El Consejo Político de la CUP ha decidido mantener las cuatro abstenciones de sus diputados en la votación de este lunes en el Parlament, con lo que se hará posible la investidura de Quim Torra como president de la Generalitat. Sin embargo, la formación ha advertido que esta decisión no significa que ofrezca su "colaboración al Govern" ni que apoye al candidato, y ha asegurado, en este sentido, que "no facilitará la gobernabilidad" en la próxima legislatura.
La abstención ha sido la opción ganadora -la otra era votar no a Torra, tal y como pedían los órganos territoriales de Baix Llobregat, Barcelona y Tarragona- en la consulta interna que el Consejo Político de la CUP ha celebrado en Cervera (Lleida).
En un comunicado, la formación ha indicado que "no bloqueará la formación de un nuevo Govern" en un momento "complejo, marcado por la represión y la vulneración de derechos políticos y civiles por parte del Estado", pero ha denunciado el "giro autonomista" de JxCAT y ERC que le lleva a "asumir un rol de oposición activa, trabajando, dentro y fuera de las instituciones, para generar un nuevo ciclo del movimiento independentista".
En una rueda de prensa posterior a su consejo político, la diputada Maria Sirvent y el portavoz Lluc Salellas han recalcado que la posición de la CUP en el Parlament a partir de ahora se situará en la "oposición activa", desde donde "exigirán día tras día" que el discurso de Torra, como "ha pasado en los últimos meses". El candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña prometió "trabajar sin descanso" para "hacer república", reivindicó al "president legítimo" Carles Puigdemont y ofreció diálogo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El discurso de Torra se "quedaba corto"
Aún así, el portavoz Lluc Salellas ha descatado que ese discurso se "quedaba corto" y que "hace falta ir más allá para conseguir que haya una República Catalana efectiva". Además ha explicado que, durante el debate, la militancia de la CUP ha constatado "en consenso absoluto" su "preocupación" por lo que consideran "una reculada hacia la República" por parte de JxCAT y ERC, lo que "ha imposibilitado que la CUP ofrezca su apoyo a Torra".
Por su parte, la diputada Maria Sirvent ha tachado el discurso de investidura de "todo palabras" y ha anunciado que desde el grupo parlamentario se pondrá foco en ámbitos como "los intereses de las clases populares", el establecimiento de "un poder público fuerte", o la consolidación de "una banca pública para alcanzar la soberanía económica", entre otras políticas. La diputada ha recordado que este tipo de políticas son "imposibles de desarrollar" desde las autonomías, porque estas "no son un instrumento válido" y carecen de "soberanía".
Otro de los puntos en los que la CUP centrará sus esfuerzos es que la Asamblea de Cargos Electos se establezca "como conformación alternativa" que "responda a la soberanía del pueblo" frente a las instituciones "que solo llevan a cabo políticas neoliberales". La CUP también ha exigido que el proceso constituyente se haga "desde la base" y contemple a "los movimientos sociales", y ha destacado la importancia de "poner en valor la movilización social", ya que "si esta avanza, avanzamos todas".
La abstención de los diputados de la CUP era imprescindible para que este lunes Torra fuese investido por mayoría simple con los votos favorables de JxCAT y ERC y los negativos del resto de grupos (Ciudadanos, PSC-Units, Catalunya En Comú-Podem y PPC).