Tras casi un año de vacío presidencial, Austria ya tiene jefe de Estado. El ecologista Alexander Van der Bellen ha jurado este jueves su cargo ante el parlamento convirtiendo a su país en el primero de la Unión Europea con un presidente 'verde'.
El mandatario, de 73 años, ha llegado al cargo tras una carrera de fondo, ganó las elecciones presidenciales que el país alpino celebró en mayo, sin embargo, el Tribunal Constitucional ordenó la repetición de la segunda vuelta de los comicios, por unas supuestas irregularidades en el recuento de los votos.
En aquellos comicios Austria debía elegir entre su primer presidente ecologista (Van der Bellen) y su primer presidente ultranacionalista, el líder Partido Liberal de Austria (FPÖ) Norbert Hofer. Los comicios fueron ganados por una diferencia de tan sólo 31.026 votos por Van der Bellen, lo que motivó a los liberales a impugnar los resultados y llevó a un periodo de impasse en el que las funciones presidenciales fueron asumidas por los tres presidentes del Parlamento, entre ellos el propio Hofer.
“La victora de Van der Bellen fue vista como un alivio por los líderes europeos“
En un primer momento, la repetición de la segunda vuelta se iba a llevar a cabo en octubre pero finalmente fue aplazada a diciembre, una cita de la que Van der Bellen volvió a salir victorioso, esta vez con un 53,8% de los votos. Una victoria que fue saludada desde el resto de Europa que veía con temor la llegada de un nacionalista al poder.
Y es que las elecciones presidenciales austríacas se celebraron el año pasado bajo el impacto de la crisis migratoria en Europa y en medio del ascenso del populismo de derechas en Europa y Estados Unidos.
Este jueves, ocho meses después de su primera victoria en la segunda vuelta, Van der Bellen ha prestado juramento como presidente federal de la República ante los diputados de ambas cámaras del Parlamento y ha pronunciado su primer discurso.
Discurso europeísta
Un alegato en el que ha destacado que este viernes se conmemora el Día Internacional de Holocausto, cuyos crímenes ha calificado como los "peores en la historia de la humanidad". Y ha recordado que para Austria, que fue tanto víctima como victimario en ese período, se trata del "capítulo más oscuros de su historia".
Por ello, ha defendido que la UE como proyecto de paz "se merece todos los esfuerzos" para seguir adelante, concluyó Van der Bellen, a diferencia de su rival derechista en las elecciones, un declarado europeísta.
Tras el acto solemne en el Parlamento, Van der Bellen ha asumido oficialmente su cargo, que ocupará los próximos seis años, en el antiguo Palacio Real de Viena y ha pasado revista a la guardia presidencial del ejército austríaco.