La máxima accionista de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Esther Koplowitz, no ha logrado cerrar un acuerdo con el magnate George Soros para que éste amplíe su participación en la constructora, y ahora negocia dar entrada al multimillonario mexicano Carlos Slim.
El pasado 14 de noviembre, el consejero delegado de FCC, Juan Béjar, anunció que Esther Koplowitz -que controla el 50,15% de FCC a través de la sociedad B-1998- había llegado un acuerdo de exclusividad con un fondo de Soros para que acudiera a la ampliación de capital de 1.000 millones de euros que fue aprobada por la junta de accionistas seis días después y con la que busca reducir su deuda y recapitalizarse.
Con esa operación, Soros, que posee el 3,8% de FCC, podría haber alcanzado una participación cercana al 25% en el grupo, lo que le convertiría en su segundo mayor accionista.
"El accionista de control de FCC nos ha informado que ha finalizado la exclusiva concedida a Soros Fund sin que se haya cerrado acuerdo para su inversión", ha informado este lunes el grupo español en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Koplowitz reducirá su control hasta el 25% de la constructora
Según informa la constructora española en la misma nota, "se negocia ahora en base de exclusividad con Control Empresarial de Capitales SA de CV, sociedad perteneciente en su integridad a Inmobiliaria Carso SA de CV, que a su vez está controlada por la familia Slim".
El acuerdo anunciado el 14 de noviembre preveía que Soros se hiciera con los derechos de suscripción correspondientes a Koplowitz por cerca de 150 millones de euros y que, además, inyectara 500 millones en la ampliación de capital de 1.000 millones que el grupo de construcción y de servicios tiene previsto ejecutar antes de fin de año.
Después de esa ampliación de capital, la sociedad B-1998 -de la que la ejecutiva controla el 89,65% del capital- reducirá al 25% su peso en FCC.
Koplowitz ya ha llegado a un acuerdo con la familia Martínez Zabala, dueña de Bodegas Faustino, y Caixabank para facilitar su salida de B-1998.