Entre la multitud agolpada a las puertas del Congreso de los Diputados para saludar por primera vez a sus nuevos reyes se encuentra una pareja estadounidense, la única que de verdad conoce al nuevo monarca.
Allan E. Goodman sale del hotel Palace con su esposa. Se para en mitad de la calle, mira la avenida engalanada de banderas españolas y escucha con una media sonrisa los “vivas al rey”, al hombre a quien conoció hace 18 años en la Universidad Georgetown. Entonces, el joven Felipe estudiaba un máster en Relaciones Internacionales y él era su profesor. Maestro y alumno han mantenido la relación todos estos años y hoy es uno de los invitados de excepción que le ha visto jurar la Constitución.
“Era serio, responsable y muy trabajador. Yo le conocí como Felipe, un alumno más, y hoy le veo convertido en rey. Estoy orgulloso”, dice a RTVE.es, sin esconder la emoción. Su mujer asiesnte y añade: "Es que sobre todo Felipe era y es una buena persona".
Felipe VI, 'el Preparado'
Los Goodman han esbozado las claves del apodo con el que el pueblo de Madrid ha bautizado hoy al monarca: Felipe VI, el Preparado.
“Ha ido a la Universidad. Habla idiomas. Tiene experiencia diplomática. Nadie lleva más tiempo que él preparándose para asumir el cargo de jefe del Estado. Es la persona idónea”, asegura Javier Terán, un joven de 19 años.
A su lado, Óscar Balbino, boina verde del Cuerpo de Operaciones Especiales, elogia también a Felipe pero no se olvida de su padre. “Ha enfrentado retos muy importantes y los ha salvado con creces. Ha fortalecido la democracia. Le juré lealtad en 1991 y hoy vengo a despedirle y también a recibir al nuevo rey”, asegura.
“Felipe y Letizia llegan limpios y sin escándalos“
En el recorrido ‘real’ -que ha transcurrido desde el Congreso hasta el Palacio Real a través de la Gran Vía- se mezclan curiosos, turistas despistados y simpatizantes de la monarquía. La mayoría de los que han salido hoy a la calle para ver a los reyes lo ha hecho para "formar parte de la historia" y "defender la institución".
“El caso Urdangarín y el desliz de Botsuana han pasado factura. Pero Felipe y Letizia llegan limpios”, reconoce Balbino, que ha llegado de madrugada desde Santander y esta misma noche se coge el autobús de vuelta.
Hijos de la monarquía
Para Andrés Pérez y Alejandro Pascual, de 15 y 14 años, este es el primer “día histórico” del que tienen recuerdo. “Además de las victorias de la Roja”, apunta Alejandro. Pero hoy el fútbol mejor no mentarlo...
Ellos y muchos de los que esta mañana han aclamado a Felipe VI son hijos de la monarquía, una generación que ha nacido bajo el reinado de los Borbones y no se cuestiona la forma de Estado. Es lo único que han conocido y creen que, mientras la monarquía sirva al pueblo, no hay que cambiarla.
Así lo explican Adela y Elena Vicente, dos hermanas de Carabanchel, que nacieron en el 1975. Parecen sacadas de la mítica escena de Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes. Pero el escaparate de la joyería es aquí la pantalla de los cines Callao en la que ven y leen el discurso del rey ensimismadas con sus cafés y bocadillos.
"Viva el rey... mientras nos sirva"
“Si la monarquía nos ha ido bien, ¿para qué cambiarla?“
“Hasta ahora los reyes han hecho un buen papel. Y yo creo que su hijo también lo hará. A mí es que el príncipe me gusta mucho”, dice Elena, mientras su hermana la regaña por el despiste. “Va a costar un poquito acostumbrarnos a llamarle rey”.
Eso dicen también dos jóvenes cordobesas. “Si la monarquía nos ha ido bien, ¿para qué cambiarla?. Viva el rey mientras nos sirva”, se pregunta una de ellas.
Sentada en un silla, María ha seguido con atención el discurso pese al trasiego de gente. “Felipe ha tocado todos los temas con una visión de jefe de Estado responsable y respetuoso con las leyes. Ha estado impecable”. Y añade: “Yo no soy monárquica ni republicana. Yo soy del rey mientras me sirva y hasta ahora lo ha hecho”.
Unidad frente al "desafío catalán"
Los "vivas" al rey se convierten en insultos cuando la imagen que aparece en pantalla es la de Artur Mas. El desafío soberanista catalán ha estado muy presente en los comentarios de la gente en la calle y también en el discurso de Felipe VI.
