La agencia de rating Standard and Poor's ha rebajado un escalón la calificación crediticia de Cataluña, ya considerada bono basura, al pasar de BB- a B+, cuatro escalones por debajo de lo que considera grado de inversión, con perspectiva negativa.
S&P justifica su decisión por los problemas de esta comunidad para refinanciar su deuda a corto plazo, que han evidenciado una gestión financiera "más débil" de lo creído en un primer momento.
Aunque S&P deja claro que no cree que Cataluña entre en un "impago selectivo" (selective default) por los créditos a corto plazo a los que debe hacer frente, dado que ha tenido en cuenta la práctica de refinanciaciones de deuda de la Generalitat a corto plazo -a la espera de autorización del Gobierno central para endeudarse a largo plazo- con una calificación del crédito a corto plazo que ha mantenido en B.
No obstante, la agencia ha augurado que en los próximos 12 meses "las tensiones políticas" entre el Gobierno central y la Generalitat pueden aumentar y afectar negativamente a las relaciones financieras intergubernamentales.
Precisamente esta tarde, el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, y el conseller de Economía, Oriol Junqueras, se reúnen en Madrid. La Generalitat reclama desde octubre al Gobierno autorización para convertir una parte de su deuda a corto plazo en deuda a largo plazo para poder incluirla en el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).