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Un cómic convierte a Lorca, Dalí y Buñuel en héroes

  • 'Los caballeros de la Orden de Toledo' es obra de Javierre y Juanfran Cabrera

  • Lorca, Buñuel y Dalí forman un grupo clandestino para defender la ILE

  • La historia se centra en sus años en la Residencia de Estudiantes

JESÚS JIMÉNEZ
8 min.

Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí son los protagonistas del sorprendente cómic Los caballeros de la Orden de Toledo (Arian), que narra su paso por la Residencia de Estudiantes de Madrid a principios de los años 20 del pasado siglo. Y que es obra del guionista Javierre (El hombre mosca, Paté de marrano, Cretino, Los Vallekurrros) y el dibujante Juanfran Cabrera (Naufragio en la Herradura, El Cascamorras)

“La Orden de Toledo –nos cuenta Javierre- es una parodia de orden de caballería que se inventó Luis Buñuel, después de una noche de borrachera por Toledo, en 1923. Su fin último no era más irse a Toledo de juerga los fines de semana con los amigos de la Residencia de Estudiantes. Descubrí su existencia investigando las biografías de estos personajes para documentar el cómic y me pareció que, tanto la filosofía de la Orden como la resonancia de su nombre, iría genial para titular la novela gráfica”.

“Para nosotros –continúa el guionista- la Orden de Toledo es la excusa para contar una historia de aventuras en las que implicamos a estos personajes de la generación del 27”.

Una historia de acción y conspiraciones

Javierre resume así el argumento de La orden de Toledo: “En los años 20 España vive una época convulsa de inestabilidad política, gobiernos de turno y conflictos sindicales. En La Residencia de Estudiantes de Madrid, un oasis de cultura y libertad, coinciden tres jóvenes estudiantes que llegarán a estar entre los españoles más universales del Siglo XX: Lorca, Buñuel y Dali”.

“Lejos de sus familias y sin casi problemas económicos, se dedican a disfrutar de las tertulias y las noches de jazz madrileñas. Pero tras un incidente en el que se ven envueltos junto a Unamuno, la Institución Libre de Enseñanza (ILE) les propone formar parte de un grupo clandestino que luche por los objetivos de la institución: el cambio democrático y la modernización de España. De ésta forma se ven envueltos en una trepidante aventura de conspiraciones y acción”.

Los Caballeros de la Orden de Toledo –añade el guionista- es principalmente una obra de ficción en la que se respetan los hechos históricos y las biografías conocidas de los protagonistas, pero como parte de la ambientación más que cómo línea argumental. Tras una introducción a la época y las circunstancias de los personajes, nos adentramos en una historia llena de aventuras y suspense”.

Las curiosas reglas de la Orden de Toledo

Lo curioso eran las reglas de esta Orden, que nos recuerda Javierre: “Las reglas de la Orden de Toledo atendían un poco al capricho de su Condestable, que así es como se autoproclamó el propio Buñuel. Si no se cumplían, los integrantes podían ser degradados e incluso expulsados. Pasaban por:

- Amar a Toledo sobre todas las cosas

- Visitar la ciudad santa al menos una vez al año con la intención de vivir inolvidables experiencias.

- No lavarse durante la estancia en la ciudad santa.

- Alojarse y comer en lugares no turísticos

- Visitar la tumba del Cardenal Tavera (Catherine Deneuve visitaba el sepulcro en la película Tristana de Buñuel)

Y por último, era obligado perderse por las calles sin destino definido.

La Residencia de Estudiantes

La Residencia de Estudiantes es el escenario del cómic. Y Javierre nos recuerda su importancia: “Fue vital para el desarrollo artístico y personal de los personajes que pasaron por ella. Si bien, dentro de la historia de España no fue más que un espejismo de lo que podría haberse convertido la educación universitaria española, para todos y cada uno de los personajes que estuvieron relacionados con ella fue una experiencia única que marcó sus destinos”.

“En ella estudiantes y profesores convivían en un ambiente intelectual de libertad y respeto. Tenían laboratorios y biblioteca propia suscrita a las revistas culturales que se publicaban en Europa. Presencia casi constante de intelectuales: Unamuno, Ortega, Juan Ramón Jiménez... Conferencias: Einstein, Marie Curie, H.G Wells... O sea, algo similar a Oxford y Cambridge en Madrid”.

Dibujando a los protagonistas

Destacar el excelente dibujo de Juanfran Cabrera, que sabe reflejar la personalidad de los protagonistas y el ambiente de la residencia de estudiantes con un dibujo a medio camino entre el realismo y la caricatura, y que destaca por su expresividad.

“Desde un principio hemos procurado buscar un aspecto físico moldeable –asegura el dibujante-, es decir, no tratar de hacer retratos muy realistas porque habrá que meterlos en situaciones donde las expresiones faciales serán muy diversas y pueden llegar a ser extremas”.

