El anuncio de finalistas de los Goya 2014 no deja sensación de caballo ganador entre las cinco nominadas a mejor película. La primera impresión es que La gran familia española, favorita numérica con 11 nominaciones, se disputará los premios importantes con Vivir es fácil con los ojos cerrados y Caníbal. Por detrás se sitúan 15 años y un día (que no aparece en la categoría de guion) y La herida (por compleja y radical).
La lectura de finalistas desde la sede de la Academia de cine en Madrid, a cargo de los Quim Guitiérrez y Clara Lago, se ha vivido como un instante de alivio en mitad de la tormenta. Un momento para felicitaciones en el que los nominados han recordado el esfuerzo que hay detrás de cada proyecto, más allá de las frías cifras de taquilla de 2013. Un día para celebrar la excelencia. Tras los abrazos, sin embargo, llegaba la pregunta: ¿Dónde se puede ver tu película?
A diferencia del año pasado, ninguna de las finalistas a mejor película están entre las películas más taquilleras del año pasado, aunque Las brujas de Zugarramurdi (con 10 opciones) y Zipi y Zape y el club de la canica (con 4), estarán representadas en la ceremonia de entrega del próximo 9 de enero.
“La desconexión entre taquilla y talento ha existido siempre y va a seguir existiendo, los académicos buscan distintos factores”, afirma Enrique González Macho. El director de la Academia afronta la recta final de su mandato con los preparativos de la gala como meta. “Este año ha sido para mí soprendentemente bueno en función de lo que se podía esperar por las dificultades: se ha producido mucho menos y se han estrenado menos películas pero sí hay un grupo entre el que están el grupo que han tenido una calidad media alta”.
Antes del anuncio, los potenciales nominados intentaban continuar con su rutina diaria mirando de soslayo al teléfono móvil. A David Trueba el anuncio de las siete nominaciones para Vivir es fácil con los ojos cerrados le ha llegado mientras curioseaba en una librería. Aura Garrido, musa del cine low cost y nominada a mejor actriz por Stockhom, recibía una clase práctica para sacarse el carnet de conducir.
“Estas cosas son accidentes de trabajo; en la mayoría de las ocasiones accidentes son malos, pero en este caso es positivo”, afirma Trueba. El cineasta, que se considera un guionista en espíritu más que director, reconoce que las nominaciones de sus actores (Javier Cámara y la debutante Natalia de Molina) le parecen especialmente importantes.
Nominado a mejor guión original y mejor dirección, el cineasta madrileño ya suma seis nominaciones en su carrera. La historia del profesor de inglés que quiso conocer a John Lennon en Almería puede darle su primer premio Goya. “Es gracioso, yo pensaba que Javier Cámara tenía el Goya y él pensaba que lo tenía yo. Ahora sumamos uno más para ser eterno nominados o tenerlo al final”.
En esa lista de eternos nominados vuele a aparecer Antonio de la Torre, por segunda ocasión consecutiva doblemente finalista en las categorías de Mejor actor de reparto (La gran familia española), y mejor interpretación masculina (Caníbal). La sórdida fábula del sastre antropófago dirigida por Manual Martín Cuenca aparece con opciones en las categorías importantes: película, dirección y guion.
Una oportunidad para la segunda vida comercial
15 años y un día, es la corredora de fondo de las nominaciones. Estrenada el junio pasado, su directora, Gracia Querejeta, valoraba positivamente las nominaciones aunque dudaba si las película podría volver a las salas. “Es un logro importante porque se estrenó en verano y es complicado que luego sea recordada.” La película ya estuvo preseleccionada por la Academia de cine para competir con los Oscar y es la tercera nominación para Querejeta como mejor directora. “El recorrido ya ha sido suficientemente largo, no sé si hay planes para reestrenarla”. La directora confiesa que ha visto todas las películas contra las que compite. “Son películas muy diferentes, de temáticas y presupuestos dispares. No sé lo que puede pasar”.
Carlos Bardem, doblemente nominado por Alacrán enamorado como actor de reparto y mejor guion adaptado (de su propia novela), recordaba que “las películas se hacen para ser vistas en salas de cine”. Un regreso que no parece fácil para ninguna de las películas.
“¿Segunda vida? Espero que sí”, deseaba David Trueba. “Mi esperanza es esa, porque hay gente que se ha quedado sin verla, gente que podría disfrutarla mucho. Las cifras son acordes con el tiempo que estamos viviendo: es lo mismo para el librero o para el galerista. Tiene que ver con el momento en que vivimos y la estrategia para salir de aquí. Tienes que ser humilde y platear una estrategia de seducción. Nadie va a acudir por compasión”.
Comedia: ¿Tendencia o coincidencia?
Daniel Sánchez Arévalo rebosaba orgullo hacia su gran familia cinematográfica, pero sobre todo, agradecimiento por ser uno de los contados directores españoles que encadena proyecto tras proyecto. “Me siento muy privilegiado por poder escribir una película que se puede rodar. Ahora se celebran los inicios de rodajes, no los finales”, dice el director, que acudía a la sede de la Academia acompañado del joven Patrick Criado, finalista como mejor actor revelación.
A Sánchez Arévalo le ha tocado valorar si la comedia, tradicionalmente olvidada en los reconocimientos, parece abrirse paso en los premios gracias a las nominaciones de La gran familia española, pero también a las siete de 3 bodas de más e incluso las 10 de Las brujas de Zugarramurdi. “Yo tengo un problema porque creo que La gran familia española no es una comedia”, sostiene. “Pero es verdad que se nota que hay más. En tiempo de crisis está bien darle espacio a la comedia".
Una opinión que secunda González Macho. “Puede ser que se haga más comedia y me parece estupendo. Hay gente la que minusvalora y no sé por qué es más difícil hacer reír que llorar. Y quizá el momento actual la sociedad demanda menos tristeza, un poco más de alegría”.
El cine low-cost se asoma a los Goya
La gran sorpresa, y prácticamente la única inclusión del incipiente cine autoproducido ha sido Stockholm, nominada a Mejor dirección novel (Rodigo Sorogoyen), actor revelación (Javier Pereira) y la ya citada de Aura Garrido. Sorogoyen y Pereira comparten piso, el mismo en el que se rodó la película, y el mismo en el que hoy han visto por internet el anuncio de finalistas.
“Hemos hecho una película entre colegas en nuestra casa y es increíble. Es un premio a hacer las cosas de manera distinta”, ha dicho Sorogoyen. “No creo que se pueda ver otra vez en el cine”, lamentaba a continuación. “Hay un segundo circuito por filmotecas, videoclubs y plataformas. Y hacemos proyecciones en casa, podéis venir por cinco euros”, ha bromeado.
Pereira reconocía que no han recuperado nada de la inversión económica. “Son tres años dedicados todos los días sin cobrar un duro, ahora no tememos fuerza a para volverlo a hacer. No es un sistema aunque como primera vez animamos a la gente a que lo haga”, afirma.