El escritor chino Mo Yan ha sido el elegido este año para llevarse el Nobel de Literatura. Mo Yan, según la academia, "mezcla, con un realismo alucinatorio, cuentos folclóricos, historia y lo contemporáneo". Mo Yan (Gaomi, China, 1955), uno de los novelistas chinos más leídos, se ha convertido en el primer escritor de esa nacionalidad que obtiene el Nobel. Gao Xingjian, ganador en el año 2000, tenía nacionalidad francesa aunque su obra está escrita en chino.
"Estoy tremendamente feliz y asustado", han sido las primeras palabras del autor tras conocer la noticia. Yan ha asegurado en una breve entrevista a la agencia oficial China News desde su casa en la aldea de Gaomi, que "ganar no representa nada" y que seguirá "centrado en la creación de nuevas obras". Sobre la importancia del premio para la literatura china, Mo aseguró que "China tiene muchos autores excelentes, cuyos destacados trabajos podrán también ser reconocidos en el mundo.
Mo Yan es su apodo, que significa en mandarín “No hables”. Su verdadero nombre es Guan Moye. Mo Yang, que se hizo adulto durante la Revolución Cultural china, cuando el afán intelectual se convirtió en algo sospechoso, explica que eligió su seudónimo porque tenía fama de ser directo al hablar y quería recordarse a sí mismo que no debía decir demasiado.
Hace 4 años publicó Las baladas del ajo, un retrato de la China rural. Sorgo rojo, otro de sus libros, fue adaptado al cine por el director Zhang Yimou, película que se llevó el Oso de Oro en Berlín en 1988.
En Grandes pechos, amplias caderas repasa la historia de la China del siglo XX desde la mirada de una mujer. Esta obra causó polémica en China por su contenido sexual, así que el Ejército chino le forzó a escribir una autocrítica y Mo tuvo que retirar su obra de la circulación.
Sus obras han sido traducidas a numerosas lenguas, incluyendo el inglés, el francés, el alemán y el español.
Víctima de la censura
El premiado goza de enorme fama en su país, además de ser uno de los autores chinos más conocidos y traducidos. En ocasiones ha sido víctima de la censura.
El flamante premio Nobel asegura que nunca se preocupa de la censura cuando decide los argumentos de sus novelas. "Siempre hay ciertas restricciones a la escritura en cada país", declaraba en 2010 a la revista Time, antes de agregar que esos límites podían representar en realidad una ventaja al forzar al autor a "ceñirse a la estética de la literatura".
En su caso, Mo opta por recrear un mundo rural -el de Gaomi, la localidad en la provincia de Shangdong que le vio nacer- anclado en el tiempo y salpicado de más de un toque del realismo mágico que popularizó Gabriel García Márquez, el humanismo de William Faulkner o la sátira de Lu Xun (el padre de la literatura moderna china), algunas de sus grandes influencias.
Versátil y prolífico -escribió su novela "Shensi pilao" ("La vida y la muerte me están desgastando") en solo 43 días-, su registro alcanza desde la novela romántica histórica a la sátira. Nacido en 1955 en una familia de granjeros, abandonó los estudios en quinto grado debido a la Revolución Cultural. Tras trabajar en el campo y después en una fábrica durante sus años de adolescencia y primera juventud, en 1976 se enroló en el Ejército chino.
Comenzó a escribir cuentos en 1981 y en 1984 se matriculó en la Academia de Arte del Ejército. Dos años más tarde abandonó las Fuerzas Armadas y comenzó a trabajar como editor de periódico, aunque ha seguido escribiendo novelas, como "Tanxiang xing" ("La tortura del sándalo", 2001) o "Wa" ("Rana"), de 2009.
En los últimos días se habían sucedido en China los rumores sobre la posibilidad del galardón, el primer Nobel a un escritor chino radicado en su país, ya que Gao Xijian lo obtuvo en 2000 pero entonces residía en Francia y tenía nacionalidad francesa. Seguidor del consejo que se dio a sí mismo al elegir su seudónimo, Mo ha optado por el silencio estos días.
En ocasiones anteriores ya había advertido que no diría nada en un caso así. "Una vez que dijera algo, me atacarían, como muchos han criticado a los escritores chinos por la ansiedad en torno al Nobel", aseguraba
Un total de 210 escritores, de los que 46 nunca han sido antes candidatos, aspiraban a suceder al poeta sueco Thomas Tranströmer, ganador el año pasado.