El ataque, registrado pocas horas después de visita sorpresa del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ocurrió hacía las 6.15 de la mañana en el este de Kabul, en una zona en la que hay una base de las tropas de la OTAN desplegadas en este país.
En principio habrían sido dos los terroristas implicados. Uno de ellos habría estrellado un coche bomba contra el complejo residencial Green Village, donde se alojan empleados extranjeros de la Unión Europea y la ONU.
"Los muertos son un guarda de seguridad nepalí y cinco civiles afganos. Diecisiete personas más resultaron heridas", declaró a Efe el jefe de la Policía de Kabul, Mohammad Ayub Salangui.
"Las fuerzas de seguridad afganas respondieron con rapidez y eficacia para contener el ataque y mataron a todos los atacantes", según un comunicado del general Carsten Jacobson, portavoz de la ISAF.
Añadió que a media mañana la zona estaba ya bajo control de las fuerzas de seguridad afganas después de que se registrara un tiroteo con un número indeterminado de insurgentes que se habían atrincherado en el edificio.
Aunque el oficial aseguró que los dos suicidas se hicieron estallar en la base militar internacional, el jefe del departamento de investigación criminal de Kabul, Mohammad Zahir, dijo a Efe que los suicidas atacaron en realidad una pensión.
Esa última versión fue confirmada por un portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, quien reivindicó la autoría del ataque y dijo que era una respuesta a la visita a Afganistán de Obama.
"Al saber que Obama venía a Afganistán, nos preparamos para llevar a cabo esta operación en uno de los lugares más importantes de Kabul. Este ataque ha tenido lugar por su llegada y la venta de nuestro país a los estadounidenses", afirmó Muyahid a Efe.
Obama, que ya no se encuentra en el país, firmó este martes con su homólogo afgano, Hamid Karzai, una alianza estratégica bilateral de diez años de duración que incluye asistencia militar y financiera estadounidense a las autoridades afganas.
El acuerdo entrará en vigor tras concluir en 2014 la retirada de las tropas internacionales desplegadas hace una década en Afganistán.
La visita coincidió con el primer aniversario de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, en una operación llevada a cabo por comandos norteamericanos en la ciudad de Abottabad, situada al norte de Islamabad, capital del vecino Pakistán.