El que fue número dos del Govern de Carles Puigdemont, Jordi Turull, ha defendido ante la Fiscalía en el juicio del "procés" que el Ejecutivo del que formó parte no se gastó "ni un euro" en el referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, que nunca se apostó inicialmente por una vía unilateral sino que se intentó "hasta el último minuto" pactar el referéndum con el Estado y que, finalmente, la declaración unilateral de independencia (DUI) no significó más que una "expresión de voluntad política".
Esto último fue lo que dijo también el exconseller de Interior Joaquim Forn en su declaración la semana pasada, y en ese argumento ha abundado el exconseller de Presidencia de la Generalitat en la cuarta jornada del juicio del "procés", que se celebra en el Tribunal Supremo.
Con otra aportación singular: que las desobediencias a las resoluciones judiciales del Tribunal Constitucional que dejaban en suspenso las leyes de desconexión y del referéndum se sometieron a una "ponderación" en la que se primó el "compromiso con los ciudadanos de Cataluña" para votar frente a "lo que dicen las leyes". Y ante cualquier otra cuestión sobre el impulso que el Govern dio al 1-O, la réplica constante de que la convocatoria de un referéndum no es un delito penal.
Turull se ha enfrentado así a las preguntas del fiscal Jaime Moreno, al que ha respondido durante más de tres horas en castellano -tras haber protestado por no disponer de traducción simultánea para expresarse en catalán, como era su deseo-. El exconseller, que pasó por una investidura fallida para ser presidente de la Generalitat justo antes de entrar en prisión preventiva, afronta una petición fiscal de 16 años de cárcel por un delito de rebelión agravado con malversación, acusado de organizar la publicidad del 1-O y la logística de la votación [Qué delitos se juzgan en el juicio del "procés"].
Ha tildado la DUI de una "expresión de voluntad política" que encajaba con el "sentir mayoritario del pueblo catalán", aunque no fuera un mero documento formal, sino que conlleva también una "declaración política" con un "encargo" político al Govern.
Ni violencia ni llamada a defender las urnas
Enfrentándose en varias ocasiones a las argumentaciones del fiscal Jaime Moreno, encargado de interrogarle, ha acusado a este de defender un relato en torno a la supuesta violencia en Cataluña que "no tiene sentido" y es "delirante", ya que los catalanes son "pacíficos" -"este es el país de Pau Casals", ha llegado a decir-, en contraste a la actuació de la Policía y la Guardia Civil el día del referéndum del 1-O, que ha calificado de "desproporcionada no, lo siguiente".
En relación al acuerdo de gobierno del 6 de septiembre de 2017 para desarrollar el referéndum, que Turull firmó junto a todos los miembros del Govern, ha admitido que con ello mostraron que iban "a una con el referéndum" para llevar a cabo "todo lo que se tuviera que hacer" para llevar a término la consulta.
Del mismo modo, ha negado que ningún colega suyo del Govern hiciera llamada alguna a "defender" los colegios electorales el 1-O, y que se limitaron a hacer publicidad del "censo universal" que permitiría votar a los catalanes en cualquier mesa. "Nosotros le dijimos a la gente que no fuera a votar en los lugares cerrados o con polícía para compatibilizar las diligencias de la magistrada y que los ciudadanos pudieran votar".
"Ponderación" entre la ley y el "compromiso" con los catalanes
Como el acuerdo con el Gobierno central no llegó nunca, se vieron forzados a realizar un "ejercicio de ponderación" entre el cumplimiento de la ley con las resoluciones judiciales del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con "su compromiso con los ciudadanos de Cataluña".
"Un político debe ponderarlo todo. Lo que dicen las leyes; que el Govern se debe al Parlamento de Cataluña, ponderar que el Congreso despenalizó los referendos [en 2005]; ponderar que votar nunca puede ser delito en una democracia y ponderar nuestro compromiso con los ciudadanos de Cataluña", ha señalado. "Fuimos actuando ponderándolo todo".
"La única concertación en Cataluña fue por un referéndum pactado", ha afirmado, en referencia al Pacto Nacional por el Referéndum que suscribieron casi 4.000 asociaciones y entidades catalanas con el horizonte de un referéndum acordado con el Estado y ha defendido, pese a las notas de la agenda del número dos de Oriol Junqueras, Josep Maria Jové, que no había una apuesta por la "vía unilateral.
Posteriormente, señaló Turull, cuando se asumió la premisa de "referéndum o referéndum" en la cuestión de confianza a Puigdemont, se buscó el "diálogo" con el Estado "hasta el último minuto" y el Ejecutivo catalán "ponderó todas sus actuaciones" a medida que llegaban los requerimientos del Tribunal Constitucional.
