La Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados se abría poco antes de las 10:30 de este 19 de junio, día histórico en España, para recibir al rey Felipe VI, acompañado de la reina Letizia y de sus hijas, la nueva heredera al trono, la princesa de Asturias Leonor; y la infanta Sofía.
La solemnidad ha rodeado el acto de proclamación en la Cámara Baja, donde Felipe VI ha pronunciado un discurso en el que ha abogado por una "monarquía renovada para un nuevo tiempo" y ha defendido una "España unida y diversa en la que cabemos todos".
Un nuevo rey que ha comenzado su mensaje muy emocionado al rendir homenaje a sus padres, los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. En ausencia del anterior monarca, que decidió no asistir a la ceremonia de proclamación para dar todo el protagonismo a su hijo, ha sido la reina la que ha ocupado un papel relevante.
Numerosas ovaciones para el rey Felipe VI y doña Sofía
Siete veces ha sido ovacionado el rey Felipe VI en un Congreso de los Diputados en el que no cabía un alfiler con la presencia de los diputados y senadores de las Cortes Generales, presidentes autonómicos, representantes institucionales, mandos del Ejército y demás invitados de la tribuna.
La reina doña Sofía ha sido aplaudida en tres ocasiones, al entrar al hemiciclo de forma espontánea por toda la bancada y cuando ha sido citada por el rey y por el presidente del Congreso, Jesús Posada, que han resaltado su destacada contribución en el reinado de Juan Carlos I.
Junto a la reina ha estado la infanta Elena, que no ha podido contener las lágrimas durante el acto de proclamación. No ha acudido la infanta Cristina, apartada de los actos de la Casa Real.
Si en el acto de abdicación del rey Juan Carlos se pudo ver la complicidad entre el monarca y su heredero, este jueves han sido numerosas las miradas, sonrisas y gestos cómplices del rey con su madre, que le ha lanzado un beso desde la tribuna.
También han sido notables los gestos de cariño entre los nuevos reyes de España y de estos con sus hijas, que han asistido con obediencia y curiosidad a la proclamación de su padre como rey.
La heredera al trono ha mantenido sus manos entrelazadas y la compostura durante todo el discurso, mientras que la infanta Sofía se ha mostrado algo más inquieta, lo que ha provocado que su hermana mayor le diera algún 'toque de atención'.
La reina Letizia ha estado muy pendiente de las pequeñas y al citarlas el rey en su discurso, ambas han sonreido, lo que ha contagiado al hemiciclo que ha roto con un ligero murmullo y risas el total silencio con el que ha escuchado un discurso histórico. Pese a estar sentadas en sillas más bajas que sus padres, no les llegaban los pies al suelo.
A su salida del Congreso, la reina doña Sofía ha afirmado a la prensa que el discurso del nuevo rey ha sido "precioso". Sin duda, la reina ha sido una de las más aclamadas en este día en el Congreso. La infanta Elena, preguntada por su gran emoción, ha exclamado: "Cómo para no estarlo". En la memoria de todos, sus lágrimas cuando vio a su hermano, ahora rey, como abanderado del equipo español en las Olimpiadas de 1992.
La solemnidad de un día histórico para España
Antes del acto de jura de la Constitución de Felipe VI como nuevo rey de España, los nuevos monarcas y sus hijas han llegado al Congreso en un Rolls Royce, perteneciente a Patrimonio Nacional, desde el Palacio de la Zarzuela, donde don Juan Carlos ha impuesto el fajín de Capitán General a su hijo.
En ese acto, y posteriormente en el saludo que han ofrecido los reyes a la ciudadanía desde el Palacio Real, Felipe VI ha compartido el protagonismo con su antecesor.
El rey ha vestido uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra y la reina, fiel a su diseñador de cabecera Felipe Varela, ha optado por un discreto diseño en color blanco.
A su llegada al Congreso, los nuevos reyes han entrado en las páginas de historia por la Puerta de los Leones, cubierta por un gran dosel con el escudo nacional. Pero antes hacían un breve recorrido a pie por la Carrera de San Jerónimo, donde han sido recibidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y donde ya recibían el calor de los ciudadanos, cuya presencia ha aumentado durante el posterior recorrido por el centro de Madrid.
El rey ha pasado revista a las tropas y le ha rendido honores un batallón compuesto por una escuadra de gastadores, bandera, banda y música, junto con cuatro compañías de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil, que han tocado el himno de España y marchas militares.
Ya dentro del hemiciclo, Felipe VI ha jurado la Constitución ante un facsímil de un ejemplar histórico de la Constitución Española de 1978, firmado por el anterior monarca y los presidentes de las cámaras constituyentes y ante la corona y el cetro de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, símbolos de la máxima representación de la monarquía española.
