El dibujante Alfonso Zapico, Premio Nacional de Cómic en 2012, ha defendido hoy que para los autores "debería ser obligatorio ser permeables" y aprender de todo lo que les rodea.
Este autor asturiano, que nació en Blimea en 1981, trabaja en su proyecto La balada del norte de la que ya ha publicado su primer tomo tras éxitos como Dublinés o El otro lado del mar.
En un encuentro con periodistas , con motivo de su presencia en el salón internacional del cómic Viñetas desde o Atlántico en A Coruña, ha asegurado que en Asturias tienen "una cierta envidia sana por el tejido que hay Galicia" en torno al sector, pues él siempre tuvo que trabajar "de manera solitaria" en su casa.
Tuvo la suerte de obtener una beca para trabajar en la escuela de la localidad francesa de Angulema, donde preparó Dublinés, que posteriormente fue Premio Nacional del Cómic, en 2012.
"Allí trabajan en cómic, en ilustración y en animación. Hay una especie de microcosmos en torno a la imagen que es importantísima. Me ayudó mucho. Antes de estar allí no conocía eso ni imaginaba que pudiera existir", ha apuntado.
Los autores deben tener libertad
Vio las cosas de otra manera porque tiene "un estilo muy personal" y en Francia trabajó "con gente que no tenía nada que ver" con él, por lo que tras esa experiencia piensa que "debería ser obligatorio para autores ser permeables" a otros estilos: "Para mí fue fantástico", agrega.
En el mundo del cómic en general opina que las bandas diseñadas son "el lenguaje común" para que los autores puedan expresarse "a nivel personal, a nivel artístico y a nivel creativo".
"En esa libertad de los autores radica la clave de que hayamos podido abrir el cómic a más lectores. Somos muy diferentes, pero también muy libres", ha enfatizado.