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Obama, en Normandía: nuestro grito por la libertad está escrito con sangre en estas playas

  • Hollande: "Francia nunca olvidará lo que debe a Estados Unidos"

  • Francia reúne a 19 líderes en el 70º aniversario del Desembarco de Normandía

  • Se celebra con la crisis ucraniana de fondo y presencia de Putin y Poroshenko

RTVE.es
4 min.

Frente a la costa atlántica, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha recordado a las víctimas de las guerras en los actos de conmemoración del 70º aniversario del Desembarco de Normandía. Nuestro compromiso con la libertad, ha dicho, está "escrito con sangre" en las playas de Normandía.

Obama ha conectado a los hombres que el 6 de junio de 1944 se lanzaron a la playa de Omaha para liberar Europa de la Alemania nazi con la generación surgida tras el 11-S, "que también han servido a su país con valentía en un tiempo de guerra".

El anfitrión, François Hollande, ha agradecido a EE.UU. su contribución a la liberación del Viejo Continente del yugo del nazismo. "Francia no olvidará jamás lo que le debe a Estados Unidos", ha dicho el mandatario francés junto a su homólogo estadounidense en el cementerio más emblemático para los aliados que perecieron en esa operación, el de Colleville-sur-Mer, donde reposan más de 9.000 soldados.

Previamente, Hollande había evocado uno de los capítulos oscuros de ese hito de la Segunda Guerra Mundial al recordar, entre todas las víctimas, a las "jóvenes sometidas a la violencia sexual". Hollande hablaba en general "de todas las guerras" y no se refería a EE.UU., pero esa frase pronunciada en Normandía recordaba las miles de violaciones cometidas por parte de los soldados estadounidenses que desembarcaron en la región, informa AFP, que cita al historiador estadounidense J. Robert Lilly.

Ucrania en la agenda

En ese discurso ante veteranos y familiares de víctimas francesas, Hollande también ha defendido su política exterior: "Porque Francia conoció la barbarie, hace todo por preservar la paz en todas partes, en África y en las puertas de Europa", ha dicho Hollande, en referencia a las intervenciones militares de tropas francesas en Mali y en República Centroafricana y a los intentos de París por evitar un conflicto armado en Ucrania, informa Efe.

En los actos conmemorativos participan 19 jefes de Estado, entre ellos el mandatario electo de Ucrania, Petró Poroshenko, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, que ha protagonizado la actividad diplomática de la jornada.

Putin se ha reunido por primera vez con Poroshenko y han pedido un alto el fuego en el este de Ucrania, donde el conflicto armado entre Kiev y los rebeldes prorrusos se ha cobrado decenas de vidas. El presidente ruso también ha mantenido sendos encuentros con Angela Merkel y Barack Obama en un gesto de distensión sin precedentes desde la anexión de Crimea y las sanciones internacionales contra Moscú.

Ceremonia central

Las reuniones bilaterales han sido un paréntesis en los actos de homenaje y se han celebrado antes de la gran ceremonia en Ouistreham, a la que los jefes de todas las delegaciones, veteranos de guerra y militares en activo ha acudido tras la comida celebrada en el castillo de Bénouville.

En Ouistreham, donde hace siete décadas tuvo lugar una de las primeras batallas del Día-D, el presidente francés ha aprovechado para lanzar un guiño a Rusia. En su agradecimiento a todos aquellos que contribuyeron a liberación de Europa de la ocupación nazi, ha subrayado particularmente "la valentía del Ejército rojo" y "la contribución decisiva" a la victoria aliada por parte de los pueblos de la antigua Unión Soviética.

También ha afirmado qeu Europa y el resto de aliados "todavía tenemos el deber de hacer progresar los pueblos de Europa, de reforzar el rol de Naciones Unidas, de defender por todas partes los derechos humanos".

La costa normanda se ha volcado así en el recuerdo de una operación que marcó el principio del fin de la II Guerra Mundial y que en la noche del 6 de junio de hace 70 años contabilizó más de 3.000 muertos aliados y otros 3.000 entre la población local. Para finales de julio de 1944, según recuerda el Elíseo, sede de la presidencia gala, hubo 54.000 muertos alemanes, 24.000 estadounidenses, 20.000 anglo-canadienses y 20.000 franceses, para un total de 600.000 víctimas, entre fallecidos, heridos y desaparecidos.

La jornada de celebraciones oficiales ha concluido con la celebración de una cena de Estado del presidente francés y la reina de Inglaterra, Isabel II, en el Palacio del Eliseo. A la cena, el presidente francés ha invitado a deportistas y artistas que guardan relación con el Reino Unido.

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