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'María (y los demás)': Bárbara Lennie, perdida en los treinta y tantos

  • La ópera prima de la cineasta Nely Reguera se estrena el 7 de diciembre con la participación de RTVE

  • Una comedia sobre una mujer cuya vida no se corresponde con sus expectativas

ESTEBAN RAMÓN
3 min.

María es una mujer de treinta y tantos que no se maneja emocionalmente demasiado bien. Sueña ser reconocida como novelista de prestigio, pero se estanca reescribiendo su primer libro. Ha sido es la columna vertebral de su familia desde que su madre falleció, pero se queda desubicada cuando su padre rehace su vida. Desea una pareja estable y por eso fantasea que su lío esporádica va en serio. Pero no.

Esa es la base de María (y los demás), ópera prima de Nely Reguera que se estrena el 7 de diciembre con la participación de RTVE en la producción. Bárbara Lennie es la protagonista absoluta de la película acompañada de José Ángel Egido, Pablo Derqui, Vito Sanz, Julián Villagrán, María Vázquez y Rocío León.

“La necesidad de contar la historia viene de vivencias personales y de mi entorno”, explica la directora y guionista en una entrevista para RTVE.es “Tenía ganas de hablar de una mujer que siente que se le ha pasado cierto tiempo, que su vida no se corresponde con lo que se tenía que corresponder”.

La película se ríe de María, pero también de ‘los demás’, familiares y amigos que la rodean con sus incesantes dardos sonrientes sobre bodas, hijos y cómo debe María afrontar su vida en general. “Me interesa mucho el universo familiar. Quería hablar de alguien que hace un papel que no es el suyo porque hace de madre en vez de hija. La película muestra un momento de crisis, pero es un momento positivo porque le permitirá tomar las riendas. María es alguien que tiene mucho miedo: a terminar la novela, a tener una relación de verdad. Tiene miedo a vivir”.

Desde que murió su madre, María ha cuidado de su padre y de sus hermanos. Responsable y controladora, siempre ha sido el pilar de la familia y se siente orgullosa de ello. Por eso, cuando su padre anuncia que se casa con Cachita, su simpática enfermera, María siente que su mundo se desmorona. Ha llegado el momento de atreverse a vivir su propia vida.

El mayor acierto de María (y los demás) es el registro de emociones secretas, como la envidia o el deseo de la gloria, cuya confesión pública supondría un suicidio social. “Era una de las cosas que más me interesaba mostrar. La envidia es algo que tenemos todos y también nos emocionamos si pensamos que vamos a ganar un premio. ¿Cómo vamos a fingir que no nos pasa? Hay algo de hipocresía en la sociedad: deberíamos llevarlo con más naturalidad”.

Es ahí donde el espectador cruza la frontera: ¿se ríe por vergüenza ajena o propia? “Me gustaría que, viendo la película, la gente se ría de sí misma, que empatice con lo ridículo de esta mujer”. Aunque lejos de las intenciones de Reguera componer un retrato generacional, la cineasta reconoce que inevitablemente María conecta con algunos rasgos particulares de su generación, como "cierto ombliguismo ridículo".

La película ha obtenido dos nominaciones en los Premios Feroz (Mejor Comedia y Mejor Actriz Protagonista). “Bárbara tenía muchas ganas de soltarse y hacer el payaso. Era interesante darle cuatro pautas y ver cómo las integraba. Es muy rápida e intuitiva”, describe.

Tras estrenarse en el pasado Festival de San Sebastián, Regueras está contenta por la buena acogida de los primeros pases e incluso orgullosa de la reacción del público masculino. “Cuando la hacía tenía dudas de sí iba a ser una cosa muy de mujer. Pero hay mucho hombre que conecta: las relaciones familiares complicadas, los fracasos amorosos y la inseguridad profesional no es una cuestión de género”, razona.

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