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El rescate de sus países empobrece a irlandeses, portugueses y griegos

  • La UE anuncia medidas solo para los bancos en el rescate financiero a España

  • Irlanda, Grecia y Portugal tuvieron que aplicar los recortes pactados con la UE

PEDRO L. MANJÓN
6 min.

España no ha aceptado un rescate para todo el país, al estilo de Irlanda, Grecia o Portugal, sino que ha solicitado una ayuda financiera a Europa que solo afecta a la recapitalización de las entidades financieras que lo necesitan

Es decir, es un rescate a los bancos, extremo negado hace unos días por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,  porque implicaría ajustes impuestos de fuera menos dolorosos de los ya efectuados. Pero el anunciado por el Eurogrupo solo trae medidas adicionales para el sector financiero.

Las presiones europeas, la evidencia de las necesidades de capital de la banca española y la dificultad de obtener estos fondos en los mercados, han hecho cambiar al Gobierno su postura sobre la banca, pero no sobre el país. El Gobierno insiste en que España es un país solvente y serio que no necesita ayuda directa, lo que implicaría una mayor pérdida de soberanía, de control sobre las cuentas.

Hace dos meses, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, lo expresaba así a un empresario catalán: "Como vengan otros a hacer los presupuestos va a ver usted lo que es un ajuste de cuentas". Europa solo obligará, tras un rescate exclusivo para la banca, a realizar reajustes al sistema financiero.

En cualquier caso, los rescates a Irlanda, Grecia y Portugal no ha logrado solucionar sus problemas financieros y han provocado un empobrecimiento de su sociedad.

Irlanda: subida de impuestos y despido de funcionarios

La población irlandesa sufre los duros ajustes impuestos por Europa desde finales de 2010.  Es el país rescatado por la UE con los problemas más parecidos a los de España: crecimiento basado en la burbuja inmobiliaria que estalló y se llevó por delante el sistema financiero del país.

A cambio de 85.000 millones de euros, el Ejecutivo empezó anunciando recortes en sanidad, educación y protección social en algo más de 1.000 millones de euros.

Hasta 2015, anunció la eliminación de 23.500 puestos de funcionarios,  lo que significa el despido de uno de cada diez empleados públicos. En el terreno laboral, también se recortó en un euro por hora el salario mínimo, hasta dejarlo en 7,5 euros a la hora.

También cobran menos los nuevos jubilados, en concreto vieron reducida su pensión en un 10%. Además se eliminaron las deducciones fiscales para todos los pensionistas. Y, por supuesto, se elevó la edad de jubilación a los 66 años en 2014, los 67 en 2021 y los 68 en 2028.

Además de recortes, se subieron impuestos como el IVA del 21% al 23%, previsto para 2014. Y se reformaron otros, como el de la renta, para conseguir más ingresos. Asimismo, se aprobó la modificación de otras figuras tributarias locales  y se acordó instalar contadores de agua en todos los hogares para imponer un  nuevo impuesto antes de 2014.

estudiar en las universidades del país se volvió un 25% más caro: se elevaron las tasas en 500 euros, hasta pagar 2.000 euros al año.

Drásticos recortes y subidas de impuestos en Portugal

Los 78.000 millones de euros que recibió el país luso en 2011 traían consigo, entre otras muchas medidas, subidas de impuestos; recortes en las pensiones más altas y en las prestaciones sociales; copago en salud y educación; y privatización de empresas públicas. Y más esfuerzos que se han realizado con posterioridad y que no fueron pactados al principio.

Los portugueses cobran menos y trabajan más.  Se suprimieron las dos pagas extra a funcionarios y pensionistas que perciban más de 1.000 euros, al menos hasta 2018, y se congelan salarios. Y se trabaja más tiempo después de aumentarse por ley la jornada laboral en el sector privado en media hora y reducirse el número de festivos. También se han suspendido las jubilaciones anticipadas hasta 2014. 

Los parados, por su parte, han visto cómo se han reducido la duración y la cuantía de las prestaciones por desempleo, que pasaron de recibirse como máximo durante 18 meses, justo la mitad. Desde el sexto mes, además, se cobra menos de forma progresiva.

También se ha aprobado una reforma laboral que facilita la  flexibilización de jornadas, menos festivos y vacaciones, y facilidades  para el despido. Las indemnizaciones, como en España, se reducen a 20  días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.

Ir al médico de cabecera cuesta 5 euros, tener que pisar las urgencias supone desembolsar al menos 20 euros, que pueden llegar a ser 50 dependiendo de las pruebas.

Más impuestos, como la subida del IVA al 23% para todos los productos, incluidos los más básicos. También la luz y el gas, que pasaron de tener un IVA del 6% al 23%. Y gasolinas más caras, peajes en todas las autovías y subida de los transportes urbanos, otras de las consecuencias.

Población más empobrecida en Grecia

Dos planes internacionales para evitar la quiebra del Estado griego, con quita de la deuda incluida, no han sido suficientes para salir de la crisis a Grecia, donde la recesión se ha agudizado y la  población se ha empobrecido notablemente. El paro se ha duplicado hasta superar el 20% y el 50% en la población de menos de 25 años. Y solo en el sector público se prevén 150.000 despidos antes de 2015.

En los dos últimos años de recortes, según Efe, el salario medio de los griegos se ha reducido en torno a un 30%. Y el salario mínimo ha caído más del 20% (a 585 euros). A  eso hay que añadir que desde 2010 no para de subir el coste de la vida,  aproximadamente un 10% según los datos oficiales de inflación.

Lo más  duro para la población helena es que se han disparado los precios de algunos servicios  esenciales, por ejemplo, hasta un 50% en el caso de los transportes.  Similar subida se ha aprobado para el gasóleo para calefacción.

Pero además han subido una amplia de gama de impuestos y se han creado algunos nuevos. Y en el caso de la sanidad, se ha introducido una tasa de 5 euros por visita médica  y pagos de hasta 500 euros por los análisis, al tiempo que el Gobierno  estudia reducir la cobertura de las recetas médicas, informa Efe.

Según un estudio de la Universidad de Patrás, citado por Efe, uno de cada tres griegos vive por debajo del umbral de la pobreza  relativa (ingresos menores de 4.264 euros anuales para un hogar de un  solo miembro) y el número de personas sin hogar supera ya los 20.000.

Este descenso del poder adquisitivo, sumado a las deudas y a la sequía de crédito bancario, han provocado el cierre de más de 100.000 negocios  y, de acuerdo a la Confederación Nacional de Comercio Griego, en  Atenas, una de cada tres tiendas ha bajado definitivamente la persiana.

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