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Decenas de muertos tras las protestas en Egipto

  • 72 personas han muerto en las últimas horas en El Cairo y 9 en Alejandría

  • Los Hermanos Musulmanes acusan a la policía de matar a más de 60 simpatizantes

  • Casi 300 personas han fallecido en el último mes en el país

  • La comunidad internacional expresa su condena y preocupación 

RTVE.ES
8 min.

Al menos 72 personas han muerto en El Cairo y 9 en Alejandría en las últimas horas, según el último recuento del ministerio de Sanidad, después de una larga jornada de manifestaciones y protestas enfrentadas en las principales ciudades egipcias.

En la capital, la mayoría de las víctimas son simpatizantes del expresidente Mohamed Morsi,  que han muerto después de que las fuerzas de seguridad interviniesen de madrugada en la protesta de la plaza Rabea Al Adawiya, lugar donde se concentran los islamistas que piden la restitución del exmandatario.

Según los testigos, los agentes dispararon a decenas de partidarios del presidente depuesto, que un viernes más volvieron a la calle y se unieron a los que llevan acampados casi un mes para pedir la reposición del gobierno de los Hermanos Musulmanes.

Los incidentes tuvieron lugar poco después de que el ministro del Interior,  Mohamed Ibrahim, advirtiese de que pondrán fin "pronto y dentro de la legalidad" a las manifestaciones a favor del expresidente Morsi.

Ibrahim explicó que acabarán con ellas de acuerdo a las quejas de los residentes   de las áreas en las que han tenido lugar estas protestas,  especialmente  las inmediaciones de la mezquita de Rabea Al Adawiya, en  el barrio de Ciudad Naser, y de la  Universidad de El Cairo, en Giza,  desde donde los islamistas piden la vuelta de  Morsi desde que fue  derrocado el pasado 3 de julio.

Anteriormente,  el Ejército daba un ultimátum  a los  islamistas para "unirse a las filas de la patria", es decir,  para que  los islamistas dejaran las protestas a partir del viernes.

Además, el Ejército llamó a los egipcios a salir a las calles para defender el nuevo proceso político y para apoyar su lucha contra "el terrorismo". Ambos bandos volvieron a medir sus fuerzas en las plazas y los enfrentamientos acabaron siendo los protagonistas. El Cairo amanecía un sábado más contando las víctimas.

El baile de cifras ha sido tan desconcertante como lo es el momento por el que está pasando el país y las versiones que han dado el ministerio del Interior y los islamistas son contradictorias.

Los Hermanos Musulmanes han llegado a hablar de 200 muertos y más de 4.000 heridos en los disturbios que tuvieron lugar en la zona, en el barrio de Ciudad Naser de la capital, cuando las fuerzas de seguridad acudieron a dispersar la sentada que mantienen allí los partidarios de Morsi. Sin embargo, finalmente han destacado la muerte de 66 personas y el estado de muerte clínica de otras 61 que se encuentran en el hospital.

Respaldo a la actuación policial

Los Hermanos Musulmanes acusan a las fuerzas de seguridad de la matanza.  Un portavoz de la Hermandad aseguraba de madrugada que la policía "no disparaba para herir, sino a matar".

Según los islamistas, fueron los agentes policiales, apoyados por "baltaguiya" (matones), quienes atacaron a los manifestantes pro Morsi, contra quienes dispararon balas y perdigones a las cabezas y pechos.

Sin embargo, el ministerio del Interior lo niega y ha acusado a la Hermandad de haber disparado perdigones y de intentar bloquear el puente 6 de Octubre, uno de los principales de la ciudad.

Asimismo, el ministerio ha asegurado que la policía solo empleó gases lacrimógenos contra los manifestantes, los cuáles, según ha subrayado Interior, se enfrentaron a vecinos de Ciudad Naser a pedradas y con disparos de perdigones.

El portavoz de dicho departamento, Hany Abdelatif, ha señalado en un vídeo  difundido por el ministerio que "todas las fuerzas encargadas de  mantener el orden en las manifestaciones o disturbios no emplean otro  armamento más que los gases lacrimógenos".

El Baradei condena el uso excesivo de la fuerza

El vicepresidente interino egipcio, y exlíder del FSN, Mohamed el Baradei, ha condenado "el uso excesivo de la fuerza" y la muerte de personas en los disturbios de la pasada madrugada en El Cairo.

A través de la red social Twitter, Al Baradei ha rechazado  "rotundamente el uso excesivo de la fuerza y la caída de víctimas",  durante los choques entre manifestantes y policías.

El Baradei ha agregado que trabaja "con todos los esfuerzos y en todas las direcciones para acabar con los enfrentamientos de forma pacífica".

El presidente egipcio interino, Adli Mansur, ha presidido este sábado una reunión de varios responsables políticos y militares para revisar la situación de seguridad en el país.

A la cita, celebrada en el Palacio Presidencial, han acudido, además de El Baradei, el  primer  ministro Hazem el Beblaui,  y el jefe del Ejército, Abdel Fatah al  Sisi, así como los principales ministros del Gobierno interino.

