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Investidura en Cataluña

Arrimadas, a Torra: "No ha venido a dirigir un gobierno, sino un CDR"

  • Los no independentistas rechazan la "provisionalidad" y "radicalidad" de Torra

  • Iceta critica que Torra se subordine a Puigdemont y le pide "empatía"

  • Domènech: "No podemos tener un presidente que piensa esas cosas"

  • Albiol: "La democracia responderá" si pasa "de las intenciones a los hechos"

JOSÉ Á. CARPIO
7 min.

Los partidos no independentistas han recibido con rechazo y desconfianza la candidatura de Quim Torra (JxCat) a presidir la Generalitat. Rechazo porque consideran que su discurso es "incendiario", representa un "nacionalismo identitario excluyente" que conlleva más confrontación y deja fuera de sus planes a la mitad del pueblo catalán; y desconfianza porque están convencidos de que, al igual que Torra será presidente "por obra y gracia" de Carles Puigdemont, no quieren que Cataluña deje de "estar dirigida por Madrid" para estarlo desde "Berlín o Waterloo" y quede atrapada en la "provisionalidad".

La entrevista del expresidente catalán en el diario italiano La Stampa anunciando que podría haber nuevas elecciones en Cataluña después de octubre colándose en el debate parlamentario cuando el candidato no había sido ni siquiera rechazado en la primera votación ha sido un torpedo en la credibilidad del proyecto político de Torra que no ha pasado inadvertido para los partidos decididos a votar en su contra.

La líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha entendido que Torra, el elegido por Puigdemont, "no ha venido a dirigir un gobierno, sino a dirigir un CDR" [Comité de Defensa de la República], en referencia a los grupos surgidos para movilizar el proceso independentista.

"Con usted, si es que llega a ser presidente, lo único garantizado es más confrontación y más 'procés'", ha resumido la líder de Ciudadanos. "Con usted, el independentismo radical ha redoblado la apuesta", ha insistido después el portavoz del PP, Xavier García Albiol, que ha preguntado a Torra si las "muy radicales" medidas que ha presentado son suyas o de Puigdemont.

Ciudadanos, PSC, 'comunes' y PP han criticado el escenario que buscan los independentistas con una Presidencia dedicada en Cataluña a desarrollar un "proceso constituyente" mientras la Presidencia es teledirigida por un Puigdemont huido y se crean estructuras en el exterior, como el prometido "Consell de la República".

Rechazo a un presidente "provisional"

"Va a ser presidente por obra y gracia de Puigdemont", ha dicho el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, a Quim Torra: "Usted lo acepta y acepta explícitamente la autoridad de Carles Puigdemont como autoridad superior. Pero entienda que muchos catalanes no podemos aceptar a un presidente rebajado", ha dicho sobre la idea de que ya le podrían estar convocando las próximas elecciones antes de ser investido, en referencia a una entrevista de Puigdemont en el diario italiano La Stampa.

"Nosotros no queremos un presidente temporal y por delegación". "No nos gustaría que decayese el 155 para que, en lugar de dirigirnos desde Madrid, nos dirijan desde Berlín o Waterloo", ha insistido, pidiendo a los independentistas que separen su "estima política política o personal" hacia Puigdemont del respeto a la dignidad de las instituciones.

El portavoz de Catalunya En Comú, Xavier Domènech, ha querido saber cuán "provisional" es la provisionalidad de la Presidencia de Torra. "Todo apunta a que este Govern tiene fecha de caducidad, es débil y está caducado antes de nacer", ha dicho.

"Cataluña debe dejar de recrearse en el legitimismo, esto no va de Puigdemont o Puigdemont; esto va de Cataluña y catalanes", ha afirmado Domènech. "Ustedes resumen el proyecto de país en una persona", ha criticado, lamentando el tránsito del independentismo del "o referéndum o referéndum" al "o Puigdemont o Puigdemont", luego al "lo que diga Puigdemont" y para llegar finalmente a "lo que le diga Puigdemont" a Torra.

Repaso a Torra en sus propias palabras

Al margen de su evidente dependencia de la voluntad Puigdemont, la candidatura de Torra también ha sido diseccionada a partir de sus escritos, no solo los tuits de hace seis años que fueron difundidos cuando se conoció su candidatura, sino artículos publicados por él, en los que afirma que "España, esencialmente, ha sido un país exportador de miseria, material y espiritualmente hablando", "no es nada natural hablar en español en Cataluña", "no querer hablar la lengua del país (el catalán) es el desarraigo" o "si somos catalanes, es que no podemos ser otra cosa”.

