"Había una señora mayor que se levantaba de noche con la luz apagada para no gastar, pero todas las tardes encendía una pequeña estufa que consumía una barbaridad", narra a RTVE.es Carlos Pesqué, experto en Pobreza Energética de Ecodes. Quiere poner en relive uno de los muchos ejemplos que su ONG ha encontrado de que el desconocimiento en materia energética es un problema grave, sobre todo cuando el objetivo que se busca no es ahorrar, sino sobrevivir.
En España hay 4.600.000 personas que no pueden tener su casa a la "temperatura adecuada", informa el Ministerio para la Transición Ecológica, que este viernes ha aprobado un decreto de medidas urgentes contra la pobreza energética.
Esta "señora mayor" fue asesorada por Ecodes y cambió su hábito. "Con un ajuste en el contrato hay familias que se han ahorrado hasta un 23%", porque tienen tarifas que no son las más adecuadas para ellos", asegura Pesqué. Son muchos los factores que influyen en el precio final de la factura, que puede variar mucho para un mismo consumo de energía.
La propia ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha explicado este viernes tras el Consejo de Ministros que hay que dar a los consumidores más información en la factura para que deje de ser "ese gran desconocido que llama a nuestra puerta cada mes".
Desconocimiento unido a deficiencia energética
A este desconocimiento se suma que las viviendas peor aisladas -a las que por lo general acceden las personas con menos recursos- son las que necesitan mayor consumo de calefacción.
"Necesitan mayor suministro y además suelen tener electrodomésticos menos eficientes", porque al comprarlos son más baratos, explica a RTVE.es Carlos Susías, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN- ES).
Entre las medidas de "alivio" del Gobierno -en palabras de la propia Ribera- para luchar contra la pobreza energética, se ha ampliado el acceso al bono social eléctrico a las familias monoparentales, el 85% de de ellas formadas por mujeres solas con sus hijos. También tienen derecho a percibirlo personas con discapacidad igual o superior al 33% y dependientes reconocidos de grado 2 ó 3.
Una factura más justa
El Ejecutivo ha eliminado además durante seis meses el impuesto de generación eléctrica -del 7%- y se crea una ayuda para la calefacción.
Susías considera que este bono térmico va "en la buena dirección", pero cree que deberían tenerse en cuenta otras medidas como distribuir por año, y no por meses, el consumo de la potencia contratada, para que no se dé el caso de pagarla sin usarla en los meses de calor, y de pagar el sobrecoste de consumo en los meses de frío.
Para aprobar estas medidas el Gobierno se ha sentado en la mesa con la Plataforma del Tercer Sector, que engloba instituciones como Cruz Roja, Cáritas, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la ONCE o la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España, entre otras.
Pobreza "sin apellidos"
La ONU establece que la temperatura en el hogar debe ser de entre 18 y 21ºC en invierno y de 25º en verano. La pobreza energética incluye no poder cubrir esta necesidad básica. Esto ocurre en el 11% de los hogares españoles, según la Asociación de Ciencias Ambientales, que presentó su último estudio el pasado mes de abril.
El Gobierno quiere en los próximos seis meses desarrollar un Plan Nacional de Estrategia Energética, e implantará hasta entonces de manera "inmediata" las medidas aprobadas este viernes.
Susías, que además es vicepresidente de la Plataforma del Tercer Sector, cree que hay una tendencia de poner "apellidos" a la pobreza, cuando vienen casi todas de la mano (energética, infantil, sanitaria...) y reclama un plan nacional contra la pobreza sin apellidos. "No hay niños ricos en familias pobres", asegura.