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El control de los talibanes en Afganistán dificulta la ayuda a los afectados por el terremoto

  • Organizaciones humanitarias y gubernamentales no pueden operar en la zona

  • Los insurgentes proponen un alto el fuego en áreas de combates

3 min.

El terremoto que ha golpeado este lunes Afganistán ha afectado a muchas zonas bajo control talibán, lo que complica la asistencia humanitaria a las víctimas, aunque los insurgentes aseguraron que contribuirán a que la ayuda llegue a los afectados e incluso podrían parar los combates en un gesto inusual.

El jefe del Consejo Provincial de Badakhshan, Abdullah Naji Nazari, donde se produjo el epicentro, ha dicho a Efe que en varios distritos de la provincia aún se carece de información "en las áreas bajo control talibán, donde se perdió el contacto".

"El mayor problema y la preocupación en la asistencia a las víctimas en Badakhshan es ahora que el Gobierno no puede llegar a ellas, a quienes viven en zonas inseguras que están completamente bajo control talibán", ha subrayado Nazari.

Zonas de combates

"La mayoría de las zonas alrededor del epicentro del terremoto son inseguras y están directamente bajo control talibán, por eso todavía no tenemos datos de víctimas desde allí", ha aseverado.

"Todas las del Gobierno y la mayoría de organizaciones humanitarias, menos Cruz Roja, no pueden operar en esas zonas", ha indicado. Los insurgentes controlan total o parcialmente distritos como Wardooj, Yamgan o Juram en esta provincia.

El portavoz de los talibanes afganos, Zabihullah Mujahid, ha declarado a Efe que "todos los equipos de rescate y ayuda, las organizaciones benéficas, no tendrán problemas" en las zonas que ellos controlan, donde los insurgentes "abrirán todas las carreteras y vías".

Una tregua con reservas

"Trataremos de parar los combates y nuestras operaciones en todas esas zonas en las que se necesita la asistencia", ha añadido el portavoz en un gesto poco habitual por parte de los insurgentes.

No obstante, ha precisado que los talibanes debaten aún si también permitirán el paso de la ayuda del Gobierno afgano o solo de organizaciones no gubernamentales.

Los insurgentes cuentan con una presencia relevante e incluso controlan zonas golpeadas por el seísmo en provincias como Kunar, Nuristán, Badakhshan, Baghlan, Kunduz y Laghman.

Al menos 84 personas murieron y otras 295 resultaron heridas por el terremoto de 7,5 grados en la escala de Ritcher que sacudió el noreste del país asiático. En el vecino Pakistán fallecieron al menos 154 personas y más de un millar resultaron heridas.

El epicentro del terremoto se encuentra en el Hindukush, una zona montañosa que forma parte de la cordillera del Himalaya y comparten Afganistán y Pakistán.

Este seísmo es el de mayor intensidad en la zona del Sur de Asia, un área de alta actividad sísmica, desde que en abril un terremoto de 7,8 puntos en la escala Richter en Nepal causó cerca de 9.000 muertos.

El gobierno de Estados Unidos "ha estado en contacto con el gobierno de Afganistán y de Pakistán, y está listo para proporcionar cualquier ayuda adicional que puedan necesitar", ha comunicado este lunes el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.

El portavoz ha añadido que "hay una presencia sustancial de USAID (la agencia estadounidense para el desarrollo internacional) en ambos países". Según Earnest, cuentan con "alojamiento de emergencia y kits de suministros en puntos de asistencia en Afganistán", y en Pakistán cuentan con "colaboradores preparados para la asistencia en caso necesario".

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