Pilar sube al escenario. Está nerviosa y asustada porque no sabe qué va a pasar. Javier la ha llamado para que participe en uno de sus trucos. Todo forma parte de un espectáculo de magia: una voluntaria y un mago subidos en un escenario. Hasta ahí todo normal, ¿pero qué pinta un iPad en todo esto?
La joven se sienta y el mago le pide que cierre los ojos. Mientras, todos los espectadores contemplan lo que se reproduce en una pantalla gigante conectada a la tableta.
Un dibujo virtual, como si fuera un muñeco de vudú, simula el cuerpo de Pilar. El ilusionista dibuja una flecha que roza el cuerpo del muñeco y la joven se asusta. Lo ha sentido. Pero nadie está a su lado. Ha sido magia.
Javier Luxor es un mentalista corporativo que incorpora las nuevas tecnologías en sus trucos y que ha presentado alguna de estas novedosas técnicas en la segunda y última jornada de The Fest App, el festival de las aplicaciones que se celebra en Madrid.
Los nuevos dispositivos, explica Luxor, "permiten sustituir los soportes clásicos. Así, las pizarras y las tizas abandonarán los escenarios por elementos mucho más visuales, como los smartphones o las tabletas".
A pesar de conseguir que los espectáculos sean más llamativos, este método "plantea un problema", reconoce el mentalista. "La gente puede pensar que los trucos se deben solo a las nuevas tecnologías y a las aplicaciones, pero no es así. Solo forman parte del espectáculo", añade.
“El espectador puede pensar que los trucos se deben solo a las nuevas tecnologías, pero no es así“
Pero también ofrece "ventajas", asegura Luxor. "Con estos aparatos podemos interactuar y conectar con la gente de forma sencilla porque todo el mundo conoce estos dispositivos", explica.
Para demostrar y poner en práctica toda esta teoría, en otro momento de la presentación, el mago se dispone a averiguar la carta que esconde un usuario. El típico y tradicional truco de magia que así, a simple vista, ya no tiene tanta gracia.
Pero si se le añade un proyector, un iPhone y una aplicación, la cosa cambia. El ilusionista desbloquea su teléfono, inicia una aplicación y 'escanea' la mano del joven para descubrir la carta que esconde bajo su mano.
A los pocos segundos, tras los pases mágicos pertinentes, un '10 de picas' aparece en la pantalla. Es la carta. Lo ha vuelto a hacer. Es, otra vez, magia. Pero esta vez, al servicio de las nuevas tecnologías.