El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desvelado que su aspiración es "agotar la legislatura" y no convocar elecciones generales hasta el año 2020. "Aspiro a convocar elecciones en el año 2020, a agotar la legislatura", ha reconocido Sánchez en la primera pregunta que se le ha hecho en una entrevista con TVE, la primera a un medio de comunicación desde que el 1 de junio se convirtió en presidente del Gobierno, y en la que ha avanzado también algunos puntos de su hoja de ruta política.
El líder socialista ha insistido en que sus objetivos en la Presidencia del Gobierno antes de esa convocatoria electoral ahora con fecha de 2020 pasan por la "normalización" de las relaciones con el Congreso, sacar muchas de las leyes que fueron "vetadas" por el anterior Gobierno y "regenerar la vida democrática", pero por primera vez ha reconocido que no adelantará la convocatoria de elecciones y que prevé "agotar" la legislatura.
No derogará la reforma laboral, pero la retocará
Entre sus prioridades legislativas, ha citado "garantizar el sistema público de pensiones", que estudia retirar el copago farmacéutico, revisar las cotizaciones a la seguridad social, "tocar algunos artículos muy lesivos" de la reforma laboral -ya que reconoce que no existe la mayoría necesaria para derogarla- y dar "un impulso muy grande a acabar con la brecha salarial y garantizar la igualdad de género".
Sánchez, tras criticar que el Gobierno del PP "no dejó en muy buen estado" las cuentas de la Seguridad Social, ha apostado por revisar las bonificaciones, "destopar" las cotizaciones sociales máximas para mejorar las pensiones y ha mencionado la posibilidad de crear nuevos impuestos para lograr este fin. Sobre esta cuestión, no ha aclarado si se mantendrá el impuesto a las tecnológicas para sufragar las pensiones que anunció el anterior Gobierno.
Promete exhumar los restos de Franco
Para todas las iniciativas socialistas, el presidente del Gobierno ha abierto la mano a entenderse con otras formaciones progresistas, en referencia a Unidos Podemos, sin descartar "ampliar el arco parlamentario" para pactar otras medidas con el Partido Popular.
Entre estas, se encuentra el futuro del Valle de los Caídos, el mausoleo donde se encuentran enterrados los restos del dictador Francisco Franco. Sánchez ha afirmado que "España no se puede permitir como democracia símbolos que separen" a sus ciudadanos y ha apelado a la "responsabilidad" del PP, "que también condenó hace unos años el franquismo", para que contribuya a "cerrar heridas".
El presidente ha confirmado que su Gobierno está decidido a exhumar los restos de Franco y convertir el Valle de los Caídos en un centro de homenaje a las víctimas y de reconciliación, aunque sin concretar más: "Veremos la fecha y el momento", se ha limitado a señalar.
Reunión con Torra "a primeros de julio"
Por otro lado, el presidente del Gobierno ha anunciado que espera reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, "a primeros de julio", si bien antes prevé coincidir con él este viernes en Tarragona en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, acto al que también acudirá el rey.
Sobre la crisis política catalana, Sánchez ve "razonable" acercar a los líderes políticos catalanes en prisión preventiva a cárceles más próximas a sus lugares de origen una vez termine la fase de instrucción de la causa del proceso independentista, que se lleva a cabo en el Tribunal Supremo.
Eso en cuanto a los políticos catalanes presos, cuestión que Pedro Sánchez ha querido separar del caso de los presos etarras, que "ya tienen condenas en firme", aunque para los que también cree necesaria "una política penitenciaria distinta".
El PSOE es partidario de terminar con la política de dispersión de los presos de la banda terrorista y trasladarlos a cárceles del País Vasco. En este sentido, Sánchez ha pedido que, con el fin de ETA, esta cuestión no sea un "elemento de discordia" y que los partidos democráticos puedan hallar el mismo consenso en esta materia que en la propia lucha antiterrorista.
Niega un efecto llamada tras el barco Aquarius
Tras el episodio de crisis migratoria vivido en la última semana con el barco Aquarius, que ha arribado finalmente a Valencia con 630 migrantes procedentes de Libia y que fueron rechazados por Italia, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que "se podía haber convertido en una verdadera tragedia humanitaria" si España hubiese mirado para otro lado y ha hecho un "llamamiento a la solidaridad de la Unión Europea".
"Nosotros no vamos a abrir las fronteras, pero tenemos que gestionar bien los flujos migratorios", ha aclarado, al tiempo que ha rechazado que exista un "efecto llamada" por la decisión de España de brindar puerto a estos migrantes.
"Más que un efecto llamada, lo que hay es una llamada a la solidaridad a la comunidad europea", ha apreciado Sánchez, que ha considerado que dicho efecto llamada "no es más que un eufemismo" esgrimido por la derecha para no responder a la cuestión migratoria.
Primer viaje oficial, a París
Pedro Sánchez ha anunciado también que realizará su primer viaje oficial como presidente del Gobierno este sábado, y que será una visita a Francia, donde se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron, rompiendo así con la tradición de sus antecesores, que han realizado esa primera visita internacional a Marruecos.
El jefe del Ejecutivo pretende que ese sea la primera parada de una ronda de contactos con varios líderes europeos en las próximas semanas para tratar una política migratoria común, y en la que pretende reunirse también en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y en Lisboa con el primer ministro portugués, Antonio Costa.
El exministro Huerta y el ministro Planas
Sánchez también ha comentado lo sucedido con su gabinete de ministros, que en su primera semana de vida vivió la dimisión exprés del ministro de Cultura, Màxim Huerta, y la sospecha sobre el ministro de Agricultura, Luis Planas, imputado por un caso de pozos ilegales en Doñana en su etapa de consejero en la Junta de Andalucía.
Sobre el primero, que hubo de dimitir tras conocerse que había sido sancionado por fraude fiscal, Sánchez ha reconocido que no conocía estos antecedentes caundo le nombró ministro y que "probablemente" no le habría elegido para el cargo de haberlo sabido, aunque ha añadido que ese asunto ya es "pasado" y ha opinado que hasta ahora en España "no ha habido el número de dimisiones que para determinados casos se exigía por parte de la ciudadanía".
Respecto a Planas, Sánchez cree que "no hay caso" porque pese a que ahora está imputado, la Fiscalía no aprecia delito en su actuación y dejará por tanto de estar investigado.
Reforma de RTVE
El presidente del Ejecutivo ha reafirmado que su "compromiso" es que la radiotelevisión pública "no esté al albur ni al dictado de ningún Gobierno y de ningún partido" y, en ese sentido, ha señalado que va a respetar el acuerdo parlamentario de poner en marcha un concurso público para elegir al consejo de administración y al nuevo presidente de RTVE.
No obstante, ha señalado que, si el Congreso no lo hace -está previsto que se acuerde el procedimiento del concurso público esta semana- "el Gobierno no va a mirar para otro lado" e instará a la Cámara Baja para que la renovación llegue cuanto antes.