"Ni un euro en el referéndum", tampoco en publicidad en TV3
Como hizo la semana pasada el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, Turull ha negado que se empleasen fondos públicos para gastos de organización del 1-O. Ni siquiera, ha dicho, en la publicidad emitida en los medios públicos de radio y televisión catalanes, ya que los anuncios en TV3 y Catalunya Ràdio fueron "gratuitos", porque se enmarcó como publicidad institucional, y por otro lado se "reaprovechó" una campaña previa sobre civismo que había quedado desierta.
Según Turull, cuando llegaron a su departamento dos facturas de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales manifestó su sorpresa porque "nunca se hace así". "Ni se han pagado ni se van a pagar nunca", ha asegurado.
Asimismo, ha negado que se creasen plataformas y aplicaciones informáticas en el seno del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) -adscrito a la consejería de Presidencia- como soporte digital para la logística del 1-O, y que las réplicas del sitio 'referendum.cat' después de ordenarse su cierre se deben a "particulares con mucho talento".
"Ni idea" de cómo se compraron las urnas
La Fiscalía sostiene que varios gastos del 1-O como papeletas o censo electoral se escondieron en cinco consellerias, entre ellas la de Turull, pero también la de Junqueras (Economía), Raül Romeva (Exteriores), Dolors Bassa (Empleo) y otras dos de procesados huidos. Una cuestión que también ha negado el exconseller, al ser preguntado por la empresa Unipost, encargada del reparto de documentación para las mesas electorales del 1-O.
El acusado señaló con ironía que "la Generalitat no funciona con papel carbón desde hace años", sino mediante firma electrónica y es "imposible" autorizar ninguna partida sin haber pasado antes "por los trámites de fiscalización". Con la intervención del Estado de las cuentas de la Generalitat, ha llegado a tildar de "ofensivo" que Hacienda les preguntase "si a través del banco de tejidos y sangre se estaba destinando dinero al referéndum".
Y ha alegado ignorancia sobre otras cuestiones, tales como la forma en que se adquirieron las urnas utilizadas en el referéndum del 1-O y el modo en que se instalaron en las mesas electorales. "Ni idea", ha contestado Turull al fiscal, para añadir que la primera vez que vio las urnas del 1-O fue en la rueda de prensa que se convocó para presentarlas.
"Los ciudadanos de Cataluña no son ovejas"
Por otra parte, Turull ha subrayado que Junts pel Sí, formación con la que se presentó a las elecciones y de la que fue portavoz parlamentario, se presentó con un programa electoral que apostaba por la independencia. "Éramos Juntos por el Sí, no Juntos porque sí. No es una anormalidad que intentes por la vía pacífica aquello que te has comprometido con el pueblo de Cataluña", argumentó.
Aprovechando una pregunta del fiscal, el exconseller de Presidencia ha protestado contra la concepción de una ciudadanía manipulada por el soberanismo político, que considera "una falta de respeto". "Los ciudadanos de Cataluña no son ovejas, no es gente militarizada", defendió molesto. "Tiene criterio, estamos en el siglo XXI. Se habla de la gente con un sentido que es desconocer Cataluña y lo que es el movimiento independentista. El movimiento independentista en Cataluña va de abajo hacia arriba”.
El "chollo" de ser constitucionalista
Han sido varias las ocasiones en las que Turull ha contestado en tono desafiante al fiscal Javier Moreno. Empezó quejándose al tribunal por no poder hablar en catalán y pedir pidió una "inversión" en traducción simultánea para poder expresarse en su lengua, "que es también lengua oficial", y siguió cuestionando el contenido del escrito de acusación.
Más tarde, protestó con vehemencia por estar perseguido penalmente "por una cosa -convocar un referéndum- que no merece reproche penal" y ha culpado al Gobierno central de ser quien desobedece los autos del Tribunal Constitucional. “Esto de ponerse el traje de constitucionalista penalmente es un chollo porque te permite incumplir los mandatos del TC", ha espetado.
"¿Cómo puede ser que los que nos denuncian ante TC incumplen cada día al TC y aquí no pasa nada? Por un auto, por hacer una cosa que no tiene reproche legal, no por una resolución, llevo un año en la cárcel cuando un Gobierno de España inclumple sistemáticamente con las sentencias del Tribunal Consitucional. Luego dirán que no nos persiguen por nuestras ideas. Ya lo veo, ya", se ha quejado.