Francia está presionando a la Unión Europea y especialmente a Alemania a que se adopte un paquete de estabilidad financiera para toda la eurozona que incluya el rescate directo a la banca ante la reacción negativa del mercado a la ayuda financiera a través del estado aprobada para España el pasado fin de semana, según ha adelantado el Financial Times.
De cara a la cumbre europea del próximo 28 de junio el presidente francés, François Hollande, va a enviar al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, una carta argumentando la necesidad de una acción más completa y urgente de la UE, que incluiría medidas como que el Banco Central Europeo esté a cargo de la supervisión bancaria y que se usa el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entra en vigor el próximo mes, para recapitalizar los bancos directamente.
La prueba de España
Bajo el acuerdo del pasado fin de semana, la ayuda para los bancos españoles procederá o bien del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o del MEDE a través del estado español, pese a que Madrid apostó desde un principio por la ayuda directa a la banca, algo a lo que se negó Berlín apoyado por el bloque de países con triple A (Austria, Holanda y Finlandia).
Los mercados, sin embargo, han rechazado el acuerdo por la convergencia del riesgo de la deuda soberana y bancaria y la falta de claridad en los términos del rescate.
"Mira la reacción con lo que se ha hecho en España, tenemos que tener herramientas adecuadas para contener el contagio", ha declarado al Financial Times una fuente oficial francesa.
París considera que lo ocurrido esta semana en los mercados con el interés del bono español, que ha llegado a máximos históricos, y la posibilidad de contagio a Italia pone en evidencia la necesidad de un paquete de estabilidad financiera pese a la insistencia alemana de que se deben dar más pasos hacia la unión fiscal y política dentro de la moneda común antes de hablar de una unión bancaria.
"Esperamos continuar la discusión política sobre el proceso de una mayor integración económica y monetaria y creemos, como nuestros amigos alemanes, en la construcción de una Europa política pero al mismo tiempo las medidas de integración no pueden sustituir la urgencia de la crisis a la que hacemos frente", declaraba el pasado martes el ministro de Asuntos Europeos de Francia, Bernard Cazeneuve.
Más papel para el BCE
Como primer paso hacia la ansiada unión bancaria, París quiere que el BCE asuma la responsabilidad de supervisar bancos sistémicos en posición peligrosa y que pueda cerrarlos en caso de fallos.
El BCE también haría pruebas de estrés a los bancos y el MEDE sería la herramienta usada si se requiere una recapitalización.
Aunque Berlín se opone, el MEDE puede prestar directamente a los bancos con las reglas actuales si el consejo lo acuerda de forma unánime, aunque tendría que echar mano a su capital
Francia lleva pidiendo desde hace tiempo que el fondo de rescate tenga licencia bancaria para aumentar su endeudamiento e incrementar su poder de acción.
Esto sí requeriría un cambio en el tratado que establece el fondo y que aún debe ser ratificado en numerosos países, incluida Alemania, principal accionista del mismo.
Esta iniciativa ya fue apoyada por el gobierno de Nicolás Sarkozy pero Berlín la vetó. Ahora Hollande la quiere poner de nuevo encima de la mesa.
París considera que Italia y España comparten sus propuestas y asegura que está haciendo progresos con Alemania, que se encuentra en plena negociación interna con la oposición socialdemócrata y verde para aprobar el pacto fiscal y el MEDE antes del 1 de julio.
En este sentido, la conocida como 'troika' alemana de dirigentes socialdemócratas, el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, el presidente del grupo parlamentario, Frank-Walter Steimeier, y el exministro de Finanzas Peer Steinbrück, se reúnen este jueves con el primer ministra francés, Jean-Mar Ayrault en París en un intento de hacer convrerger la noción de crecimiento de los socialistas franceses y alemanes.
Sobre la mesa, tal y como ha asegurado el portavoz de Ayrault, también estará el mecanismo que asegure la estabilidad financiera.
Frente 'anti-Merkel'
Este encuentro, como el que Hollande mantendrá en Roma con el primer ministro italiano, Mario Monti, el próximo jueves, esbozan un auténtico frente 'anti-Merkel' que pretende convencer a la canciller para que ceda de aquí al Consejo Europeo del 28 y el 29 de junio.
Este miércoles Rajoy ha comunicado sus propuestas al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que incluye propuestas similares a las de Hollande para que el BCE "garantice la estabilidad financiera de la eurozona".
A nivel internacional, Francia cuenta también con el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido, cuyo ministro de Economía, George Osborne, pedía en una entrevista a The Times que se aprobase el rescate directo a los bancos y que aseguraba que el rescate a España se había quedado corto.
La próxima cita para presionar a la canciller será la cumbre del G-20 en México este fin de semana; un encuentro del que han hablado vía telefónica Hollande y el presidente del Consejo Europeo, que también ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Sobre Merkel, su portavoz se ha limitado a decir que tiene "contacto regular" con la canciller alemana.
Hollande ha mantenido una actitud menos solícita con Merkel que Sarkozy, subrayando la necesidad de medidas de crecimiento que acompañen a la insistencia de Berlín en la austeridad fiscal.
Sin embargo, ante la posibilidad de que los mercados miren a Francia tras 'cobrarse' a España e Italia, Hollande ha prometido cumplir con el Pacto de Estabilidad y reducir el déficit al 3% en 2013, tal y como le pide Bruselas.
Se espera que Hollande acepte las propuestas de Merkel de una mayor unión política y fiscal en Francia pese a las reticencias que genera en su país como una señal de que se deben transferir competencias a Bruselas para hacer funcionar mejor a la moneda única.