Macedonia ha cerrado este miércoles su frontera sur con Grecia de forma parcial y ha impedido el paso a la mayoría de refugiados debido a un problema en las vías del tren en Eslovenia, según ha informado el Ministerio del Interior.
"El tránsito se ha detenido después de que Eslovenia enviase la información a todos los países de la llamada Ruta de los Balcanes para reducir el paso de personas con el fin de evitar una eventual aglomeración como consecuencia de un problema en el sistema ferroviario de Eslovenia", ha declarado a los medios el portavoz de la Policía.
Por el momento únicamente los refugiados que cuentan con autorización para dirigirse a un país concreto dentro de la Unión Europea (UE) pueden cruzar a través de la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Un capítulo más en la crisis de refugiados procedentes de Oriente Medio agudizada en 2015.
Europa ha fracasado de forma catastrófica en su respuesta a la crisis de los refugiados durante 2015. Esta es la principal conclusión de un informe de Médicos Sin Fronteras, que acusa a la Unión Europea de no responder a las necesidades de los que huyen de las guerras e incluso dicen agravan sus problemas.
La ruta de los Balcanes se "estrecha"
Desde el pasado noviembre, el Gobierno macedonio solo permite la entrada en el país de los ciudadanos procedentes de Siria, Irak y Afganistán y deniega de antemano el paso a todos los considerados migrantes económicos, que provienen desde la vecina Grecia.
Con el fin de reforzar el control de la frontera sur y detener todos los intentos ilegales de cruce, cerca de cien agentes desplazados desde Eslovenia, Serbia, Croacia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa se unieron a la policía macedonia para crear patrullas conjuntas y vigilar la zona fronteriza, donde el Gobierno ha erigido también una valla.
Hasta ahora, alrededor de 2.300 refugiados han entrado en Macedonia procedentes del país vecino en su trayecto hacia el centro y el norte de Europa