"Teneis que sacarla como podáis, ahí no podemos entrar", indica por teléfono un operario de la centralita del Samur a una amiga de Belén Langdón, una de las víctimas de la Tragedia del Madrid Arena, en la que perdieron la vida cinco jóvenes aplastadas por una avalancha humana.
En las llamadas de auxilio de los compañeros de Belén Langdón y Rocío Oña, que han sido difundidas por el diario El Mundo, el miembro de los equipos de emergencia indica a la amiga que "teneis que sacarla hacia el Paseo de Extremadura", situado a unos 1.000 metros de la entrada del Madrid Arena; mientras que la base del Samur en la Casa de Campo está localizada a unos 400 metros.
La chica chilla con desesperación: "¡Se está muriendo¡". El responsable de la centralita le pregunta: "¿Has bebido?". La adolescente muy nerviosa reitera que Belén se ha desmayado porque la han aplastado, "Ah, claro..", apostilla el trabajador sin darle importancia.
Una segunda llamada de un amigo de Rocío Oña al Samur confirma que las ambulancias no pudieron acceder al recinto ferial debido a la multitud que se agolpaba en el anillo exterior.
El chico cuenta que están saliendo con Rocío en brazos y pide angustiado que vayan a la puerta del Madrid Arena a socorrer a la herida. El operario reitera que no pueden entrar de "la gente que hay" y les indica que la saquen en dirección hacia la Avenida de Portugal donde se encuentran las ambulancias.