Miles de jordanos han protestado esta noche por tercer día consecutivo en diferentes partes del país en contra de un proyecto de ley de reforma del impuesto de la renta y para pedir la dimisión del primer ministro, Hani al Mulki, cuyo gabinete aprobó el texto que aún tiene que ser discutido en el Parlamento.
La nueva norma -aprobada a instancias del Fondo Monetario Internacional (FMI)- pretende mejorar la administración tributaria y aumentar el número de contribuyentes en un 6%, rebajando el umbral de ingresos exigido para pagar el impuesto sobre la renta. Según el Ejecutivo, que defiende su aplicación, se enmarca en las reformas impulsadas desde 2016 por el FMI para reducir el déficit estatal.
Los sindicatos exigen la retirada del proyecto de ley. En la capital, Ammán, la policía ha intervenido para evitar que cientos de manifestantes se acercaran a la sede de la jefatura del Gobierno, según han indicado a Efe activistas. También se han registrado protestas en otras ciudades de Jordania, sobre todo en Irbid (norte), donde se han producido algunos incidentes.
Las manifestaciones están teniendo lugar de noche y de madrugada -coinciden con el mes sagrado del ramadán- desde el pasado jueves, después de que el miércoles se celebrara una exitosa huelga general de 24 horas convocada por 33 sindicatos y asociaciones profesionales y que tuvo un gran seguimiento tanto en el sector privado como en el público
El rey Abdalá II pide diálogo entre Gobierno y Parlamento
Mientras, el rey Abdalá II ha asegurado que "es injusto ver que los ciudadanos llevan la carga de las reformas financieras", según un comunicado de la Casa Real. El monarca ordenó este viernes anular la subida de precios de los combustibles, que oscilaba entre el 4,8% y el 5,5%, y que se fundamenta en el alza de los precios del petróleo.
En una reunión del Consejo de Políticas Nacionales, el monarca ha pedido al Gobierno y al Parlamento que lleven a cabo un "diálogo inclusivo y racional" con los sindicatos y la sociedad civil. Sus declaraciones llegaron después del encuentro del primer ministro, Hani al Mulki, con los líderes sindicales, en el que no lograron llegar a un compromiso pero acordaron volver a reunirse.
Un grupo de 78 diputados -de los 130 que componen la cámara- firmaron este sábado una petición al Gobierno para que retire el polémico proyecto de ley, según fuentes parlamentarias consultadas por Efe.