El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha entrevistado este martes con su homólogo palestino, Mahmud Abás, en Belén, en el segundo día de su visita a Israel y Palestina, una reunión en la que se ha comprometido a hacer todo lo posible para avanzar hacia la paz entre israelíes y palestinos.
"La paz nunca puede arraigar en un lugar donde la violencia es tolerada, financiada e incluso recompensada", ha dicho Trump en la rueda de prensa junto a Abás, en la que ha condenado el atentado en Manchester que este lunes ha costado la vida a 22 personas. Según el mandatario estadounidense, Abás "se ha comprometido a tomar medidas firmes y necesarias para luchar contra el terrorismo".
“Estoy deseando trabajar con estos líderes hacia una paz duradera“
"El presidente Abás me ha asegurado que está dispuesto a trabajar hacia ese objetivo en buena fe y el primer ministro [Benjamín] Netanyahu me ha prometido lo mismo. Estoy deseando trabajar con estos líderes hacia una paz duradera", ha subrayado Trump, que este lunes aseguró, a su llegada a Israel, que existe una "rara oportunidad" para relanzar las conversaciones entre israelíes y palestinos, aunque aún no ha desvelado ninguna propuesta concreta.
La comitiva oficial ha llegado a primera hora de la mañana y entre estrictas medidas de seguridad a la Muqata, el palacio presidencial, en la ciudad cisjordana de Belén, donde colgaban carteles con la imagen de Trump y Abás y el mensaje: "La Ciudad de la Paz da la bienvenida al Hombre de la Paz".
Abás también llama a aprovechar la oportunidad
Por su parte, Abás ha dado la bienvenida a su huésped y le ha agradecido sus esfuerzos en pos de la paz. "El problema no está entre nosotros y el judaísmo, el problema es entre nosotros y la ocupación", ha recalcado, antes de reiterar el compromiso de su pueblo para lograr un "acuerdo de paz histórico" y colaborar en la lucha antiterrorista.
En este sentido, el presidente palestino se ha referido a la "histórica visita" de Trump a la "Jerusalén ocupada", en referencia al recorrido que hizo el mandatario estadounidense por Jerusalén Este, la parte de la ciudad que Israel ocupa desde 1967 y que ningún presidente estadounidense en el cargo había visitado hasta ahora, una visita que incluyó el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones.
“Nuestro problema fundamental es con la ocupación y con los asentamientos y con el rechazo de Israel de reconocer el Estado palestino“
Así, Abás ha insistido en que el conflicto que sacude la región no es entre religiones: "Nuestro problema fundamental es con la ocupación y con los asentamientos y con el rechazo de Israel de reconocer el Estado palestino".
"Le reafirmamos nuestra posición de aceptar la solución de dos estados a lo largo de las fronteras de 1967, el de Palestina con su capital en Jerusalén Este, viviendo al lado del de Israel, en paz y seguridad y como buenos vecinos, así como la resolución de todos los asuntos del estatuto final, en base a la legislación internacional y las soluciones y acuerdos internacionales legítimos", ha declarado, antes de cerrar su intervención con una frase en inglés: "Entrará en la Historia, el presidente Donald Trump será el presidente norteamericano que alcance la paz entre israelíes y palestinos".
Trump cierra su visita en el Museo del Holocausto
El último acto de la breve visita de Trump a Israel y Palestina ha sido una visita al Museo del Holocausto de Jerusalén, en la que ha realizado una ofrenda floral en honor a los seis millones de judíos muertos en la Segunda Guerra Mundial, con el deseo de que esa tragedia no se repita "nunca más".
"No hay palabras que puedan describir las horas más negras de la historia. Vidas preciosas de hombres, mujeres y niños que se extinguieron en un intento sistemático de eliminar la vida judía. Como dijo Elie Wiesel 'Debemos ser testigos', pues sólo si recordamos podemos evitar que la agonía se repita", ha recalcado Trump.
El presidente, que ha calificado el Holocausto como el "mayor crimen contra Dios y sus hijos", ha estado acompañado por su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno y asesor, Jared Kushner, así como por las autoridades israelíes, encabezadas por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que le ha vuelto a agradecer "su histórica visita" al Muro de las Lamentaciones.
“Los lazos del pueblo judío con esta Tierra Santa son antiguos y eternos“
El acto se ha cerrado con una sobria ceremonia de recuerdo a las víctimas del Holocausto, en la que se ha encedido una vela y un cantor judío ha entonado una oración por sus almas, y con unas últimas palabras de Trump, en las que ha resaltado los vínculos del pueblo judío con Tierra Santa: "Jerusalén es una ciudad sagrada", ha señalado, antes de añadir que "los lazos del pueblo judío con esta Tierra Santa son antiguos y eternos".