A priori esta segunda jornada es la más importante del juicio. Desde las 9 de la mañana ha empezado a declarar Paolo Gabriele, el mayordomo infiel.
No se sabe cuánto tiempo necesitará para responder a las preguntas de la fiscalía y de la defensa pero el tribunal quiere acelerar los tiempos. Por eso, es posible que tras el mayordomo se escuche en la sala los testimonios de monseñor Georg Gänswein, el atractivo secretario personal del papa que ha tenido un papel determinante en esta intriga. Fue él quien dirigió las sospechas hacia Gabriele tras la publicación de unos textos que estaban sobre el escritorio de Benedicto XVI.
Vatileaks alcanza de esta manera el momento culminante del juicio. El mayordomo ha confesado su culpabildiad y mantiene que lo hizo para ayudar al papa porque se sentía inspirado por el espíritu santo. Ha pasado dos pericias psiquiátricas en las que se indica que su estado mental es normal aunque es un tipo manipulable, sugestionable y que anhela aumentar sus relaciones, sobre todo con cardenales de la iglesia.
Este verano, el mayordomo escribió una carta al papa en la que se confesaba autor único del robo de documentos. Esa carta, sin embargo, desdice lo que el confesó en televisión.” Aproximadamente, pienso, entre la gente de los diversos organismos, seremos una veintena”, dijo ante las cámaras
Para otra sesión quedan las 82 cajas de documentos sacadas de casa de Paoletto por la gendarmería vaticana. La mayoría de ellos son irrelevantes para la instrucción pero entre ellos hay papeles que pueden aclarar parte de este turbio asunto.
Como en todas las sesiones, un grupo elegido de periodistas, sin grabadoras ni cámaras, serán testigos de lo que se diga esta mañana en el tribunal de justicia vaticano. Todo apunta a que el proceso terminará esta semana para no interferir con el sínodo que comienza el domingo.