La incertidumbre en torno a si el Parlamento británico aprueba o rechaza el acuerdo para el Brexitcrece por momentos aunque nadie sabe lo que puede ocurrir en la política británica con una sociedad dividida sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
May afronta 15 días frenéticos en los que le toca defender todos los puntos de las 535 páginas pactadas con Bruselas para que sus dos años de negociaciones no queden reducidas a nada. Su nueva ministra de Empleo, Amber Rudd, reconocía este lunes que "en estos momentos, todo es posible en la política británica" y, dados los pronunciamientos de la mayoría de partidos en la Cámara, el rechazo del Parlamento británico parece lo más probable.
Aunque mucho puede cambiar de cara a la votación del 11 de diciembre, lo más probable para el analista de Open Europe, Dominic Walsh, es que haya una salida no pactada, mientras que el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Essex, Paul Webb, cree que el texto será respaldado por la Cámara.
Estos son los escenarios y sus posibilidades:
El Parlamento británico rechaza el Brexit
May necesita el apoyo de 318 diputados de 650 para sacar adelante el acuerdo, pero por el momento hay 304 votos en contra garantizados. Los 257 diputados laboristas, los 25 nacionalistas escoceses (SNP), los 10 unionistas de Irlanda del Norte (DUP), los 12 diputados del Partido Liberal Demócrata y decenas de euroescépticos del Partido Conservador han anunciado que votarán en contra del texto, por lo que lo más probable es que no salga adelante.
Pero la política británica no deja de sorprender y los analistas coinciden con Rudd en que "todo es posible". De hecho, Webb cree que la Cámara, "asustada" por un divorcio sin acuerdo, podría acabar por aprobarlo en una segunda votación. Según Walsh, en este caso, la baza del Gobierno será "intentar una renegociación o [endurecer su postura] y decir 'de verdad, es esto o nada'", algo que no depende del "tiempo, sino de la credibilidad de la amenaza" del Ejecutivo.
El profesor cree que es más probable que el texto termine aprobado en segunda votación tras el rechazo en la primera. Con todo, sigue siendo "difícil" saber quién votará qué: "Puede que el laborismo decida apoyar [el acuerdo de May] porque no quiere que no haya acuerdo", subraya Walsh, aunque Webb cree que las bases del partido interpretarían el movimiento como "hipócrita". Además, igual que hay rebeldes tories que votan en contra de la doctrina del partido, lo mismo ocurre entre los diputados laboristas, que pueden sentirse amenazados ante la perspectiva de un Brexit muy duro.
May saca adelante el acuerdo
Theresa May podría revertir las críticas en Westminster y conseguir el voto de 318 diputados en los Comunes para aprobar el acuerdo del Brexit. Negociar con Escocia, Irlanda, la provincia de Irlanda del Norte y Gales será clave en su tarea, además de convencer al público para que presionen a sus diputados para apoyar su plan del Brexit.
De ser así, Reino Uindo saldrá de la Unión Europea en marzo de 2019 con un divorcio pactado y habrá un periodo transitorio en el que Londres quedará adscrito al mercado común y la unión aduanera hasta diciembre de 2020, pero no tendrá voz ni voto en las decisiones europeas. En este caso, los próximos pasos consistirán en negociar la futura relación del país con el bloque comunitario.
Divorcio duro
Lo más probable según Webb si May fracasa en el Parlamento es que Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo de 2019 sin acuerdo con Bruselas. "Parece que vamos hacia esa dirección", coincide Walsh. Consciente, el gabinete de May sigue trabajando en los planes de contingencia ante este escenario.
Esta es la opción más dura según los expertos, y también la más perjudicial para los británicos y los europeos: no habría acuerdos, ni periodo de transición, ni relaciones comerciales, ni derechos garantizados para los ciudadanos comunitarios en Reino Unido ni los británicos en Europa.
Rebelión contra May en el seno conservador
La líder conservadora ha conseguido esquivar la rebelión en sus filas, divididas entre los conservadores más euroescépticos partidarios de un Brexit duro y los defensores de una desconexión más creativa. Desde las dimisiones de los dos exministros para el Brexit, David Davis y Dominic Raab, y el exministro de Exteriores, Boris Johnson, el rumor sobre una posible moción de confianza contra el liderazgo de May en el Partido Conservador ha cobrado fuerza.
