Los ingresos de las familias con hijos en España dieron un "gran salto atrás" de diez años durante la crisis económica, según un informe de Unicef presentado este martes en Roma. El número de niños pobres ha aumentado en 800.000 como consecuencia de la crisis económica, entre 2008 y 2012, hasta situarse en un total de tres millones de niños que viven por debajo del umbral de la pobreza en España.
Así, España es el tercer país con más pobreza infantil de la Unión Europea, solo por detrás de Grecia y Letonia. En concreto, la tasa de pobreza infantil ha pasado de 28% en 2008 al 36% en 2012, lo que la convierte en el séptimo país donde más aumenta en este período.
Unicef señala en el informe, titulado Los niños de la recesión. El impacto de la crisis económica en el bienestar infantil en los países ricos, que las familias con hijos en España perdieron durante la recesión el equivalente a "diez años de esfuerzo y progreso", al igual que ocurrió Irlanda y Luxemburgo.
La maternidad se posterga
El estudio alerta de que el mayor costo de esta pérdida de potencial puede apreciarse en "la cada vez mayor alienación social y en el menor crecimiento demográfico".
De hecho, recuerda que las tasas de fertilidad se han ralentizado por primera vez en diez años y que, en parte, se debe "a que los jóvenes adultos postergan la formación de una familia a causa de la situación económica".
Se trata de un problema que magnifica los perjuicios de la pobreza y que reduce las posibilidades de obtener logros educativos y profesionales y que, si no recibe una respuesta, "puede tener repercusiones negativas a largo plazo en las sociedades".
Unicef subraya que en los países más castigados por la recesión, los niños son los que más sufren las consecuencias y los que las padecerán por más tiempo.
Los hijos de padres desempleados o con bajos ingresos sufren cambios en la dieta, eliminación de actividades extraescolares y dificultades para adquirir material escolar, además de rendir menos en la escuela, sufrir estrés y padecer humillaciones ante amigos y compañeros de clase.
Un pacto de Estado por la infancia
Durante la presentación del informe, el presidente del Comité Español de Unicef, Carmelo Angulo, ha reclamado un pacto de Estado por la infancia con la participación de todos los actores políticos y sociales para blindar la protección y los derechos de los niños.
La dotación de este pacto de Estado por la infancia podría oscilar entre los 9.000 millones de euros, en caso de universalizar una prestación familiar por hijo a cargo, que está establecida en 21 de los 27 países de la Unión Europea, y los 1.800 millones de euros, en caso de contemplar medidas orientadas a las familias más necesitadas.
La asignación de 9.000 millones de euros permitiría situar a España en torno a la media de inversión de la Unión Europea, que dedica un 2,2 por ciento del PIB a la protección de la infancia y de las familias frente al 1,4 por ciento de España.
El informe de Unicef refleja que España ocupa el puesto número 35 de 41 países de la Unión Europea y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en la tabla que mide la evolución de la pobreza infantil anclada en 2008.
Jóvenes que ni estudian ni trabajan
El informe destaca que las prestaciones familiares se ha reducido en varios países y que en España e Irlanda, "las demandas de medidas de ajuste económico limitó el margen de acción y provocó que se dejara de lado a los niños justo cuando los indicadores de pobreza empezaban a dispararse".
Los niños son los más vulnerables porque, según el estudio, "la pobreza es un ciclo que se retroalimenta" y "cuanto más tiempo permanezca el niño atrapado en el ciclo, menores posibilidades tendrá de escapar".
Además de a los niños, Unicef señala que la recesión ha golpeado "con extrema dureza" a los jóvenes y ha llevado a que el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis) haya crecido "de forma espectacular en la mayoría de los países de la Unión Europea-.
España es el sexto país con más aumento de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como ninis, que en los cinco años comprendidos entre 2008 y 2013 pasaron del 14,3% al 18,6%, cifras que solo empeoraron en Italia, Rumanía, Croacia, Grecia y Chipre, frente al liderazgo de Turquía, Alemania y Japón.
En total, España contaba con 830.966 jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban en el año 2012, frente a los 715,939.94 del año 2008.