El Banco Popular tuvo unas pérdidas de 3.485,36 millones de euros en 2016, mayores de los 2.500 millones previstos por el mercado, tras destinar 5.692 millones a provisiones para reforzar su balance, devolver a sus clientes lo cobrado de más por las cláusulas suelo y acelerar la desinversión en activos no productivos.
Según un comunicado remitido este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad obtuvo el año pasado un beneficio neto de 998 millones por su actividad bancaria minorista, antes de esa dotación cubierta con el importe obtenido en la ampliación y con su exceso de capital.
Tras comunicar sus resultados, las acciones del Banco Popular se han desplomado un 7,43% en la sesión de este viernes. El banco de Ángel Ron se ha convertido así en el farolillo rojo de la sesión con un IBEX 35 que ha ganado un 0,6%, aferrado a los 9.400 puntos.
El banco explica que de las provisiones extraordinarias, 4.200 millones se han dotado para crédito e inmuebles, mientras que otros 229 millones corresponden al importe de las cláusulas suelo y 240 millones se destinan a cubrir el impacto del descenso de la rentabilidad de su participada Targobank y el deterioro de su fondo de comercio.
Según explica el Popular, el plan de ajuste que tiene en marcha se lleva otros 370 millones, mientras que la reestructuración de la cartera ALCO (compuesta fundamentalmente por deuda pública) supone otros 107 millones y el impacto de la reforma fiscal, 47 millones.
Ron se va orgulloso de mantener la independencia
El presidente de Popular, Ángel Ron, se ha despedido de la entidad que ha encabezado durante los últimos doce años y ha defendido que tanto en los tiempos de crisis como en el futuro vale la pena defender la independencia del banco.
Además ha predicho que la imagen del sector será distinta cuando las entidades que han recibido ayudas tengan que devolverlas. "Es conocido, es público y es notorio que la actividad bancaria en España de muchos de nuestros competidores hoy no es rentable", ha señalado.
Ron considera que han competido "asimétricamente" y se ha mostrado orgulloso de la independencia del banco y de haber trabajado para la economía real y ha concluido que la provisión "lejos de complicar, aclara el futuro del banco".
Por su parte, el consejero delegado, Pedro Larena, ha avanzado que la entidad no pagará dividendo con cargo a 2016, pero que estará en disposición de hacerlo sobre 2017, aunque esa es una decisión que dependerá del consejo y del nuevo presidente, Emilio Saracho. En cualquier caso, descarta nuevas ampliaciones: "el Popular no necesita capital".
El presidente saliente ha dejado claro que el Banco cumplirá el decreto del Gobierno sobre cláusulas suelo, analizando "caso por caso", pero también se ha mostrado preocupado por "el tono las sentencias". El Popular ha aprovisionado 229 millones para hacer frente a las reclamaciones, que forman parte de los 5.692.
Vendió carteras crediticias por valor de 621 millones
Por otro lado, la entidad vendió el año pasado carteras crediticias por valor de 621 millones de euros, fundamentalmente de dudosos, gracias a la "gestión especializada de los activos no productivos", apoyada en la recientemente creada unidad de Negocio Inmobiliario y Transformación de Activos.
Asimismo, las ventas de inmuebles alcanzaron los 2.024 millones el pasado ejercicio, con un incremento del 8% en las ventas minoristas.
En cuanto a la solvencia, a cierre de 2016, Popular contaba con una ratio de capital de máxima calidad CET 1 phased-in del 12,12%, que cumple "holgadamente" los requisitos normativos del 7,875%, igual que la ratio de capital total, del 13,14%.
La ratio CET 1 fully loaded cierra en 8,17%
Sin embargo, la ratio CET 1 fully loaded (contando ya con todos los requisitos de Basilea III) proforma se vio afectada por "elementos volátiles" y por "las pérdidas del último trimestre" y cerró 2016 en el 8,17%.
El crédito a la clientela se redujo un 5,3%, hasta los 94.342 millones, con un ratio de morosidad del 14,61%, superior al 12,86% registrado en 2015.
Los deudores morosos sumaban 19.601 millones a cierre del año, frente a los 18.339 millones de un año antes, en tanto que las provisiones para insolvencias totalizaban 10.243 millones, frente a los 7.793 millones anteriores.
Depósitos de clientes cayeron un 6,2%
Los depósitos de la clientela también cayeron, un 6,2%, y se situaron en 82.840 millones de euros.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de 2016, el de intereses -que recoge los ingresos- se redujo casi el 7% y quedó en 2.096,5 millones, después de que los ingresos por dividendos bajaran un 18%; el resultado de operaciones financieras (ROF) cayera un 61,2%; y el apartado de "otros ingresos de explotación" bajara un 29,4%.
En cuanto a los gastos, los de administración se elevaron un 17,7% y los de personal, un 32,2%, aunque tras el proceso de ajuste de oficinas y plantillas, la entidad asegura que ahorrará cada año unos 200 millones.