“Siempre hemos buscado más la imagen que tenemos de ellos, pero teniendo en cuenta su aspecto físico real. Por ejemplo, Buñuel no era tan cachas, pero era el deportista, el bromista y el broncas, por llamarlo de algún modo. Hemos intentado hacer un grupo heterogéneo destacando alguna parte de cada uno de ellos, empezando por lo sicológico, y que se verá reflejado posteriormente en lo físico”.

“Me han dicho que Buñuel se parece a Goku”

En cuanto al personaje más difícil de captar, Juanfran confiesa que “Quizá sea Buñuel, por su estrabismo y ese flequillo indomable. El estrabismo no es difícil de dibujar, lo que ocurre es que al ser una imagen estática no se sabe a donde está mirando el personaje, y las miradas son muy importantes en los dibujos”.

“También tiene los ojos saltones, pero no podía recargar su cara con muchas líneas, por guardar coherencia con mi estilo de dibujo bastante cartoon, así que opté por ponerle los ojos grandes. Alguna vez me han dicho que se parece a Goku (Bola de Dragón), y la verdad es que si puede estar un poco amangado (de manga, cómic japonés)”.

En cuanto a la documentación, Juanfran nos cuenta que: “Javierre tiene muy claro lo que quiere, así que cuando me pasa el guión me suele enviar también documentación (tipo de edificios, calles, locales, vehículos, etc). De cualquier modo no es dificil encontrar documentación gráfica de los años 20 gracias a internet. Y la mayoría de lugares reales de Madrid que aparecen, se conservan casi igual hoy día”.

A veces me surgen dudas de si ya existía alguna cosa para dibujarla o no. Tengo que tener mucho cuidado con lo que dibujo, y a veces me veo leyendo artículos de muebles o moda de los años 20 en lugar de estar dibujando. Lo que me resultó realmente curioso es la manera en la que se amontonaban los cuadros en el Museo del Prado en esa época”.

El proceso de dibujo

Juanfran Cabrera nos ha contado cómo trabaja: “Javierre me pasa el guión bastante acabado, él también dibuja cómics, así que me pasa un storyboard muy detallado en cuestión de viñetaje, tomas y planos. A veces añado o cambio algo para tratar de mejorar la historia, que el impacto o sensación sea uno u otro (el cómic funciona exactamente igual que el cine) y si le parece bien lo incorporamos”.

“Después paso a dibujarlo a lápiz, bastante sucio, sin preocuparme de manchar y probar diferentes figuras, o pose. Una vez acabado el lápiz, dibujo la página a tinta. Cojo solo las líneas que me interesen de todo lo hecho previamente a lápiz. Como está todo muy guarreado lo hago en otro papel, por decirlo de alguna manera, calcándolo con la página a lápiz debajo, a través de una mesa de luz”.

“Después lo escaneo y se lo paso a Javierre que pone los colores base. A veces le doy indicaciones precisas con muestras de qué color debe ir cada cosa, y otras lo hace a su manera. Me lo pasa de nuevo y ya le doy el acabado final, entonando colores y dándole volúmenes, texturas, sombras, etc. Esto hace que agilicemos un poquito más el trabajo. Aquí podéis ver unas pruebas del proceso de creación”.

Un cómic realizado gracias al crowfunding

Los caballeros de la Orden de Toledo serán 5 números de 32 páginas, con periodicidad bimestral y financiados mediante crowfunding a través de Verkami: “A la gente les da igual que haya sido autoeditado a través de crowdfunding o por una editorial siempre que puedan disfrutarlo -comenta Juanfran-. Y esta era la única manera de hacerlo en un plazo razonable, ya que a través de una editorial había que acabarlo todo entero para poder sacar un solo tomo".

“Así podemos ir publicándolo por partes sin tener que esperar a tenerlo todo acabado, lo que se nos hace eterno, teniendo en cuenta que tengo que trabajar en otras cosas. A parte, el hecho del hacerlo por crowdfunding te posibilita saber de antemano la aceptación que tiene el proyecto y sirve como herramienta de promoción”.

¿Por qué Lorca no está enterrado donde se esperaba?

En cuanto a sus proyectos, Juanfran asegura que “Por lo pronto acabar este, que es bastante amplio”.

Y Javierre nos recuerda que “En este momento tenemos activo un 2º Crowfunding en Verkami para que se unan más mecenas al proyecto. Durará hasta el 26 de Julio. La serie constará de 5 números y ahora estamos finalizando el 2º, subtitulado Dali, y que se centra en la llegada del pintor a la residencia”.

“Mi principal proyecto es terminar esta miniserie de 5 números y, si tiene buena aceptación, continuar con ella hasta dar respuesta al enigma que planteamos en la introducción. ¿Por qué no está Lorca en la fosa donde se esperaba que estuviera? Si las cosas salen bien, la historia completa de Los Caballeros de La Orden de Toledo no tendría menos de 9 volúmenes. Esperemos que así sea”.

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