El rey no ha jurado ante un crucifijo, a diferencia de don Juan Carlos que sí lo hizo y utilizó la fórmula "juro por Dios y sobre los santos evangelios hacer cumplir las leyes fundamentales del reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional", según reza el Diario de Sesiones del 22 de noviembre de 1975.
Tras el juramento, el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, ha proclamado, en nombre de las Cortes Generales al rey de España y ha gritado: "Viva España, viva el rey".
Ya antes de la ceremonia, los ciudadanos congregados a las puertas del Congreso habían gritado ''vivas' al rey y a España.
La emoción de los asistentes que querían inmortalizar el momento
Los diputados, senadores y demás autoridades que han asistido a la proclamación han coincidido a su entrada al Congreso en las mismas ideas y "sentimientos". Los que han atendido a la prensa han destacado que era un día histórico para España y que había que resaltar la normalidad democrática de la sucesión en la Corona de España.
Ese ha sido precisamente el mensaje lanzado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al término del acto de proclamación. Ha destacado la "tranquilidad" con la que se ha efectuado el cambio en la Jefatura del Estado, y ha resaltado la ovación y las demostraciones de cariño de la gente hacia la reina Sofía.
Por su parte, el PSOE ha considerado "acertado" el discurso de Felipe VI y ha subrayado su compromiso de ser un monarca constitucional y su deseo de encarnar una monarquía "renovada en un tiempo nuevo".
Antes de comenzar el acto solemne, llamaba la atención ver a los parlamentarios hacerse numerosas fotografías y 'selfies' en un lugar tan común para ellos. Todos insistían en el "honor" de "estar y vivir en primera persona" esta jornada histórica.
Especialmente emocionado ha llegado el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, ante la responsabilidad de su cometido este jueves. "Estoy ante el discurso más importante de mi vida, aunque hoy el discurso importante es el del rey", ha señalado.
Otros como el histórico socialista Alfonso Guerra ha echado la vista atrás y ha recordado cómo asistió a la coronación de don Juan Carlos y ahora lo hacía a la de Felipe VI. Es el único de los diputados que ha asistido a las dos coronaciones.
Los tres expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero han charlado distendidamente en el hemiciclo, que dejaba instantáneas simpáticas y curiosas como la imagen del hijo de la infanta Elena, Felipe Juan Froilán, sentado junto al jugador de baloncesto Pau Gasol, amigo del príncipe.
Los padres y abuelos de la reina Letizia tampoco han querido perderse la ceremonia. La madre de Letizia y la reina se han saludado cariñosamente en el pasillo por el que se accede a la tribuna de invitados. También han acudido las tias paternas del rey, las infantas Pilar y Margarita y Carmen Iglesias, profesora del príncipe durante 20 años.
Los que no han asistido han sido los parlamentarios de los grupos Izquierda Plural, ERC, Amaiur, BNG, Compromis y Geroa Bai. Sus asientos no han quedado vacíos ya que los parlamentarios han tenido que asistir a la ceremonia más que unidos en un hemiciclo que ha doblado su aforo.
Mas y Urkullu, gesto serio y pocos aplausos
Al acto han asistido la totalidad de los presidentes autonómicos. Las miradas se han dirigido a la larga charla del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el lehendakari, Íñigo Urkullu; y el de Cataluña, Artur Mas. Los dos últimos han mantenido un gesto serio durante toda la ceremonia y apenas han aplaudido al nuevo monarca, que ha terminado su discurso dando las gracias en todas las lenguas oficiales del Estado español.
Ambos han sido abucheados en la calle cuando aparecían en las pantallas de televisión repartidas por el recorrido que han hecho los reyes. También ha sido abucheado el portavoz parlamentario de CiU, Josep Duran i Lleida, que a su llegada al Congreso recibía los gritos: "Fuera, fuera" y "vete a tu país".
Antes del desfile militar y de partir hacia el Palacio Real, los príncipes han saludado a las principales autoridades del Estado y a los asistentes a la Cámara Baja. Las miradas se han centrado precisamente en la breve charla mantenida con Urkullu y Mas, mientras que el encuentro ha sido más largo con otros presidentes autonómicos.
Mas ha explicado que no ha encontrado "nada nuevo" en la intervención del rey, que le hubiera gustado que hubiera hablado de un "Estado plurinacional" y que ese ha sido el motivo por el que no ha aplaudido. Ha contado que tanto el rey como la reina le han hablado en catalán, una "sensibilidad" que "agradece".
La gran mayoría de los asistentes al acto de proclamación en el Congreso de los Diputados se han dirigido posteriormente al Palacio Real, donde la nueva Familia Real saludó desde el balcón. Otra de las imágenes de esta jornada histórica.