“Me ha faltado que hubiera sido más firme en cuanto al tema del independentismo de Cataluña”, asegura Manuel.
“La tensión con Cataluña es el principal desafío del nuevo rey. Entiendo que Juan Carlos I se haya querido ir para no ver cómo los nacionalistas intentan destruir lo que tanto esfuerzo le ha costado conseguir: una España unida”, señala Miguel.
Victoria Cerro está de acuerdo. Ella estuvo en la proclamación de don Juan Carlos y cree que antes había más consenso a cerca de la institución. “Era un momento difícil pero estábamos más unidos que ahora. Sabíamos que queríamos una democracia y una Constitución. Ahora parece que lo que votamos entonces ya no vale”, afirma.
Detenidos por lucir símbolos republicanos
Felipe VI ha defendido una España "unida y diversa" en la que "cabemos todos" y ha ofrecido una "monarquía renovada para un tiempo nuevo". Pero mientras él pronunciaba estas palabras, en la misma plaza de Callao, José García no tenía la sensación de caber en esta España. La policía le impidió el paso a su casa por vestir una camiseta con una bandera republicana.
“Creía que éramos una democracia seria y adulta, pero ya veo que no”, le recrimina a los agentes, que aseguran haber recibido la orden de prohibir cualquier exhibición republicana en los aledaños del recorrido ‘real’. La Policía Nacional ha detenido a tres personas esta mañana en Madrid, dos por lucir símbolos republicanos y otra más por resistencia a la autoridad.
A mediodía el sol cae a plomo sobre la capital. Ríos de gente teñidos de amarillo y rojo confluyen en la plaza de Oriente, donde la policía controla cada entrada. Los ciudadanos tienen que pasar por arcos de seguridad para entrar en la explanada del Palacio Real.
María Machado agita el abanico con soltura. Venezolana de nacimiento, lleva 12 años viviendo en España, suficientes -dice- para valorar el "importante papel" que ha jugado la monarquía. "Envidio a la Casa Real española como garantía de estabilidad y credibilidad", asegura. Y recuerda la especial ligazón de don Juan Carlos, impulsor de las cumbres iberamericanas, con el Nuevo Continente.
“Felipe ha estado muy presente en América Latina“
"En los últimos años Felipe ha estado muy presente en América Latina. Ha asistido a numerosas investiduras de presidentes allá. Conoce bien la realidad de los latinos y creo que potenciará mucho las relaciones al otro lado del Atlántico", señala a RTVE.es.
Bajo la sombra de un árbol y con el repicar de fondo de las campanas de la Catedral de la Almudena, Guillermo Rodríguez comenta con sus amigos el relevo en el trono mientras espera el saludo de los nuevos reyes desde el balcón del palacio.
“La República iba a costar más dinero e íbamos a tener otro político más, que es lo que queremos evitar. Nuestros políticos no dan la talla. No puedo pensar en un solo diputado que pueda representarnos mejor que Felipe como jefe de Estado”.
Una francesa que escucha la conversación anima el debate. “La monarquía es algo que tiene que acabarse. Es un vestigio del franquismo y del pasado”, asegura. Reconoce que la república gala no pasa por su mejor momento, pero “al menos a François Hollande lo ponemos y los quitamos nosotros”.
"El cargo es heridatario, pero el cariño no"
Su voz se ahoga en "vivas al rey" y a España. El saludo de Felipe y Letizia junto a sus hijas acapara los flashes, las miradas y los comentarios. Los aplausos se intensifican cuando don Juan Carlos aparece en el balcón.
Reina Reyes ha vuelto a vivir un momento histórico. El pintoresco nombre de esta venezolana afincada en Holanda le viene de pila, pero ella lo pasea a gala en cada evento de la realeza europea. Ella y su marido no se pierden un ‘sarao’ real. Han estado en las bodas de Guillermo y Catalina en Londres, en la de Alberto y Charlene en Mónaco, y en las recientes proclamaciones de Felipe en Bélgica y Guillermo Alejandro en Holanda, un país donde la monarquía goza de un amplio apoyo.
Como experta en citas monárquicas, y fiel defensora de la institución le hace un regalo a los nuevos reyes en forma de consejo: “La clave para que tengan éxito es que no pierdan el contacto con la gente. El cargo es hereditario, pero el cariño es del pueblo”.