El Banco de Japón (BoJ) afirma en un informe publicado al término de su reunión mensual que la tercera economía del mundo "ya no está en deflación" como resultado de su programa de "flexibilización monetaria cuantitativa y cualitativa" iniciado en la primavera de 2013.
La entidad mantiene desde entonces un gigantesco programa de compra de activos para duplicar la base monetaria de Japón y lograr una inflación estable de en torno al 2% de cara a terminar con las casi dos decenios de caídas de precios que han aletargado a la economía nipona.
El BoJ ha dejado sin cambios la tasa de referencia que aplica a determinados depósitos de las entidades financieras niponas y la mantuvo en el -0,1%, nivel en el que se encuentra desde febrero de este año.
La decisión había generado muchas expectativas después de que el sector privado criticara que los tipos estén en terreno negativo, argumentando que arrastra a la baja a los tipos a largo plazo y erosiona los beneficios de los bancos.
La junta de política monetaria ha decidido mantenerla este mes en ese nivel con el objetivo de ejercer presión a la baja sobre los tipos a corto plazo, pese a que el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, ha avisado en reiteradas ocasiones de que hay "margen" para recortar más esta tasa en el terreno negativo.
Cambios en la compra de activos
El banco también ha anunciado que modificará la composición de su gigantesco programa de compra de activos con el objetivo de evitar una caída de los tipos de interés a largo plazo.
Este cambio tiene como objetivo mantener el rendimiento del bono de deuda nipona a 10 años (el cual es inversamente proporcional a los tipos a largo plazo) en torno al 0%.
A su vez, la entidad mantendrá intacto el ritmo anual al que viene incrementando la base monetaria nipona y que implica una compra de activos anual valorada en 80 billones de yenes (700.969 millones de euros).