El país sigue dividido y fueron miles las personas  salieron a la calle tras la llamada del Ejército a respaldar el nuevo  proceso, si bien las manifestaciones fueron menores a las que llenaron  el país los días antes de la caída de Morsi.

Del mismo modo, miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes  salieron el viernes y son muchos los que siguen afirmando que no se  moverán de las calles hasta que no se restituya al que consideran su  presidente legítimo, el depuesto Mohamed Morsi.

Pero Morsi sigue retenido en paradero desconocido desde el golpe del 3  de julio y, este viernes, antes de las protestas que han acabado en  violencia, un tribunal egipcio ha ordenado la prisión preventiva del expresidente por espionaje y conspiración con la organización islamista Hamás.

Mientras, cada vez son más los egipcios que muestran su desconfianza en el Ejército y se  ven entre dos fuegos de los que no se sienten partícipes.

FSN pide una investigación

El Frente de Salvación Nacional (FSN), la principal coalición de partidos no islamistas que apoyó el golpe, ha expresado su "más profundo dolor" ante lo ocurrido y ha pedido que se abra una investigación privada e independiente que aclare lo sucedido.

"Todos los responsables deben rendir cuentas,  incluido el ministro del Interior, si se demuestra que las fuerzas de seguridad estuvieron involucradas en el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes", ha declarado el grupo.

Sin embargo, el FSN no ha dudado en culpar a la Hermandad y a sus líderes, a los que acusa de bloquear la reconciliación nacional. 

La Hermandad "ha reunido a sus partidarios en Rabea Al Adawiya desde hace un mes y afirma que enfrentarse a las fuerzas armadas y la policía, atacar a las instituciones privadas y gubernamentales, y poner en peligro la vida de los ciudadanos egipcios es yihad por Dios, y que ellos serán mártires (si mueren) en estos ataques".

La coalición también ha acusado a los Hermanos Musulmanes de adoptar un enfoque que "incita a la hostilidad", exagerando el número de muertos y heridos durante los enfrentamientos. La Hermandad, dice el FSN, busca "aumentar los conflictos y causar más víctimas inocentes de Egipto."

Condena y preocupación internacional

Casi 300 personas han muerto en Egipto en el último mes, y la violencia desencadenada este viernes ha llevado a varios países a expresar su condena y preocupación por la situación que se está viviendo en el país.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha expresado en un comunicado su "profunda preocupación" por el "baño de sangre" en Egipto y ha pedido que se respete el derecho de manifestación pacífica.

"La autoridades tienen la obligación moral y legal a respetar el derecho de asamblea pacífico y la libertad de expresión", ha indicado Kerry, que ha advertido que Egipto se encuentra "al borde del precipicio" y es necesario un proceso en el que participen y se sientan representados todas las partes de la sociedad del país árabe.

Kerry ha hablado por teléfono con Mohamed el Baradei, con el ministro de Exteriores, Nabil Fahmy, y con la responsable política de Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, para expresarles su preocupación por la situación.

El secretario de Estado dijo que Egipto vive un "momento crucial" en su historia después de que hace en 2011 las protestas derrocaran el gobierno autoritario de Hosni Mubarak. "Hace dos años la revolución comenzó. El veredicto final no está aún decidido, pero lo que sea que pase ahora lo impactará para siempre", ha asegurado.

Estados Unidos se ha negado a calificar de "golpe de Estado" lo ocurrido el pasado 3 de julio, cuando el primer presidente elegido democráticamente fue derrocado.Ha dicho que "no necesita" determinar si hubo golpe en el país y se ha remitido a las quejas de los egipcios, que mantuvieron manifestaciones varios díascontra el entonces presidente, Mohamed Morsi.

La Unión Europea, y varios países de los 27 entre los que se encuentra España, también han condenado la violencia de las últimas horas en Egipto. La Unión Europea ha declarado que "deplora profundamente la pérdida de vidas" y el Gobierno español ha indicado que "la violencia y el uso excesivo de la fuerza no pueden resolver la grave  crisis que atraviesa ese país amigo. En estos momentos es esencial dejar  de usar la calle como espacio de confrontación política y recuperar el  diálogo y la negociación".

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido al Gobierno interino que "asuma la plena responsabilidad de una gestión pacífica de las manifestaciones y que garantice la protección de todos los egipcios".

Otros países, como la Turquían, cuyo gobierno se ha visto cuestionado por las manifetaciones el mes pasado, ha condenado con duras palabras la intervención de las Fuerzas Armadas egipcias y ha criticado a Europa por su pasividad ante los sucesos en Egipto.

"En Egipto mataron la democracia. Mataron la voluntad del pueblo.  Ahora también matan al pueblo. Lo gritamos a todo el mundo: ¿creéis que podéis matar a millones de egipcios? ¿Cuántos pensáis matar?", ha dicho Erdogan en su discurso de la ceremonia de ruptura del ayuno.

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