"Estamos ante un candidato cuyo principal activo ha sido la radicalidad y el insulto hacia los españoles y hacia los catalanes que nos sentimos españoles", ha dicho el portavoz del PP, que exigió a Torra "que se disculpe por escribir semajantes barbaridades".

"Cualquier persona que dijera estas cosas en cualquier país sobre otra persona, otro país u otra raza no podría sentarse aquí", ha denunciado Arrimadas, que se ha comprometido a encargarse "personalmente de que en Europa se enteren de lo que piensa el que puede ser el presidente de la Generalitat de Cataluña".

También le ha afeado Iceta su nacionalismo excluyente, por ejemplo en cuestión lingüística. "El castellano no es un idioma extraño en Cataluña. Si llega a presidente, tenga en cuenta estas cuestiones", ha dicho. "El fundamento de una república es la ciudadanía, no la lengua ni la etnia", ha señalado el portavoz del PSC.

"No podemos tener un presidente que exprese lo que decía usted en esos tuits", ha continuado también Domènech. "Si quiere ser presidente de todos los catalanes, tiene que decidir si acepta la diversidad de nuestro pueblo", le ha advertido.

Diálogo, pero entre los catalanes y para todos

Tampoco se han tomado en serio los líderes independentistas la oferta de diálogo enunciada por el candidato de Junts per Catalunya. La líder de la oposición ha reprochado a Torra su petición de diálogo "de igual a igual" con el Estado. "¿Diálogo para qué?", la ha inquirido. "¿Para ver cómo nos separamos, para ver cómo repartimos los activos y los pasivos?".

"El primer diálogo que hay que iniciar es el diálogo entre los catalanes, porque los que han pisado los derechos de la mitad de los catalanes son ustedes (...). Qué oportunidad perdida después de todo lo que ha pasado con el mismo discurso, o peor aún", ha dicho Inés Arrimadas.

En esa idea ha abundado después el socialista Miquel Iceta, que ha dicho que "si se quieren coser las heridas, hay que tener una actitud respetuosa, empática, con todos". "Ustedes han ganado las elecciones, tienen derecho a gobernar, incluso diría que tienen la obligación de gobernar. Pero no tienen derecho a desvirtuar nuestras instituciones, a no tener en cuenta a la mitad de los catalanes", ha dicho."

Ante la argumentación de los independentistas sobre sus pretensiones de "construir la república", Iceta ha manifestado que no se puede reconocer el 1-O como un "mandato" porque se trató de un referéndum ilegal. "Hay una mayoría parlamentaria independentista, eso es incontestable, pero no hay una mayoría ciudadana a favor del proyecto independentista, de momento esto no se ha podido constatar. Así, pues, hacer un programa de gobierno basándose en la mayoría de independentistas es un error", ha considerado.

Domènech ha preguntado si el interés de los independentistas está en el "diálogo y la construcción de Cataluña" o en "la construcción de su legitimismo". "No creemos en este gobierno que van a formar, pero si en este país y en su gente, que serán mucho más grandes que su gobierno", ha rematado.

El PP le avisa de que puede acabar en la cárcel

Fue Xavier García Albiol el último en recoger este guante, en tanto representante del partido en el Gobierno al que se ha dirigido la invitación al diálogo, y se lo devolvió a Torra con un órdago preguntándole por su respeto al orden constitucional. "¿Está dispuesto a aceptar las reglas, las normas que marcan la Constitución y el Estatuto?".

El portavoz del PP catalán le planteó así las cosas a Torra y, por extensión, al independentismo: "Tiene dos caminos que elegir: o apuesta por el respeto a la pluralidad catalana respetando la Constitución y el Estatuto, o bien elige seguir en la confrontación, la división. Así conoceremos de verdad a quién pretende representar, si a todos los catalanes, o si confirma su papel de simple apoderado de Carles Puigdemont".

Albiol advirtió, en definitiva, al candidato a presidente de la Generalitat que si "pasa de las palabras a los hechos" en lo que se refiere a la independencia "su libertad acabará donde empiecen nuestros derechos", en clara referencia a que podría terminar su periplo político en prisión, como ha ocurrido con otros dirigentes independentistas.

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