Los depositantes con más de 100.000 euros solo asumirán pérdidas como "último recurso" en futuros rescates bancarios, mientras que los depósitos por debajo de esa cantidad estarán totalmente protegidos y no asumirán ningún tipo de pérdidas, según el texto de compromiso sobre la directiva que regulará los procesos de resolución bancaria que ha sido aprobado por la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
La Eurocámara ha incluido esta salvaguarda para los pequeños depositantes para evitar nuevos fiascos como el de Chipre, cuyo primer plan de rescate incluía una tasa del 6,75% a las cuentas con menos de 100.000 euros.
En este punto, España se opone a que ningún depositante pague los rescates bancarios, ni los de más ni los de menos de 100.000 euros. "España está de acuerdo con que los menores estén excluidos absolutamente y que los de más de esa cifra tengan una protección especial", señaló el ministro de Economía, Luis de Guindos tras la reunión del Ecofin de la semana pasada.
En todo caso, el objetivo de la directiva de resolución bancaria -que todavía debe ser aprobada por el Ecofin- es que sean los accionistas y los acreedores y no los contribuyentes los que paguen la reestructuración o, en su caso, la liquidación de entidades en futuros rescates bancarios.
El Parlamento Europeo reclama que la directiva entre en vigor ya en enero de 2016, dos años antes de lo que propone la Comisión y apoyan países como España y Francia, y uno más tarde de lo que desea Alemania.
El texto de compromiso, que se votó el lunes por la noche, recibió un amplio apoyo con 39 votos a favor, 6 en contra y ninguna abstención y servirá de base para las negociaciones del Parlamento Europeo y los Gobiernos.
Primero pagarán accionistas, bonistas y tenedores de preferentes
Según este acuerdo, los depósitos con más de 100.000 euros sólo deberán contribuir en último lugar, después de accionistas, tenedores de preferentes y deuda subordinada y bonistas senior, un orden que también defiende el Banco Central Europeo (BCE). "Este rango preferente concedido a los depositantes permitirá evitar pánicos bancarios y preservar la estabilidad financiera", ha dicho el eurodiputado verde Philippe Lamberts.
Los parlamentarios se oponen a que el fondo de garantía de depósitos se utilice para financiar rescates bancarios, tal y como preveía la propuesta original de Bruselas y como se ha hecho en España en casos como el de Unnim.
Además, y al contrario de lo sucedido en los programas de rescate activados hasta ahora, quieren que el dinero público solo pueda utilizarse como último recurso, una vez que todo el capital se haya reducido a cero y la intervención de los contribuyentes sea imprescindible para evitar "efectos adversos significativos en la estabilidad financiera" o "proteger el interés público cuando el banco haya recibido previamente asistencia en forma de liquidez del banco central".
La nueva norma obliga a todos los Estados miembros a crear fondos de resolución prefinanciados con tasas que se cobrarán a la banca. La prefinanciación deberá alcanzar el 1,5% de los depósitos cubiertos. El texto estipula que los fondos nacionales no estarán obligados a prestar ayuda a otros Estados miembros, aunque reciban solicitudes en este sentido.