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Miles de refugiados siguen llegado a Hungría pese al trato "inhumano" en los centros de acogida

  • Un vídeo muestra un reparto de comida denigrante en el campo de Roszke

  • HRW denuncia las pésimas condiciones de los refugiados en Hungría

  • Los trenes con Austria permanecerán suspendidos todo el fin de semana

RTVE.es
4 min.

"Esto es como Guantánamo", espeta a la agencia AFP un sirio kurdo de Kobani tras una doble valla de alambres. Se encuentra retenido junto a otros centenares de migrantes en el campo húngaro de Roszke, cerca de la frontera serbia. Con un dedo señala su "plato" del día, un panecillo y una pequeña lata de paté de pollo y una botellita de agua. "Ni siquiera es bastante para alimentar a un bebé", comenta al periodista.

Miles de refugiados siguen llegando a Hungría, donde las autoridades han decidido suspender los trayectos de tren hacia la frontera austriaca y terminar de sellar su frontera con Serbia. La actuación del gobierno húngaro está en el punto de mira porque las condiciones de los centros de refugiados son "inhumanas e insostenibles", según ha denunciado Human Rights Watch y otras organizaciones internacionales.

Un video grabado de manera clandestina en el campo de refugiados de Roszke muestra un trato denigrante a los refugiados. Los policía húngaros lanzan bolsas de comida a un grupo de migrantes a través de una reja. De manera caótica, hombres, mujeres y niños tratan de atrapar alguna bolsa o un pedazo de pan.

"La situación de los inmigrantes y solicitantes de asilo en Hungría es inhumana e insostenible. El Gobierno húngaro, con la ayuda de los gobiernos de la Unión Europea (UE) y los socios de Naciones Unidas, debería adoptar medidas para poder cumplir con sus obligaciones de proteger a las personas y tratarlas de una forma humana", ha afirmado Peter Bouckaert, director de emergencias de HRW.

La organización denuncia que en el centro de Roszke los refugiados tienen que pasar días en condiciones precarias, con mugre, sufriendo hambre y sin asistencia médica.

Miles de refugiados siguen llegando a Hungría, donde las autoridades han decidido suspender los trayectos de tren hacia la frontera austriaca y terminar de sellar su frontera con Serbia. La actuación de Hungría respecto a los refugiados sigue generando críticas. Estas son imágenes grabadas de manera clandestina en el campo de refugiados de Roszke, donde los policía húngaros lanzan bolsas de comida a un grupo de inmigrantes a través de una reja. De manera caótica, hombres, mujeres y niños tratan de atrapar alguna bolsa o un pedazo de pan. Un trato denigrante que dista mucho de cumplir las reglas humanitarias.

Suspensión de trenes todo el fin de semana

El punto de reunión de Röszke es desde hace semanas una fuente de tensión para muchos refugiados que pasan allí horas y hasta noches sin poder seguir hacia los centros de acogida o hacia Budapest. Centenares de refugiados tratan de huir de ese lugar y dirigirse hacia los centros de registro o Budapest, de donde pueden seguir en tren hacia países occidentales, como Austria, Alemania o Suecia.

Precisamente, los trenes entre Austria y Hungría permanecen suspendidos desde este jueves y así seguirán durante todo el fin de semana por, según ha explicado la empresa de ferrocarriles, la presión continuada que supone la gran llegada de inmigrantes y refugiados

Además, este viernes las autoridades de Austria han decidido cerrar la A4, una autovía que conecta con la frontera con Hungría para evitar, aseguran, accidentes de tráfico entre los migrantes que camian por la via para dirigirse hacia la capital del país a pie.

Un grupo de migrantes camina por la autopista de camino a la capital austriaca tras cruzar la frontera con Hungría. LEONHARD FOEGER

100.000 niños refugiados han llegado a Europa este año

Unas 8.000 personas cruzaron el jueves la frontera para entrar en Austria y otras 3.600 lo han hecho desde la medianoche del jueves al viernes, ha informado el portavoz, que ha asegurado que el flujo de inmigrantes podría similar este viernes al de la víspera.

Muchos de ellos son niños. Según Unicef, un cuarto de todos los refugiados que han llegado a Europa en lo que va de año, unos 100.000, son menores de edad y unos 10.000 han cruzado la frontera de su país solos.

"Los niños no acompañados son los más vulnerables de todos los refugiados, que ya de por sí son extremadamente vulnerables. Hay que establecer un programa para identificarlos e incluirlos en un plan de reunificación familiar inmediatamente", ha indicado en rueda de prensa Peter Salama, director regional de Unicef en Medio Oriente.

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