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EE.UU. | Debate presidencial

Trump amenaza con encarcelar a Clinton si es presidente en el debate más crispado

GONZALO CAÑADA
8 min.

La segunda edición de los cara a cara entre Donald Trump y Hillary Clinton ha dejado, tal y como se esperaba, multitud de acusaciones y una crispación en el ambiente más propia de un enfrentamiento bélico que de uno dialéctico. Los asuntos polémicos habituales, como los correos de Clinton o las afirmaciones machistas de Trump, han abierto la 'guerra' entre los candidatos republicano y demócrata a la presidencia de los Estados Unidos.

Este debate era probablemente el más esperado de los últimos años debido a la polémica surgida tras la publicación de unas palabras de Trump en las que aseguraba que podía hacer lo que quisiera con las mujeres por ser "un famoso". Pero por si no fuera poco, apenas una hora antes del comienzo del cara a cara, el candidato conservador participó, por sorpresa, en una rueda de prensa junto a tres mujeres que denunciaron abusos sexuales por parte de Bill Clinton.

La Universidad de Washington, en San Luis (Misuri) ha acogido este segundo debate en el que, a diferencia del primero, varios ciudadanos han podido preguntar a ambos candidatos sobre diversos temas de la política nacional e internacional. El primer signo de la tensión existente entre ambos ha podido verse nada más comenzar la retransmisión. Ambos candidatos no se saludaron, algo, por otra parte, previsible tras la rueda de prensa de Trump una hora antes.

La segunda edición de los cara a cara entre Donald Trump y Hillary Clinton han dejado, tal y como se esperaba, multitud de acusaciones y una crispación en el ambiente más propia de un enfrentamiento bélico que de uno dialéctico. Los asuntos polémicos habituales, como los correos de Clinton o las afirmaciones machistas de Trump, han abierto la 'guerra' entre los candidatos republicano y demócrata a la presidencia de los Estados Unidos.

Comentarios machistas vs correos

Tal y como se esperaba, las palabras de carácter machista de Trump no tardaron más que unos minutos en salir a la palestra. "Lo del pasado viernes representa perfectamente lo que es él", ha afirmado Clinton, que además ha indicado que "Trump valora a las mujeres del 1 al 10". El magnate ha intentado evadir contestar a tales acusaciones, comentando que "hay problemas más grandes en Estados Unidos como la necesidad de acabar con ISIS", aunque finalmente sí ha admitido que se equivocó, disculpándose en que se trata de "una charla de vestuario".

"Nadie respeta a las mujeres que yo", ha asegurado el candidato republicano Donald Trump en el segundo debate presidencial. El republicano ha tratado de explicar el contexto de sus polémicas declaraciones: "Era una charla de vestuario". No obstante, el aspirante se ha mostrado "arrepentido" y ha afirmado que nunca ha acosado ni abusado de nadie. Su rival, la demócarata Hillary Clinton, ha aprovechado la polémica para atacar. "El vídeo representa exactamente quién es Donald Trump", ha remarcado la demócrata, que ha incidido en que el magnate no está preparado para ser presidente y ha recordado los ataques que durante la campaña ha lanzado contra latinos, inmigrantes o musulmanes.

Pero como la actualidad llama, el candidato conservador no ha perdido el tiempo y ha sacado el tema de los supuestos abusos sexuales de Bill Clinton a varias mujeres y la actitud muy crítica de Hillary contra ellas. "Lo mío fueron solo palabras, lo que hizo Bill fueron acciones".

Sin dejar de lado los ataques, el conservador no ha dudado en poner de nuevo la polémica de los correos sobre la mesa. A pesar de que Clinton ha vuelto a disculparse y admitir que fue "un error", Trump la amenazó, advirtiendo de que en caso de que sea elegido como presidente, va a nombrar un fiscal "especial" que "examine con extremada atención" el caso de los correos. "Otra persona estaría en la cárcel por lo que has hecho", ha acusado el republicano a Hillary. De este modo, Trump ha llevado a un nivel superior el grito de guerra de "enciérrenla", que corean sus seguidores en sus mitines de campaña.

Rusia y la política de refugiados

Una pregunta realizada por una ciudadana musulmana ha dejado claras las diferencias entre ambos candidatos en cuanto a la política de integración y de refugiados. Mientras que la demócrata ha afirmado que en Siria "hay miles de personas, miles de niños, que están sufriendo" y que es necesario que Estados Unidos haga lo que le corresponda, la posición de Trump es bastante más restrictiva. "Voy a realizar un veto 'extremo' para la gente de algunos países como Siria. Hay mucha gente que entra a nuestro país si saber quiénes son y qué es lo que quieren. De los sirios deberían ocuparse más los países del Golfo".