Las normas de la formación establecen en 48 el número de cartas para activar el proceso y 158 votos en contra de los 315 diputados conservadores (la mayoría simple), para destituir a May al frente del partido. Una veintena de diputados han hecho públicas sus cartas, mientras que el cabecilla de la revolución, el euroescéptico Jacob Rees-Mogg, pedía "paciencia" la semana pasada para impulsar el proceso.
Mientras tanto, May gobierna en una tensa calma que podría cambiar si Westminster tumba el acuerdo, lo que desataría una "crisis en el partido" que podría traer "más dimisiones", según Webb. Walsh considera más remoto todavía que se reúnan los 158 votos porque "muchos conservadores creen que ahora no es el momento de cambiar de líder". En cualquier caso, el analista ve "muy difícil" cambiar el acuerdo solo por sustituir al líder conservador "porque esto no cambiaría la aritmética parlamentaria".
Adelanto electoral o moción de censura
May negó durante meses un adelanto electoral en 2016 y Reino Unido terminó en las urnas en junio de 2017. Los conservadores perdieron su mayoría y para legislar dependen de los 10 diputados del DUP, que rechazan el plan acordado con Bruselas.
Un adelanto electoral sería lo más improbable según los expertos. Cualquier intento de renegociación con Bruselas pasa por "extender el artículo 50 del Tratado de Lisboa y encontrar los mecanismos legales para hacerlo", sostiene Walsh. Y aunque hubiera cambio de Gobierno, Bruselas ya ha dejado claro que no va a renegociar las condiciones.
El Partido Laborista también puede tratar de forzar unos comicios en el Parlamento si fracasa el acuerdo de May, aunque necesitarían el voto de dos tercios de la Cámara de 650 diputados.
Walsh cree que de celebrarse elecciones, el reparto en los Comunes podría variar a favor de los laboristas, pero insiste en que es muy difícil renegociar el texto, algo que la propia May ha descartado este lunes ante las especulaciones en la prensa británica sobre un plan B similar al modelo noruego.
Otra opción -aunque poco probable- para impedir este pacto del Brexit es impulsar una moción de censura contra el Gobierno de May. En caso de que se salga adelante, deben pasar 14 días para elegir un nuevo Gobierno y, de no haberlo en 17 laborales, el país acudiría a las urnas.
Segundo referéndum
Varias organizaciones y políticos, como el grupo People's Vote UK, el ex primer ministro conservador John Major o el ex primer ministro laborista Tony Blair, vienen reclamando un segundo referéndum casi desde que se conoció el resultado oficial.
Para Walsh, este escenario es "muy poco probable, menos incluso que celebrar elecciones, porque no imagino a ningún conservador convocando un segundo referéndum, tampoco en el Partido Laborista", explica.
Pero Webb no descarta la opción si no hay mayoría para el acuerdo ni en no mayoría. "La gente puede empezar a tomarse más en serio la posiblidad de celebrar un segundo referéndum", añade, aunque May no es partidaria de convocarlo.
“La gente puede empezar a tomarse más en serio la posiblidad de celebrar un segundo referéndum“
Según la última encuesta de YouGov elaborada en julio, el 42% de los británicos es partidario de un segundo referéndum sobre las condiciones finales del acuerdo frente al 40% que lo rechaza.
Sea como fuere, esta opción también requiere extender el artículo 50 y el "gran problema en el laborismo es que no son capaces de ponerse de acuerdo sobre lo que preguntarían en la papeleta", añade Walsh.
Abortar el Brexit
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, definió la jornada del domingo como un "día trágico" en la historia. Aunque Dominic Walsh cree que la idea de un Regrexit (juego de palabras con el verbo arrepentirse y el Brexit) es "muy poco probable", Webb no la descarta.
"Las probabilidades de que no salgamos están creciendo cada semana, así como la percepción en el cambio de opinión del público", dice Webb, una opción que podría materializarse de haber un segundo referéndum.