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Miles de musulmanes rohinyás huyen de la violencia en Birmania

RTVE.es
4 min.

Miles de musulmanes rohinyás intentan huir de la violencia desatada desde el pasado viernes en el estado de Rakáin, en el suroeste de Myanmar (la antigua Birmania).

Al menos dos mil desplazados han logrado entrar en el vecino Bangladesh, pero el Ejército de este país ha expulsado a más de 500 en las últimas horas e impide la llegada de cientos más que esperan en tierra de nadie, según ha podido comprobar Reuters.

El río Naf, que hace de frontera natural entre Bangladesh y Myanmar, es el punto más caliente de este nuevo éxodo de refugiados. "Podemos oír los llantos de los bebés en la otra orilla del río, pero no podemos ayudarles", ha declarado a Efe Shariful Islam Jamaddar, subcomandante de la Guarda Fronteriza de Bangladesh (BGB) en la zona de Teknaf.

Podemos oír los llantos de los bebés en la otra orilla del río, pero no podemos ayudarles

Miles de aldeanos budistas han sido también evacuados dentro de Myanmar, por temor a los ataques de los insurgentes.

104 muertos

El gobierno birmano ha informado de al menos 104 muertos desde que el viernes un grupo insurgente que dice defender los derechos de los rohinyás atacara varios puestos de policía y una base militar en la ciudad de Maungtaw. Los fallecidos son 77 insurgentes, 12 miembros de las fuerzas de seguridad y civiles.

Los atacantes iban armados con espadas, cuchillos, hachas y artefactos explosivos caseros.

"Los terroristas extremistas han hecho estallar bombas improvisadas, han incendiado varias aldeas y han atacado varios puestos policiales en la ciudad de Maungtaw," asegura el diario estatal Global New Light of Myanmar [EN].

Testigos citados por Reuters culpan al Ejército de la quema de aldeas como parte de la operación en marcha para expulsar a los insurgentes.

El gobierno ha urgido a los rohinyás a cooperar y han declarado al grupo responsable de los ataques, el Ejército de Salvación de los Rohinyá de Rakáin (ARSA, en sus siglas en inglés) como organización terrorista.

ARSA, por su parte, ha insistido en que solo defiende a los rohinyás de los abusos del Estado y el Ejército, a los que acusa de crímenes contra la humanidad.

Las ONG retiran a parte de su personal

Las agencias de la ONU y varias ONG internacionales que operan en el país han retirado a parte de su personal de Myanmar después de que el Gobierno haya advertido que no puede garantizar su seguridad.

"Si quieren quedarse, les daremos tanta seguridad como podamos - ha declarado Nyi Pu, ministro jefe del estado de Rakáin - Si no quieren quedarse, por razones de seguridad, les ayudaremos a irse".

La posición del personal de las ONG se ha visto comprometida por acusaciones de colaborar con los rebeldes, a los que las autoridades califican como "terroristas bengalíes".

"Hemos sabido que personal de ONG internacionales participó mientras terroristas extremistas sitiaron la aldea de Taungbazar", ha asegurado la oficina de prensa de la Consejera de Estado y premio Nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.

Alrededor de 1,1 millones de rohinyás viven en Myanmar, un país de mayoría budista, y carecen de derechos civiles y nacionalidad.

Los enfrentamientos más graves entre musulmanes y budistas se produjeron en 2012. Aquellos sucesos desencadenaron en 2015 una crisis de refugiados en el océano Índico: cientos de ronhinyás se lanzaron al mar en barcos atestados para intentar llegar a Malasia. En Birmania, 120.000 personas fueron confinadas en 67 campos y aún continúan en ellos.

El papa Francisco pide "plenos derechos" para los rohinyás

El papa Francisco ha pedido que se ponga fin a la persecución que sufren los musulmanes rohinyás en Myanmar, y ha pedido que se les garantice "plenos derechos"

Tras el rezo del Ángelus del domingo, Francisco recordó la persecución que sufre esta minoría. "Llegan tristes noticias sobre la minoría religiosa de los rohinyá. Expreso mi cercanía hacia ellos y pedimos que se salven y haya hombres y mujeres de buena voluntad que les ayuden y den plenos derechos. Recemos por los hermanos rohinyá", dijo el papa.

Francisco viajará a Myanmar y Bangladesh desde el próximo 30 de noviembre al 2 de diciembre, según ha informado el lunes la oficina de prensa del Vaticano.

Se tratará del segundo viaje de un papa a Bangladesh, después del realizado por Juan Pablo II en 1986, y el primero de un pontífice a Birmania.

Bangladesh es un país de mayoría musulmana, mientras que en Birmania tiene mayoría budista y los cristianos son un porcentaje muy pequeño de la población. Francisco ha nombrado a los primeros cardenales de la historia de estos dos países: el arzobispo de Dacca, Patrick D'Rozario, y el arzobispo de Yangon, Charles Bo.

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