El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hablado de "tremendos progresos" en la relación bilateral con China durante la cumbre que ha celebrado con el presidente chino, Xi Jinping, en Palm Beach (Florida), y ha afirmado que "muchos problemas potencialmente malos van a desaparecer", aunque no ha especificado a qué problemas se refería.
La primera cumbre Estados Unidos-China de la era Trump está centrada en asuntos como el comercio bilateral y las pruebas balísticas de Corea del Norte, así como de otros del panorama internacional, sacudido este viernes por un nuevo atentado por atropello, esta vez en Suecia, y por el ataque lanzado por Estados Unidos contra una base aérea en Siria.
En una comparecencia ante las cámaras y periodistas en un intervalo de las reuniones que se celebran en el club Mar-a-Lago, propiedad de Trump, el presidente estadounidense ha dicho que espera tener una relación "sobresaliente" con Xi, quien estaba sentado enfrente junto a los miembros de la delegación china.
Trump ha reiterado que en estas conversaciones se ha hecho "un verdadero avance". El presidente estadounidense, quien no ha admitido preguntas de la prensa, ha agradecido a su colega chino que esté participando en esta reunión y se ha mostrado "honrado" por poder tenerlo como invitado. Xi también ha hablado, pero lo ha heho en chino y sin que los periodistas hayan tenido acceso a la traducción. Tras sus palabras, Trump ha dicho que estaba "cien por ciento de acuerdo" con su colega.
El presidente Trump estaba acompañado de una docena de asesores y funcionarios, incluidos su yerno, Jared Kushner, y el secretario de Estado, Rex Tillerson.
La agenda para este viernes incluye reuniones de los presidentes y sus comitivas y un almuerzo de trabajo, tras el cual Xi partirá del aeropuerto de West Palm Beach, la ciudad adyacente a Palm Beach, según la información transmitida por funcionarios estadounidenses a los periodistas que acompañan a Trump.