Hillary Clinton y Donald Trump son los grandes triunfadores del supermartes y dan un paso de gigante hacia la Casa Blanca. La exsecretaria de Estado y el magnate republicano han vencido en siete estados de los doce en juego, mientras que Bernie Sanders y Ted Cruz aún mantienen las esperanzas al haber ganado en cuatro y tres estados respectivamente.
El supermartes es una jornada clave para asegurarse la nominación, ya que más de una docena de estados han acudido a las urnas para dar su apoyo a alguno de los precandidatos republicanos y demócratas para la Casa Blanca.
El apoyo de las minorías dan el triunfo a Clinton
La exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, se ha alzado con la victoria en un total de siete estados (Georgia, Virginia, Alabama, Arkansas, Tennessee, Texas y Massachusets) y la Samoa americana, mientras que su rival, Bernie Sanders, ha vencido en Vermont, estado por el que es senador, Oklahoma, Colorado y Minnesota.
La victoria de Clinton se explica por el apoyo de las minorías en los estados sureños, más conservadores y alejados de las políticas progresistas defendidas por Bernie Sanders. La ex primera dama ha repetido su hazaña en Carolina del Sur y prácticamente ha acaparado el voto afroamericano. Sus triunfos más destacados se han producido en Alabama y Georgia, con un 79 y 71% respectivamente.
Sanders se reivindica con cuatro victorias
El senador, en cambio, ha exhibido músculo en el norte y el medio oeste del país. Se ha hecho con la victoria en lugares tradicionalmente más progresistas como Minnesota, pero también ha dado la sorpresa al llevarse otros más céntricos como Colorado u Oklahoma. Vermont, de donde es senador, le ha respaldado con un abrumador 86%.
La estrategia del rival de Clinton, señalan los analistas, es alargar la contienda demócrata con la esperanza de ganar en junio en California, el estado que más delegados otorga, y cosechar por el camino triunfos en territorios afines como Michigan y Nueva York. Su baza es el voto joven y progresista, aunque tiene dificultades para atraer el apoyo de las minorías.
"Nuestra campaña acaba de empezar. Vamos a llegar hasta la convención nacional en Filadelfia en julio", cuando se elegirá al candidato demócrata para las elecciones generales, ha asegurado Sanders en un comunicado. A medida que más estados del norte y el oeste celebren sus primarias, quedará claro si Sanders puede mantener viva su esperanza de hacerse con la candidatura.
Trump confirma su liderazgo
En las filas del Partido Republicano, Donald Trump sigue imparable. El magnate multimillonario ha hecho valer la fuerza con la que venía de las anteriores primarias y se ha hecho con un total de siete estados. Georgia, Alabama, Massachusetts, Virginia, Tennessee , Arkansas y Vermont le han dado su apoyo, confirmándole como el favorito para hacerse con la nominación a la Casa Blanca. :
'SuperTrump', como ya le apodan los medios norteamericanos, ha vencido en estados muy diversos desde el punto de vista demográfico, económico y social, lo que ha desatado el pánico en el establishment republicano. Según el diario The Washington Post, ningún aspirante del partido desde 1960 ha logrado acaparar victorias en estados tan distintos. Las victorias en Massachusets, Alabama o Tennessee, con un 49, 44 y 39% de apoyo respectivamente no hacen sino evidenciar que será difícil para Cruz y Rubio separar a Trump detener a Trump. Los intentos de sus rivales por desastibilizarle en los últimos debates han sido insuficientes.
Trump ha tenido unas palabras para Marco Rubio, del que ha dicho es "el gran perdedor de la noche" y que seguro "está siendo una dura noche para él". Sin embargo, ha reconocido el "excelente" triunfo de Cruz en Texas. Y ha llamado al partido a que se una de una vez por todas para vencer a Clinton.
Cruz, la débil alternativa republicana
Sin embargo, la clase dirigente del Partido Republicano sigue sin hacerse a la idea de que Trump sea su candidato. El importante triunfo de Ted Cruz en Texas, Oklahoma y Alaska ha aumentado sus opciones frente a Rubio, el hasta ahora candidato preferido por el partido.
La victoria de Cruz en Texas, uno de los que más delegados reparte (252), y en Iowa, un estado muy simbólico, le ha dado alas para pedir a sus compañeros de partido que se retiren de la carrera para poner todos los esfuerzos en detener a Trump. "Mientras el partido siga dividido, la nominación de Trump parece más factible", ha expresado Cruz.
Pero Rubio no ha dado muestras de abandonar. Ha logrado su primera victoria en las primarias, en Minnesota, y sabe que tiene que ganar el 15 de marzo en Florida, su estado, si quiere seguir adelante. Visiblemente afectado, el senador cubano ha dicho que "los jóvenes americanos creen que el sueño americano está muerto y que, aunque no lo está, tiene muchos problemas". Tantos como él para cumplir su sueño de ser presidente de EE.UU.