La primera ministra británica, Theresa May, ha logrado el apoyo de su gabinete para seguir adelante con el principio de acuerdo alcanzado el martes entre Londres y Bruselas para el Brexit. Después de una reunión que se ha prolongado durante cerca de cinco horas y con un gabinete dividido, sobre todo en el sector euroescéptico, May ha sacado adelante un borrador que beneficia "al interés nacional". Al anunciarlo, la líder conservadora ha asegurado que cree "firmemente, con mi mano y mi corazón, que esta es la mejor decisión para Gran Bretaña".
“Creo firmemente, con mi mano y mi corazón, que esta es la mejor decisión para Gran Bretaña“
El texto, publicado poco después de la reunión, supone "el mejor acuerdo al que se podía llegar ahora" en palabras de May, que horas antes lo había defendido ante el Parlamento británico. Consciente de la complejidad del proceso -el borrador debe ser refrendado en Westminster y en el Parlamento Europeo-, May ha emplazado a la Cámara a tomar la decisión para seguir adelante o no con este proceso una vez que lo explique el jueves ante los políticos británicos.
Entretanto, los embajadores de los 27 se han reunido en Bruselas, donde han analizado los escenarios previstos y han vigilado los movimientos en Londres. Con la luz verde del Gobierno británico, el negociador jefe comunitario, Michel Barnier, ha calificado el acuerdo como el "paso decisivo para terminar las negociaciones". Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, valorará los avances a primera hora del jueves y deberá decidir si es el momento de convocar una cumbre europea para finales de mes.
Tensa jornada en Westminster
May no solo ha encontrado objeciones entre sus filas, también ha afrontado durante la jornada críticas de la oposición en el Parlamento, sobre todo desde el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn. Pero con el apoyo del gabinete, la conservadora ha conseguido sortear los primeros obstáculos y garantiza por ahora una salida del país pactada con la Unión Europea en una tarde plagada de especulaciones sobre posibles dimisiones dentro de su gabinete.
En su breve comparecencia a las puertas de Downing Street, la líder conservadora ha reconocido que ha presidido un encuentro "largo con un intenso debate" y que el preacuerdo es el fruto de "horas y horas de negociación con nuestros ministros". May escuda su posición en la "responsabilidad" que le debe a su país, y ha vuelto a incidir en que Londres "recupera el control y consigue un mejor futuro para nuestro país" y se mantiene fiel a lo votado por los británicos en el referéndum de 2016.
Aunque 10 ministros se han manifestado en contra del preacuerdo según Sky News, un oficial ha señalado a Reuters que ninguno ha amenazado con dimitir en Downing Street.
No obstante, la primera ministra británica deberá responder el jueves a las preguntas de los políticos en la Cámara de los Comunes ante la desconfianza de los principales partidos de la oposición.
"Una negociación difícil, especialmente con la frontera"
En cualquier caso, el detonante para el avance en las negociaciones ha sido la solución para evitar una frontera física entre la República de Irlanda y la provincia de Irlanda del Norte. May ha hecho mención especial al principal obstáculo para las negociaciones, complicadas "especialmente por la frontera", si bien no ha entrado en detalles.
Entre las 585 páginas del documento [lee en .pdf], Londres y Bruselas acuerdan permanecer en la unión aduanera durante un tiempo provisional y con condiciones específicas para Irlanda del Norte.
“Si Theresa May decide ir contra sí misma, habrá consecuencias. No podemos apoyar la separación del Reino Unido“
La solución contenta al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, que ha asegurado que el texto protege el proceso de paz en la isla de Irlanda, una de las demandas planteadas por su Gobierno. Pero a raíz una posible situación especial para Irlanda del Norte, los Unionistas de la provincia (DUP), de cuyo apoyo depende la mayoría conservadora en el Parlamento, han advertido ya de que no apoyarán ningún acuerdo que implique diferencias entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido.
Así las cosas, la líder del DUP, Arlene Foster, ha advertido en rueda de prensa de que "si Theresa May decide ir contra sí misma, habrá consecuencias" porque "no podemos apoyar la separación del Reino Unido".