Pedro Sánchez será el nuevo secretario general del PSOE "de todas y todos los militantes" tras ganar las elecciones primarias por mayoría absoluta, con el 50,21% de los votos, y ser el vencedor en todas las comunidades autónomas, menos en Andalucía y Euskadi. "Aquí está el PSOE, aquí está la izquierda", ha clamado, para comprometerse a trabajar para un PSOE "unido y creíble, rumbo a La Moncloa".
El ex secretario general vuelve así al liderazgo del PSOE tras ganar a su máxima rival, Susana Díaz, que ha obtenido el 39,94% de los votos, y a Patxi López, con el 9,85%, con casi el 100% del voto escrutado.
No sólo derrota a sus contrincantes directos, vence a los principales aparatos territoriales y a todos los líderes históricos del PSOE, que apostaban por la andaluza, la gran perdedora de esta jornada histórica en el PSOE, que partió en este proceso como clara favorita y que ha obtenido menos votos que avales, 59.041.
Sánchez, con el apoyo de 74.223 militantes, hace historia en el PSOE al ser elegido por segunda vez consecutiva secretario general directamente por la militancia y se convierte en el primer líder de la oposición que no tiene escaño en el Congreso de los Diputados.
Con una participación muy elevada del 80,58%, las bases socialistas han decidido que debe ser otra vez Sánchez quien dirija el futuro de un PSOE fracturado que iniciará ahora un nueva fase para recuperar la unidad perdida, la fraternidad herida y las victorias electorales.
Sánchez: "A partir de mañana vamos a tener un PSOE unido"
"Hoy hacemos al PSOE más grande, más creíble y más ganador". Han sido las primeras palabras del secretario general, recibido en la sala Ramón Rubial de Ferraz al grito de "sí es sí" y "presidente, presidente".
Tras citar a sus dos rivales en la carrera, se ha comprometido a ser "el secretario general de todos y todas las militantes del PSOE" y ha afirmado que hará lo "indecible" para, desde "un nuevo PSOE", "cambiar el rumbo del país" y "acabar con la corrupción del PP".
"A partir de mañana vamos a tener un PSOE unido", ha insistido el líder, que ha abogado por celebrar un 39º Congreso Federal "en positivo" para después "regenerar España y hacerlo desde la unidad".
Tal y como ha hecho en todos y cada uno de sus mítines y actos en los últimos meses de precampaña y campaña, ha acabado su intervención puño en alto y cantando 'La Internacional'. Después ha salido al balcón de Ferraz para saludar a los cientos de militantes que han acudido a celebrar su histórico triunfo.
Apoyo mayoritario al nuevo líder en prácticamente toda España
Sánchez ha sido el primero en todas las comunidades autónomas, con excepción de Andalucía, donde ha ganado Díaz, y el País Vasco, donde López ha sido el vencedor. Así, el nuevo secretario general del PSOE se ha hecho con el triunfo en quince federaciones, además de en Ceuta y Melilla.
De las principales federaciones, Sánchez ha arrasado en Cataluña, con el apoyo de más del 82% de la militancia del PSC, y en Valencia ha obtenido un claro triunfo con casi el 65% de los votos.
En Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, donde el PSOE gobierna y cuyos barones habían dado su total respaldo a Díaz, el triunfo también ha caído del lado de Sánchez, que ha ganado en Madrid, que ha apoyado a López.
El triunfo de Díaz en Andalucía, la principal federación socialista, con más del 63% de los votos, no le ha servido para llegar a la Secretaría General. Ninguna otra comunidad de España apuesta por el liderazgo y el proyecto que ha ofrecido la presidenta autonómica. Y López sólo ha ganado en su feudo vasco.
El nuevo líder ha conseguido aumentar en más de 20.000 el número de apoyos que ya obtuvo en la guerra de los avales, primera vuelta en este proceso.
Díaz ha comparecido ante la prensa y ha señalado, sin citar ni una sóla vez el nombre de Pedro Sánchez, que va a "arrimar el hombro" y estará "para lo que partido necesite". En una fría comparecencia, se ha limitado a hablar del "secretario general electo".
Por su parte, López ha reconocido a Sánchez como "el secretario general de todos y de todas" y le ha deseado "toda suerte de aciertos". "Mañana todos juntos con él", ha aseverado.
El triunfo de Pedro Sánchez se ha cobrado una primera víctima política con la dimisión de Antonio Hernando como portavoz parlamentario del PSOE. Fue uno de los principales miembros del equipo de Sánchez como secretario general y posteriormente ha trabajado codo con codo con la gestora.
Vuelve a mandar en Ferraz de donde salió derrotado hace nueve meses
Autoproclamado "candidato de la militancia" y convertido en mártir del 'no es no' a la abstención al Gobierno del PP, Sánchez ha conseguido resurgir de las cenizas en las que quedó tras dimitir en el Comité Federal del 1 de octubre, del que salió derrotado por el sector 'susanista'.
Nueve meses ha tenido para construir un relato que le ha surtido efecto y que ha calado en esa base socialista enfurecida con la abstención que ha resultado ser la mayoría de los casi 180.000 militantes socialistas.
Si en julio de 2014 Sánchez ganó las primeras elecciones internas para elegir al ser secretario general del PSOE gracias el apoyo de Díaz, que fue imprescindible entonces en su triunfo, y con una imagen moderada, tres años después se proclama vencedor con la bandera de la izquierda. El nuevo líder apuesta por el pacto con Podemos y por reconocer una España "plurinacional".
El resultado no deja lugar a dudas pero sigue habiendo dos PSOE que tendrán que entenderse para que el partido reflote: el ganador, representado por Sánchez, y el tradicional de Díaz, que ha perdido, pero seguirá teniendo un peso claro en el partido.
El reto de la unidad será uno de los principales que tendrá que afrontar el nuevo líder y eso no sólo dependerá del 'bando' ganador sino también del perdedor y el reconocimiento y legitimidad que quiera dar al liderazgo de Sánchez. Algunos 'barones' llegaron a vincular su futuro con el de Díaz pero han rebajado el tono en la recta final de la campaña.
Sánchez ya ha dicho que no tienen nada que temer y que no habrá desestabilización en las federaciones socialistas, que claramente han apoyado al madrileño.