bajando los impuestos y permitiendo a los italianos trabajar". "Queremos invertir en empleo, crecimiento, investigación e infraestructuras. Estoy seguro de que en Bruselas respetarán esta voluntad", ha apuntado.