Pero el tema de Siria no se ha reducido a la política de refugiados. La intervención de Estados Unidos en la guerra que se libra en este país ha dividido de nuevo a Trump y Clinton. Para el conservador, los rivales son ISIS y los rebeldes y, no tanto, Al Asad y Rusia. Sin embargo, Clinton aboga por conseguir que Rusia y el Gobierno sirio acaben con el asalto a Alepo, defendiendo en parte a los rebeldes que se oponen al régimen de Al Asad. Eso sí, ha indicado que no cree que "las tropas estadounidenses deban intervenir en terreno sirio".

Sin dejar de lado la importancia de Rusia en la política exterior de Estados Unidos, Hillary también ha aprovechado para afirmar que desde hace un tiempo Wikileaks, con el apoyo del gobierno de Putin, está lanzando informaciones para favorecer la victoria de Trump en las elecciones. "Quizás porque Trump es amigo de Putin", ha indicado la demócrata. Trump, por su parte, ha comentado que siempre intentan asociarle a Moscú, pero también ha admitido que estaría muy bien que EE.UU. se llevara bien con Rusia para poder así "luchar juntos contra ISIS".

Rusia y la supuesta cercanía entre el magnate y el presidente Vladímir Putin también ha estado presente en el segundo cara a cara. Según la candidata demócrata, Rusia está intentado influir sobre las elecciones estadounidenses para que el republicano Donald Trump ocupe la Casa Blanca. No obstante, este se ha defendido y ha afirmado que ni conoce a Putin, ni tiene negocios en su país.

Los impuestos como búsqueda del voto

Si bien los comentarios machistas protagonizaron el último capítulo del polémico Trump, el anterior llegó tras el descubrimiento de que el magnate se había aprovechado de las leyes fiscales para pagar menos impuestos. Esto es algo que la sociedad estadounidense no perdona y, por eso, la cuestión salió también en el debate de este domingo. Para Trump, es precisamente esta circunstancia la que le hace ser el mejor candidato a presidente porque sabe cómo son las leyes y cómo debe modificarlas. "Clinton no cambió estas leyes porque favorecían a sus amigos, los cuales le han financiado durante la campaña", ha señalado el conservador.

En definitiva, las políticas económicas de ambos se diferencian en que el republicano dice que va a bajar los impuestos a todos para así favorecer la creación de empleo, y que las empresas no salgan fuera de EE.UU., mientras que Clinton afirma que subirá los impuestos a las grandes fortunas. "Quiero invertir en las familias que trabajan duro", ha indicado la ex secretaria de Estado.

La políticas sanitaria y energética aportan algo de contenido

Pero no todo el tiempo, aunque casi, ha sido 'malgastado' en las polémicas habituales. La sanidad y la reforma de Obama (Obamacare) han tenido también su espacio en el debate. Las críticas de Trump hacia el plan del actual presidente estadounidense eran evidentes, aunque no ha sabido proponer un plan alternativo. La postura de Clinton ha sido más moderada, indicando que mantendrá los aspectos positivos del Obamacare, aunque sí intentará "reducir algunos costes", ya que precisamente su alto coste ha sido uno de los aspectos más criticados desde el bando republicano.

Aunque probablemente vaya a pasar casi 'de puntillas' después del debate tan crispado de este domingo, hay que destacar también que ambos candidatos han dejado caer algunas gotas de la que se espera sea su política energética en caso de llegar a ocupar la Casa Blanca. Donald Trump ha mantenido su apoyo a las industrias tradicionales del carbón y del acero, en un claro llamamiento al voto de estos trabajadores. "La agencia de protección del medio ambiente es tan restrictiva que está acabando con estas empresas", ha dicho el conservador.

Por su parte, Hillary ha defendido que Estados Unidos debe seguir siendo independiente a nivel energético, invirtiendo en nuevas fuentes de energía límpia, y no depender tanto del petróleo proveniente de Oriente Medio. Asimismo, ha mandado un 'recado' a Trump por la defensa que éste hace de la industria del acero. "China está vendiendo ilegalmente acero a empresas de Estados Unidos, entre las que se encuentran las de Trump".

Por último, una pregunta de un ciudadano ha sabido, aunque fuera solo por unos instantes, poner algo de paz entre los dos contendientes. Los dos candidatos han tenido que reconocer un aspecto postivo de su rival. Clinton ha destacado a los hijos del magnate, de los que ha dicho son personas "muy preparadas" y que quieren a Donald, algo que "dice mucho de él". Por su parte, el republicano ha señalado que lo que más admira de la demócrata es que es "una luchadora". "No estoy de acuerdo con muchas cosas por las que lucha, pero lo hace", ha concluido Trump.

La única nota positiva que se ha visto en el segundo debate presidencial ha llegado casi al final, cuando uno de los asistentes ha instado a los aspirantes a destacar un rasgo que valorasen de su rival. La demócrata Hillary Clinton ha escabullido el bulto y ha obviado alabar a su contricante al señalar que respeta a sus hijos. Donald Trump, por contra, sí que se atrevió a decir que la demócrata "es una gran luchadora".

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