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Un testigo tras la matanza en Hama: "Había un olor horrible a carne quemada"

  • La oposición denuncia el asesinato de al menos 78 personas suníes

  • Los testigos apuntan al ejército y a los paramilitares shabiha

RTVE.es / Reuters
5 min.

“Salía humo de los edificios y había un olor horrible a carne humana quemada”. Es lo que asegura que vio un granjero de cerca de la localidad de Mazraat al-Qubeir, en Hama, seis horas después de que los carros de combate del ejército sirio y los milicianos se retiraran de la localidad. Fuentes opositoras han manifestado que al menos 78 personas han muerto en esta nueva masacre.

Este agricultor ha comentado a Reuters mediante una llamada telefónica que sólo encontró cuerpos carbonizados entre las casas humeantes. "Era como un pueblo fantasma", ha manifestado, quien ha añadido que había visto como las tropas del ejército sirio y los shabiha, fuerzas paramilitares pro-régimen, armados con cuchillos, pistolas y palos, habían atacado la localidad.

En los más de 15 meses de revueltas en Siria, la localidad de Mazraat al-Qubeir apenas se habían visto afectados por el conflicto. Sus habitantes casi no había participado en el levantamiento contra el régimen de Bachar al Asad. Este miércoles, el conflicto les tocó de lleno.

"Después de que el ejército disparase en el área, las fuerzas de seguridad y los shabiha entraron en las casas. Escuché disparos dentro de tres casas, y luego los vi salir y quemarlos", ha manifestado el testigo, según la misma agencia.

“La mayor parte del tiempo no podía oir nada por el fuego de artillería..Alrededor de las 8 p.m., había terminado”, ha añadido. Sin embargo, Reuters apunta que no ha podido corroborar la historia de este testigo.

Investigación de los observadores

Los observadores de Naciones Unidas, quienes verificaron la masacre de Hula en la que murieron 108 personas, tratan de investigar esta nueva masacre. El secretario general de la ONU ha informado de que un vehículo de estos observadores que se dirigían a la localidad ha sido disparado y que las tropas del régimen habían bloqueado el acceso a la población de Mazraar al Qubeir.

Nueva matanza en Siria. 80 personas, entre ellas muchos niños, han sido asesinadas en un ataque que la oposición atribuye a las fuerzas de Bashar al Assad, y que el régimen niega, acusando a grupos armados. La indignación internacional crece mientras, sobre el terreno, los observadores de la ONU denuncian que no les dejan llegar al lugar de la masacre.

Por su parte, Ban ha calificado de “barbarie indescriptible” estas nuevas informaciones. Por su parte, las autoridades sirias han negado las acusaciones de los asesinatos, que se asemejan a las de la masacre de Hula, manifestado que las fuerzas de seguridad se había enfrentado a 'terroristas' que habían matado a nueve mujeres y los niños.

Los activistas sirios denuncian que han sido asesinados al menos 78 personas miembros de una familia suní que vivían en una veintena de casas rurales en el noroeste de terreno llano fértil de la ciudad de Hama.

Población al margen del conflicto

Algunos activistas opositores han manifestado que los insurgentes habían estado operando en zonas cercanas a estta aldea, donde vivían unas 150 personas, y que puede que ellos se hayan convertido en el blanco de la venganza o como un castigo colectivo.

Sin embargo, la mayoría ha manifestado que la población de Mazraat al-Qubeir nunca se había unido a la revuelta contra el gobierno de la familia Assad. La aldea se encuentra a unas 20 millas (13 km) al noroeste de Hama, donde las fuerzas leales al padre de Assad aplastaron levantamiento armado islamista hace 30 años, matando a miles de personas y arrasar barrios enteros.

"Ellos eran sirios pacíficos, ni con el régimen ni en contra", ha manifestado un activista citado por Reuters, que se hace llamar Abu Ghazi. Nombró a 54 personas muertas, todas menos una docena de ellos de la familia al-Yateem. De ellos, al menos tres tenían tres años o menos.

El testigo, que afirmó que era un miembro de la familia Yateem, dijo que había hablado con su hermano en un teléfono celular mientras hombres armados recorrían la ciudad. "En la última conversación que tuvimos le dije que veía a las tropas venir a nuestra casa", ha manifestado.

"Después de se marcharan los shabiha y los carros de combate, lo primero que hice fue correr a mi casa. Había sido quemado. Las siete personas de mi casa habían sido asesinados. Vi cadáveres en las escaleras, el baño y el dormitorio. Lo quemaron todo", ha añadido.

“Querían venganza, y así se la han cobrado”

Un activista ha manifestado que los miembros alauíes, que viven en los alrededores, habían sido los responsables. "Muchos jóvenes de los pueblos alauíes en todo al-Qabeer han muerto luchando por Assad contra los rebeldes", ha dicho Manhal Abu Bakr. "Querían venganza, y así se la han cobrado en el pueblo suní más cercano", ha añadido.

Imágenes de video divulgadas este jueves, que no han podido ser verificadas de manera independiente, han mostrado los cuerpos de al menos una docena de mujeres y niños, envueltos en mantas de colores y de las sábanas blancas para su entierro, llena de botellas de agua congeladas por falta de un depósito de cadáveres o de cualquier otra de refrigeración.

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