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La Policía ucraniana libera a los 67 detenidos en Odessa tras un asalto a la sede de Interior

  • Los prorrusos mantienen la alerta en Donetsk ante el avance de las tropas

  • Las banderas lucen crespones negros por las víctimas en Odessa

  • Rusia pide a la comunidad internacional presionar a Kiev para parar violencia

EFE
4 min.

La policía ucraniana ha liberado a 67 detenidos en los disturbios del viernes pasado en Odessa, después de que un millar de prorrusos intentaran asaltar la sede del Ministerio del Interior de la ciudad.

La Fiscalía regional de Odessa decidió poner en libertad a los participantes en los desórdenes "por exigencia de los manifestantes",  según un comunicado emitido por la policía y divulgado por la agencia UNIAN.

Los prorrusos liberados fueron recibidos por familiares, amigos y simpatizantes concentrados en el patio interior del edificio al grito de "Odessa, ciudad rusa". Entre las personas puestas en libertad, figurarían también partidarios de la integridad de Ucrania.

Los enfrentamientos violentos protagonizados el viernes por ambos bandos costaron la vida a 46 personas en esa ciudad bañada por el mar Negro.

Tratan de disolver a los manifestantes

Ahora, la policía intenta convencer a los congregados para que se dispersen, pero éstos se niegan, ya que aducen que a los liberados no les han devuelto sus documentos de identidad, por lo que podrían volver a ser apresados.

En total, 127 personas permanecían detenidas por participar activamente en los disturbios protagonizados por prorrusos y proucranianos.

Poco antes, los prorrusos lanzaron piedras contra las ventanas e intentaron acceder por la fuerza en el edificio, pero decenas de efectivos antidisturbios equipados con escudos y cascos les impidieron el paso.

Los atacantes querían impedir el traslado de sus compañeros a los tribunales de primera instancia para que se dictaran medidas cautelares.

   Los manifestantes llegaron a la comisaría tras marchar por las calles de la ciudad desde la Casa de los Sindicatos, donde un incendio se cobró el viernes la vida de unas 40 personas, en su mayoría prorrusos partidarios de la federalización de Ucrania.

Se sumaron a los cientos de familiares y amigos de los detenidos que se habían concentrado horas antes frente al edificio para exigir su puesta en libertad.

Yatseniuk responsabiliza a la policía

Este domingo ha llegado a Odessa el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, quien responsabilizó a la policía de los sucesos del viernes. "Si los órganos de seguridad funcionaran, entonces esos terroristas deberían haber sido neutralizados", dijo Yatseniuk, quien encargó a la Fiscalía "encontrar a todos los cabecillas y organizadores" de los disturbios.

Decenas de miles de habitantes de Odessa han acudido a las iglesias para rendir homenaje a los muertos, mientras los transeúntes depositan ramos de flores frente a la Casa de los Sindicatos.

Ucrania declaró ayer y hoy domingo días de luto nacional por la tragedia de Odessa, en la que la mayoría de los fallecidos en el incendio eran prorrusos que habían tomado el edificio para escabullirse de la policía.

Los prorrusos acusan al bando contrario de incendiar el inmueble al lanzar cócteles molotov y otros artefactos explosivos caseros, mientras la policía asegura que los primeros también tiraron objetos y dispararon desde la Casa de los Sindicatos contra la multitud.

Rusia pide presionar a Kiev

Mientras,  Kiev prosigue su ofensiva contra los bastiones insurgentes en el este del país, lo que mantiene en alerta a los milicianos prorrusos que controlan varios edificios oficiales en la capital.

Rusia ha llamado este domingo a la comunidad internacional a presionar a Kiev para que renuncie al uso de la violencia en el sureste del país, donde las autoridades ucranianas se proponen continuar la operación de castigo contra los bastiones prorrusos.

"Son necesarias urgentes medidas de presión sobre las autoridades de Kiev para poner fin a su línea criminal. La tragedia de Odessa, donde murieron decenas de jóvenes, consternó al mundo entero", ha asegurado Grigori Karasin, viceministro de Asuntos Exteriores, a la agencia oficial ITAR-TASS.

El diplomático asegura que Rusia está "indignada" con Kiev por no cumplir "ni uno" de los acuerdos alcanzados el pasado 17 de abril en Ginebra, "en primer lugar, la renuncia al uso de la fuerza en su propio país".

"Continúan las acciones punitivas de fuerza en el sureste de Ucrania. Los ultranacionalistas campan libremente por el sur, lo que es absolutamente inadmisible. Expresamos nuestras condolencias a las familias de los muertos en Odessa, Slaviansk y Kramatorsk", ha dicho.

Putin busca una salida a la crisis

Con todo, Rusia continuará sus esfuerzos para el cumplimiento de los acuerdos, tanto los de Ginebra como los sellados el 21 de febrero en Kiev entre el entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, y la antaño oposición con mediación internacional.

El presidente ruso, Vladímir Putin, está en permanente contacto con los dirigentes de otros países para encontrar una salida a la crisis, mientras "las autoridades ucranianas abordan la situación de manera irresponsable e incompetente", agrega.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió este sábado al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que obligue a Ucrania a suspender "de inmediato" las acciones militares y retirar las tropas del este rusohablante del país.

Por su parte, EE.UU. tachó de "inadmisible" el brote de violencia vivida por Odessa e instó a Kiev a encontrar y castigar a los culpables.

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