Con su primera obra, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2006), una fábula antibélica, Alfonso Zapico consiguió el premio al Autor Revelación en el salón del Cómic de Barcelona; con la segunda, Café Budapest (Astiberri, 2008), sobre los orígenes del conflicto palestino-israelí, cimentó su estilo; y con la tercera, Dublinés (Astiberri, 2011), su biografía de James Joyce, consiguió el Premio Nacional del Cómic (2012). Una carrera meteórica para un autor que se caracteriza por su valentía, su interés por la historia y su búsqueda incansable para descubrir nuevos territorios en el mundo del cómic, como el protagonista de su nuevo trabajo, El otro mar (Astiberri) el descubridor extremeño Vasco Núñez de Balboa, cuya historia ha dibujado coincidiendo con el quinto centenario del descubrimiento del Océano Pacífico.
"Este nuevo trabajo -nos cuenta Zapico- narra el viaje de Vasco Núñez de Balboa en 1513, una expedición desde el norte del istmo de Panamá (costa caribeña) hasta el sur, donde el conquistador extremeño descubrió el Mar del Sur (costa pacífica). Aquel mar ya estaba allí, claro, pero los europeos no lo sabían"
Zapico escribió El otro mar tras recorrer junto a la Fundación Mare Australe la misma ruta que siguieron Núñez de Balboa y sus hombres en 1513. "Fue una propuesta de la Fundación, dentro de una aventura colectiva, una especie de laboratorio creativo en la propia selva del Darién, en Panamá. En marzo viajé con otros autores y recorrí la misma ruta que Balboa, y de aquellos lodos, estas viñetas. Las obras fruto de este proyecto serán un puente para unir España y Panamá, que es el objetivo primordial de Mare Australe".
"Balboa enfrentó al Viejo Mundo con el Nuevo"
Zapico nos cuenta cómo Núñez de Balboa se embarcó como polizón en un barco con dirección al istmo de Panamá, donde luchó y conspiró para levantar nuevas ciudades. Se ganó el título de gobernador de Veragua y escuchó una conversación en la que un cacique indígena contaba la historia de la existencia de "otro mar". A partir de aquí, el autor asturiano relata las visicitudes de aquella expedición que se adentró en aquella provincia inhóspita de Panamá y que estaba destinada a hacer historia.
"A partir de los hechos históricos y de mi propia experiencia he intentado construir un protagonista muy humano, pero muy poco heróico -confiesa Zapico-. Movido por quién sabe qué fuerza interior, ambición o locura, valor o desesperación, Balboa tuvo luces y sombras. Balboa es pura contradicción, es muy difícil aproximarse a él, porque por un lado produce un cataclismo al enfrentar el Viejo Mundo con el Nuevo. Pero por el otro, es puente que une Europa y América, pasado y futuro de dos continentes".
"He utilizado una documentación muy básica, publicaciones y libros de la América Española, sin entrar en profundidad. Como tenía poco espacio y debía ser ágil narrativamente, en mis viñetas hay sobre todo mi propia documentación: conversaciones, escenarios, personajes y eventos que viví en primera persona. Así que el relato es muy sincero y fresco, sin ser una recreación histórica detallada".
"Es verdad -continúa el dibujante- que la historia de este país tiene mucha chicha, sobre todo esta parte de la Conquista de América y el Siglo de Oro español. También es verdad que arrastramos una leyenda negra de sobra justificada, a la altura del resto de potencias colonizadoras de la época. La conciencia colectiva se debate entre la vergüenza y el orgullo nacional, a veces sin equilibrio ni perspectiva".
"Pero qué duda cabe de que hay grandes historias, maravillosas historias que podrían contarse, escribirse, dibujarse o filmarse con esta materia vastísima que es la Historia" -asegura el autor-.
"Es más primario y salvaje que 'Dublinés'"
Atención a la portada del libro porque tras ese Núñez de Balboa demacrado, que toma posesión del "otro mar", se esconden muchas incógnitas: " Hay muchos pequeños detalles sugeridos en la cubierta del libro -comenta Zapico-. No quiero desvelarlos todos, prefiero que cada lector haga su propio análisis. Pero si alguno tiene la curiosidad de buscar imágenes de grabados antiguos donde se representa el descubrimiento del Pacífico con Balboa y su estandarte, sólo tiene que compararlas con ésta para ver que el protagonista, la enseña que ondea, el propio océano y la visión del autor, difieren".
Hemos preguntado a Zapico qué ha significado esta aventura tras el esfuerzo mayúsculo de retratar la vida de Joyce en Dublinés. "Ha sido muy diferente. Dublinés fue un trabajo largo, con mucha documentación histórica, una parte literaria y un espíritu diferente. El libro de Balboa ha llegado como un vendaval, en forma de viaje por el istmo de Panamá, de trabajo a todo gas, con menos páginas pero más color y más movimiento. Es más primario y salvaje que Dublinés"
En cuanto a cómo le ha afectado ese Premio Nacional de Cómic que consiguió por Dublinés: "No sé si me siento más responsable, la verdad. Con o sin premio, tengo ese defecto que tanto sufrimos la mayoría de los autores, y que tanto nos ayuda a la vez: soy el crítico más exigente con mi propia obra. Reviso mi trabajo, mi planteamiento creativo, me contradigo y sigo adelante. Si algo puedo esperar del Premio Nacional, es que ayude a la visibilidad de este último libro, y a los que estén por llegar".
Zapico reside actualmente en Angoûleme, la ciudad francesa del cómic, donde prepara su nueva novela gráfica: "Estoy terminando la primera parte de la próxima historia, La balada del norte, una vuelta a la convulsa Asturias de mediados de los años 30. Un previo de la Guerra Civil que es a la vez un postfacio sentimental de la agonizante sociedad minera. Una reflexión sobre la rebeldía, un pequeño homenaje a una forma de vida amenazada que es mucho más compleja y hermosa de lo que parece".
De lo que no cabe duda es que el autor está dispuesto a explorar nuevos e interesantes caminos en el mundo del cómic. Como los grandes descubridores